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Registrar tus buceos en bitácora, una buena práctica

El buceo requiere actuar de manera espontánea y asertiva, y una parte importante del éxito proviene de pasar horas en el agua. Además, tener la oportunidad de documentar tus inmersiones te permite acumular información valiosa que contribuye a lograr un mayor nivel. Aquí es donde radica la distinción entre un buzo novato y uno experimentado.

Por: Juan Gabriel Suárez, director Tritones Buceo Medellín

Esta importancia es reconocida por la mayoría de los centros de buceo que reciben estudiantes para realizar experiencias en aguas abiertas o confinadas, ya sea para tours o cursos de especialización o niveles de buceo avanzado.

El primer elemento que un buzo puede usar para evaluar estas condiciones, es su registro de buceo, equivalente al registro de horas de vuelo de un piloto.

Si bien puede no ser un requisito legal en la mayoría de destinos de buceo en el mundo, sirve como un paso inicial para acceder a servicios avanzados o condiciones más exigentes en Safaris subacuáticos específicos.

Esto exige que los buzos sean conscientes de crear una rutina personal para registrar las inmersiones. Hoy en día, el mercado del buceo ofrece varios medios para lograr este objetivo, incluidos cuadernos de bitácoras físicas muy fáciles de usar y los registros digitales disponibles en la mayoría de las plataformas de las agencias de certificación. Además de registrar datos, estas plataformas permiten a los buzos cargar mapas, fotografías y ubicaciones de buceo mientras obtienen un sello digital del centro de buceo donde realizaron sus experiencias.

Por último, es esencial recordar que muchos destinos de buceo en todo el mundo tienen un número mínimo de inmersiones registradas como requisito previo para aceptar buzos. Un ejemplo cercano es Malpelo en Colombia, donde el operador de buceo puede requerir un mínimo de 35 a 50 inmersiones registradas, además de tener al menos una certificación de buzo avanzado. Del mismo modo, dependiendo de la agencia de certificación, los cursos de especialización y el inicio de programas de liderazgo, como convertirse en Dive Master o Instructor, también requieren un mínimo de inmersiones registradas.

Nunca es tarde para disfrutar y compartir momentos con otros buzos después de una inmersión, documentando las novedades y experiencias que tuvieron, incluidos los encuentros con la vida marina, las condiciones ambientales y los fenómenos interesantes. Los instructores y buzos con cientos de inmersiones también pueden adoptar este hábito y hacerlo parte de sus excursiones de buceo.

Así que no te pierdas la alegría de llenar tu bitácora en compañía de tu instructor y compañeros de buceo. ¡Felices burbujas!

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