La Conferencia General de la Unesco, reunida en París en 2017, aprobó la propuesta de un Decenio Internacional de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible y designó a la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO como coordinadora del proyecto. El decenio ha comenzado.
La ejecución de la Agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, plantea retos ambientales trascendentales para el futuro de la humanidad y del planeta. Y sin lugar a duda, lo que pase con los océanos, que representan el 70% del territorio del mundo, serán definitivos en ese sentido.
Por eso la ONU instó a los Estados miembros a que apoyen el establecimiento del Decenio y contribuyan a su preparación y ejecución.
En su mensaje de año nuevo el pasado 31 de diciembre, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, recordó la importancia del Decenio de los Océanos y la adopción del Plan de Ejecución: Debemos unir fuerzas para superar las crisis de cambio climático y la pandemia del covid-19, como parte de una transición hacia un futuro sostenible e inclusivo, dijo.
Días antes, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, había indicado que mientras el mundo se adapta a una nueva normalidad con la aparición del covid-19, estas ciencias pueden desempeñar un papel importante en los esfuerzos de recuperación después de la pandemia. La UNESCO aseguró que los Estados gastan en promedio sólo un 1,7% de sus presupuestos de investigación en los océanos, cifra muy baja si se tiene en cuenta la importancia de los ecosistemas marinos para el equilibrio natural del planeta.
Ante la insuficiente inversión que históricamente ha hecho el mundo en investigación para esta área, la ONU definió la misión del Decenio de los Océanos: impulsar soluciones transformadoras de ciencias oceánicas para el desarrollo sostenible, conectando a las personas con nuestro océano.
Según un documento publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de España, los océanos, su temperatura, composición química, corrientes y vida son el motor de sistemas globales que hacen que la Tierra sea un lugar habitable para los seres humanos. La manera en que los gestionamos es determinante para la humanidad y para contrarrestar los efectos del cambio climático.
El Gobierno español, respaldando el llamado de la ONU, explicó que los objetivos que se persigue alcanzar durante el Decenio de las Ciencias Oceánicas son, entre otros, establecer una nueva generación de oceanógrafos y técnicos mediante la creación de nuevas redes de investigación y una nueva generación de sistemas de observación mejorados, instalaciones e infraestructura, que ayudarán a los países a alcanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Sin duda no es un escenario fácil debido a las dificultades económicas que afrontan los Gobiernos como consecuencia de la pandemia y así lo insinúa la ONU en un capítulo del Plan de Ejecución dedicado a la Gestión de datos y conocimientos durante el Decenio de los Océanos: El principal desafío del Decenio de los Océanos será crear capacidad y acceso a la tecnología allá donde hay carencia y aumentar los esfuerzos por reunir y consolidar las capacidades en los sectores académico, filantrópico, industrial y gubernamental. Durante el Decenio se realizarán llamamientos a la acción para que productos digitales formen parte del ecosistema.
Según el documento, los recursos para las ciencias oceánicas provienen de una serie de organizaciones, como gobiernos, fundaciones filantrópicas y los sectores empresarial e industrial, pero para lograr los objetivos del Decenio, la cantidad y el tipo de recursos disponibles para las ciencias oceánicas tendrán que aumentar significativamente en los próximos años. La Alianza del Decenio de los Océanos se ve entonces como un importante mecanismo para la movilización de recursos.
La ONU espera que el Decenio de los Océanos facilite la generación de datos, información y conocimientos necesarios para pasar del océano que tenemos al océano que queremos. Y hace una lista de los siete resultados que deben lograrse después del trabajo que se realizará durante estos 10 años:
- Un océano limpio donde se detectan y se reducen o eliminan las fuentes de contaminación.
- Un océano saludable y resiliente donde se entienden, protegen, restauran y gestionan los ecosistemas marinos.
- Un océano productivo que sustenta el suministro sostenible de alimentos y una economía oceánica sostenible.
- Un océano predecible cuyas condiciones cambiantes son entendidas por la sociedad, que está capacitada para responder a ellas.
- Un océano seguro donde la vida y los medios de subsistencia están protegidos de los peligros relacionados con el océano.
- Un océano accesible con un acceso abierto y equitativo a los datos, la información y la tecnología y la innovación.
- Un océano inspirador y estimulante que la sociedad entiende y valora en relación con el bienestar humano y el desarrollo sostenible.
