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La conservación del manglar debe ser un compromiso de todos

La “Campaña de sensibilización sobre la conservación de los manglares en el Golfo de Morrosquillo” evidenció un alto interés de las comunidades, asimismo la oportunidad de adelantar un trabajo de largo alcance para lograr el conocimiento y la apropiación social de este ecosistema.

Las actividades que se desarrollaron recientemente en el territorio, dentro de la Campaña de sensibilización, permitieron conocer las expectativas y el compromiso de diferentes grupos de la población local con respecto a los manglares, y en este caso específico con el Parque Regional Natural (PRN) del sistema manglárico del sector de la Boca Guacamaya, en Santiago de Tolú, y del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) del ecosistema de manglar y lagunar de la Ciénaga de La Caimanera, en Coveñas.

El plan de trabajo, liderado por la corporación autónoma regional de Sucre – CARSUCRE y Conservación Internacional Colombia – CI, fue desarrollado por Agenda del Mar Comunicaciones, dentro de la iniciativa Vida Manglar.

“Esta experiencia ha sido un éxito total, como lo dijera, ha sido una de las bendiciones más grandes que hemos recibido de la vida”, dice Juan Barragán, de la Asociación Ecológica y Turística Guacaverde.

Una de las recomendaciones finales de la Campaña, es justamente desarrollar un proceso formativo extendido, concentrado y certificado con los guías, pues se evidenció que, pese a su entusiasmo y su amor por el manglar, se debe fortalecer en la información que brindan sobre las aves presentes en la zona y la dieta que llevan algunas especies.

Los participantes valoraron mucho el trabajo que se adelantó. Juan Barragán, de la Asociación Guacaverde, dice que para él “fue una experiencia muy gratificante para nosotros, de mucho conocimiento, mucho aprendizaje sobre el ecosistema y los beneficios que nos da el manglar y no lo sabíamos”.

Tal vez por eso resultó tan emotiva, y enriquecedora para todos, la actividad denominada “canotaje: exploremos el manglar”, en la que los guías turísticos y los miembros de la comunidad que participaron se convirtieron en espectadores y se unieron en un mismo espacio de reflexión y construcción de saberes de las dos áreas protegidas.

La invitación fue a que cada uno se permitiera descubrir el manglar desde los sentidos. “A todos nos pasa que muchas cosas se nos vuelven paisaje, como el manglar, entonces se trataba de cómo logramos reconectarnos nuevamente con ellos y darles un nuevo significado a partir de la vista, del olfato, del tacto, del oído”, explica María José Ospina, directora de la Agenda del Mar.

Los 25 participantes, además, conocieron las cuatro especies de manglar que hay en el DRMI del ecosistema de manglar y lagunar de la Ciénaga de La Caimanera: Avicennia germinans; mangle rojo Rhizophora mangle; mangle blanco Laguncularia racemosa; y mangle zaragoza Conocarpus erectus L. 

En el proceso se realizaron 9 actividades enmarcadas en tres componentes: lo comunicacional, lo educativo y lo didáctico. Para muchos de los participantes fue una forma novedosa de abordar los contenidos ambientales.

Una experiencia que despertó mucho interés fueron los talleres “Manglar, legado de vida”, a los cuales asistieron 18 personas en Tolú y 27 en Coveñas. El programa incluyó talleres, conversatorios, juegos didácticos y cineforos.

De las diferentes actividades participaron cerca de 20 actores claves identificados de los sectores público (CARs, Armada, AUNAP, alcaldías, instituciones educativas, otros), privado (hoteleros, operadores turísticos, otros) y organizaciones de la sociedad civil (JAC, asociaciones de turismo y mangleros, grupos juveniles, otros).

El compromiso de la institucionalidad fue permanente y evidenció un alto grado de compromiso. En este aspecto fue muy valioso el liderazgo de la Corporación Autónoma Regional CARSUCRE y el acompañamiento de representantes de las alcaldías y miembros de la Armada Nacional en las actividades que se adelantaron en Tolú y Coveñas.

Daniel Sánchez, ingeniero ambiental y sanitario que se desempeña como Coordinador de la Red Nacional de Jóvenes de Ambiente en Sucre, dijo sentirse muy satisfecho con los logros alcanzados por la campaña. “Destaco mucho el trabajo de comunicación, estos talleres nos brindan a todos, a la comunidad, la capacidad de poder interpretar con respecto al tema del manglar y la posibilidad de manejar el mismo lenguaje”, explicó.

Entre las propuestas de la comunidad, está la de involucrar en los procesos de apropiación a las entidades del sector privado, principalmente propietarios de fincas con actividades agropecuarias que impactan los manglares; así como a los hoteleros y a los guías, porque son quienes tienen el contacto directo con los turistas.

Igualmente, se definieron recomendaciones para integrar a los procesos a los jóvenes, a las instituciones educativas, a las mujeres y a los pescadores; grupos que pueden ser muy importantes para el éxito de las acciones encaminadas a la conservación del manglar y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.

El objetivo se cumplió: “sensibilizar a las comunidades y a los actores estratégicos regionales, incluyendo autoridades ambientales y territoriales, de las áreas del DRMI La Caimanera y el PRN Bocas de Guacamaya, a través de herramientas educativas y de comunicación para apropiarlos sobre la importancia de los manglares y su conservación”.

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