Los océanos del mundo, conectados por corrientes submarinas, constituyen el mayor ecosistema del planeta y están en emergencia, por esto el ODS 14 (2016), se enfoca en la vida submarina. El 61% del océano es agua internacional, abierta a todos los estados para navegación y pesca, mientras que solo el 18.43% de las zonas económicas exclusivas y el mar territorial tienen protección, por lo tanto, representan un desafío para la migración de especies marinas, requiriendo acciones globales concertadas.
Las áreas marinas del Pacífico centro y suramericano son cruciales para especies migratorias, conectando paisajes submarinos y hábitats terrestres. La Convención sobre Diversidad Biológica (1992) aborda conservación, uso sostenible y beneficios genéticos, y en su Marco Global de Biodiversidad 2050, establece metas para áreas marinas y restauración de ecosistemas marino-costeros, destacando la urgencia de acciones para revertir la pérdida de naturaleza.
Foto: Juan Camilo Mora Parra
En el Pacífico tropical, iniciativas como tratados multilaterales y esfuerzos regionales de conservación son exitosos. Estados, comunidades y científicos trabajan para detener la pérdida de biodiversidad, conectándonos a nivel regional y global.
Save the Blue Five es un proyecto implementado por CPPS, GIZ, Conservación Internacional y MarViva, financiado por el Ministerio Federal Alemán del Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección al Consumidor – BMUV, a través de la Iniciativa Climática Internacional – IKI, que busca fortalecer la coordinación entre países del Pacífico Sudeste, involucrando sectores y comunidades, aumentando las probabilidades de financiamiento, mejorando el conocimiento, y estableciendo una estrategia de comunicaciones y capacitaciones robusta enfocada en la megafauna marina migratoria a través de cinco grupos: ballenas, delfines, tiburones – mantarrayas y tortugas marinas.
En conclusión, la migración de las especies marinas es un testimonio vivo de la conectividad de los océanos del mundo. Estas migraciones conectan los ecosistemas marinos, apoyan la biodiversidad y tienen tanto una importancia ecológica como económica. La protección de estas migraciones requiere colaboración internacional y una gobernanza marina efectiva, como se demuestra, por ejemplo, en el Pacífico Sudeste a través de la CPPS y la iniciativa del CMAR en el Pacífico Este Tropical.
- Migraciones: conectan ecosistemas marinos, apoyan la biodiversidad y tienen una importancia ecológica y económica. La protección de estas migraciones requiere colaboración internacional y una gobernanza marina efectiva.
- CPPS: la Comisión Permanente del Pacífico Sur es un sistema marítimo regional, político y operativo en el Pacífico Sudeste, creado por acuerdo entre Chile, Ecuador y Perú en 1966, al que se adhirieron posteriormente Colombia y Panamá, y cuyo plan de acción es la protección del medio marino y áreas costeras de la región.
- CMAR: el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical es una iniciativa regional de conservación y uso sostenible que busca la adecuada gestión de la biodiversidad y los recursos marinos del Pacífico Oriental Tropical de Ecuador, Costa Rica, Panamá y Colombia.
- Solo 18.43% de las zonas económicas exclusivas y de mar territorial se encuentran bajo figuras de conservación.
- 16 mil km es el ciclo migratorio de las ballenas jorobadas. Nacen en aguas tropicales, migran a aguas circumpolares para alimentarse durante el verano y regresan a aguas tropicales para aparearse y parir a sus crías.
- Las tortugas marinas nacen en las playas, pasan su vida alimentándose en lugares muy alejados y, luego de varios años, regresan a desovar en la playa donde nacieron.