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¿Y ahora qué va a pasar con el proyecto de ganadería sin deforestación?

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Cuando estaba a punto de convertirse en Ley de la República, el proyecto que buscaba frenar la deforestación controlando la extensión de zonas ganaderas fue archivado definitivamente. Toca volver a empezar desde cero.

A veces las prioridades políticas del país no coinciden con las necesidades del planeta. El Proyecto de Ley que se ha conocido como “Ganadería libre de deforestación” no superó el último debate a pesar de las muchas voces que advirtieron sobre su importancia en las últimas semanas.

Uno de los mensajes más impactantes fue el del actor Leonardo Di Caprio, en el que le decía al Congreso colombiano que con esta ley podía hacer historia. Y el tema no es importante solo porque lo haya dicho Di Caprio, no es un asunto de farándula, pero sí demuestra hasta qué esferas ha llegado el interés del mundo por lo que ocurra en la Orinoquía y la Amazonía.

El resultado obtenido en el Congreso es similar a lo que le pasa a un equipo de fútbol cuando pierde con un gol en el último minuto. El proyecto había sido aprobado por la Comisión Quinta y luego por la plenaria en la Cámara de Representantes, después por la Comisión del Senado y estaba a un debate de volverse Ley.

Faltaba solo la aprobación de la plenaria del Senado, sin embargo, el proyecto ni siquiera fue incluido en el orden del día el 20 de junio, última fecha en la que podía ser votado.

La ponencia había sido hecha por la también Representante a la Cámara Julia Miranda, quien durante casi 17 años fue directora de Parques Nacionales Naturales, y tenía aparentemente el respaldo de las mayorías.

El autor del proyecto, el Representante a la Cámara por Bogotá Juan Carlos Losada, lamentó que esta iniciativa haya sido archivada de forma definitiva, es decir, como llevaba 2 períodos en tránsito no se puede llegar a la próxima legislatura al cuarto debate, toca arrancar desde cero como un proyecto nuevo.

“Claro que le vamos a volver a presentar otra vez, el 20 de julio. Lo que buscamos es volver interoperables los sistemas de información que tiene el Estado para tener total trazabilidad del ganado en nuestro país y de esa manera combatir la deforestación que está asociada a la ganadería”, dijo Losada.

Esto quiere decir que se deben integrar 4 bases de información: el Sistema Nacional de Identificación e Información de Ganado Bovino (Snigan), Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono y el Registro Nacional de Zonas Deforestadas (del IDEAM), el Sistema de Catastro del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) y el Registro de la Propiedad Inmueble (administrado por la Superintendencia de Notariado y Registro).

Losada insiste en que, por medio de una Ley, “se debe obligar a las autoridades a tener un sistema de información que logre identificar individualmente el ganado, así como los predios en los que ha estado y cruzarla con la información satelital de monitoreo de bosques ya disponible. Este sistema podría garantizar si una vaca ha estado o no, en algún momento de su vida, en áreas deforestadas”.

Por su parte, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, ha venido advirtiendo sobre la problemática que genera el interés de conseguir nuevas áreas para la ganadería en zonas de reserva como las de la Orinoquía y la Amazonía. “Más de 200.000 cabezas de ganado fueron comercializadas provenientes de la invasión al resguardo Nukak, en los últimos seis años”, asegura un comunicado público que además dice: “En Colombia ha llegado el momento de garantizar la protección de las áreas generadoras de servicios ambientales de utilidad pública prioritaria, como es el caso de los bosques, humedales, manglares, y páramos”.

El documento está firmado por el director de la Fundación, Rodrigo Botero, quien trabajó 9 años como director territorial de Parques Nacionales Naturales para la Amazonía y la Orinoquía.

Si el Congreso le presta al problema de la deforestación la atención que se merece, el nuevo Proyecto de Ley podría ser tramitado antes de que termine el año, pero ante tantas discusiones sobre reformas y otros temas, nadie se atreve a pronosticar si se logrará o no en el segundo intento. Por ahora lo única claro es que este Congreso estaba llamado a hacer historia y no lo consideró prioritario. En otra ocasión será.

La lucha contra la deforestación es un compromiso que debemos asumir desde nuestros hogares y prácticas cotidianas. No podemos esperar únicamente a que las políticas gubernamentales cambien, sino que debemos ser agentes activos de transformación. Al tener prácticas de consumo de carne conscientes y apoyar iniciativas de conservación, podemos dar voz a la importancia de proteger nuestras selvas y bosques. Comprometámonos a ser parte de la solución y no del problema.

Si quieres saber más sobre el panorama de la deforestación en el país, te invitamos a leer el siguiente artículo.

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