Quienes conocen el proceso consideran que esta iniciativa representa una muy buena noticia para el país, pero advierten que no es cierto que con ella se elimine el riesgo de que se construya un nuevo puerto en esa región.
En una gira por Europa, el presidente de Colombia se reunió con Audrey Azoulay, Directora General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). La imagen le dio la vuelta al mundo y una publicación del propio presidente en Twitter precisaba la información: “Grato encuentro con @AAzoulay, Directora General de @UNESCO, a quien le presentamos la solicitud de declaratoria de la región Tribugá-Cupica-Baudó, en Chocó, como Reserva de Biósfera en el planeta, una iniciativa que se trabajó #EnEquipo con las comunidades”, decía el trino.
En el mundo hay 686 reservas de la biósfera, distribuidas en 122 países. En caso de concretarse, la del Chocó sería la sexta en Colombia y la primera en el Pacífico. Las cinco que ya existen son Cinturón Andino, Tuparro, Sierra Nevada de Santa Marta, Ciénega Grande de Santa Marta y Seaflower alrededor del archipiélago de San Andrés.
El presidente Iván Duque agregó que en la zona que se ha postulado ante la Unesco para que sea declarada como reserva de biósfera, hay “250 especies de algas, 42 de esponjas, 110 de cnidarios, 875 de moluscos y 1.894 de anélidos, entre otras”.
El puerto
El anuncio de la Presidencia de la República tomó por sorpresa a muchas personas, incluso algunos aseguraron que esa declaratoria pondría fin para siempre al proyecto de un nuevo puerto de aguas profundas en el Chocó.
Jack Farine, productor del documental “Expedición Tribugá”, celebró el avance que representa esta solicitud ante la Unesco, pero aclaró que no se trata de un proceso nuevo, ni sepulta la idea del puerto.
“Es algo muy importante porque es un sello para que el mundo considere esta región como un lugar clave para la mitigación del cambio climático, pero mientras no haya una ley que proteja estos territorios, esto se quedaría solamente en una declaratoria, necesitamos es que se legisle en Colombia. La idea de hacer un puerto no ha parado y no creo que el presidente tenga la intención de proteger eso”, explica.
Adicionalmente, dice Farine, el Gobierno de Antioquia tiene en su Plan de Desarrollo un proyecto para construir un tren que una los puertos que se están adelantando en Urabá con el Océano Pacífico. “La idea de ellos es llegar al límite de esta área protegida que es Bahía Cupica, eso como que no pudieron hacerlo en Bahía Málaga, luego tampoco pudieron hacerlo en Tribugá y ahora quieren hacerlo en Bahía Cupica”.
Una percepción similar tiene María Claudia Díazgranados, coordinadora del programa Carbono Azul de Conservación Internacional. “Desde hace años se viene hablando de esto porque es muy importante para el planeta, tiene una cantidad increíble de endemismos, ecosistemas clave y especies estratégicas, por eso desde hace años esto es algo que apoyamos muchas organizaciones no gubernamentales, hay un documento técnico, incluso. Creo que es una muy buena iniciativa y me encanta que el presidente haya hablado directamente con la persona de la Unesco pues esto requiere todo un proceso”.
Con respecto al puerto, María Claudia es muy prudente, pero advierte que no se trata de un elemento decisivo que cierre por completo el riesgo de una construcción de este tipo en la zona. “No quiero que se generen falsas expectativas en la gente porque una declaratoria de una reserva de biósfera es importante pero no es decisivo para construir o no un puerto, y más si se llegara a declarar como una prioridad nacional”.
Sobre el área comprendida por el proyecto de reserva de biósfera, la Presidencia de la República precisó que “la región de Tribugá, Cupica y Baudó comprende los golfos de Tribugá y Cupica, las ensenadas de Utría, Arusí, Coquí y Tribugá, además de las bahías Nabugá, Solano y Cupica. Paralelo al océano Pacífico, está la Serranía del Baudó, que es paso obligado de especies de animales, plantas y organismos hacia Centroamérica y América del Sur”.
