Los residuos de nuestro país y de todo el mundo terminan en rellenos sanitarios, botaderos a cielo abierto, en las montañas, ríos y en el mar. Existe una isla de residuos en el océano que tiene tamaño de Colombia y Ecuador juntos, y hay por lo menos 6 más. Además, hasta 200.000 trozos de plástico por kilómetro cuadrado han sido detectados en la costa noreste del mar Caribe.
Está claro que hay un problema con nuestro modelo de consumo actual, el cual se basa en una producción, uso y desecho de los residuos, que involucra la sobreexplotación de los recursos naturales para sacar materia prima, lo cual impacta negativamente los ecosistemas; posterior a esto, está el proceso de producción que genera la contaminación del agua, suelo y aire asociado a los residuos de las fábricas y el transporte, y al llegar a los mercados es comprado, usado, y tirado, en ocasiones se recicla, pero se estima que en Colombia solo se recicla el 17% de los residuos.
Con esta forma de producción, el exceso de consumo, la falta de conciencia ambiental y los pocos índices de reciclaje, todos estos residuos terminan principalmente en los océanos provocando contaminación y fomentando el cambio climático el cual causa la disminución de la población de miles de especies marinas. Es importante mencionar que el principal material que podemos hallar contaminando el mar es el plástico.
Ante este panorama tenemos una alternativa más sostenible; se debe reevaluar el modelo de consumo actual bajo los principios de la Economía circular. Esta, en lugar de producir, usar y tirar; reduce, reúsa y recicla. Adicional, busca mejorar el proceso productivo en cada una de sus líneas, optimizando la generación de residuos a tal punto que los disminuye en gran medida o los reduce completamente. Lo anterior se logra gracias a una mejora en los procesos y en los insumos a través de herramientas como el ecodiseño.
Un ejemplo de Economía circular en los productos es el de Sprite, una marca de gaseosa cuya icónica botella a través de los años ha sido verde; la compañía decidió cambiar el tipo de plástico de su botella por uno transparente para que se reciclen de una mejor manera y puedan convertirse nuevamente en botellas.
‘Se estima que una economía circular del plástico tiene el potencial de reducir en un 80% el volumen anual de plásticos que llegan a los océanos para 2040, en comparación con las cifras actuales. Además, promete ahorrar 200.000 millones de dólares al año, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 25% y crear 700.000 trabajos adicionales.’’
Proyectos que apoyan la economía circular
Promar es un proyecto financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) el cual busca reducir los flujos de residuos de empaques y envases (principalmente plásticos de un solo uso) que llegan al mar Caribe y promover soluciones de Economía Circular en República Dominicana, Costa Rica y Colombia. Las principales líneas de trabajo son las siguientes:
• Análisis de flujos de materiales y establecimiento de mecanismos de monitoreo.
• Implementación de casos piloto para la prevención de residuos marinos.
• Creación y fortalecimiento de capacidades y diálogo político nacional y/o transnacional sobre REP.
• Sensibilización y educación en las partes interesadas.
En Colombia, a través de la fundación Socya, el proyecto se desarrolla en el distrito de Santa Marta, departamento del Magdalena. Dentro de las acciones implementadas, se ha brindado apoyo técnico y financiero a los diferentes actores vinculados con el esquema de aprovechamiento y la REP (Responsabilidad Extendida del Productor). Adicional, se han sensibilizado más de 16.000 hogares en temáticas alusivas a la correcta separación de residuos sólidos.
Entre las otras acciones desarrolladas se encuentran las jornadas de educación ambiental con diferentes actores y limpiezas de playas, y fortalecimiento al sector formal involucrado en el reciclaje de materiales.
Si quieres conocer más acerca de este gran proyecto, te invitamos a seguirlos en sus redes sociales.
