Tuvimos el honor de entrevistar a uno de los jurados de nuestro 14 Fotoconcurso Agenda del Mar, quien puede considerarse uno de los fotógrafos más apasionados y comprometidos con la conservación de nuestra biodiversidad: Memo Gómez. Nació en Medellín, Colombia, y ha dedicado su vida a capturar la esencia de la naturaleza y la vida silvestre, con un especial enfoque en la fotografía de aves. Su formación en el Instituto de Fotografía de Nueva York le proporcionó las herramientas necesarias para perfeccionar su técnica, pero es su amor por la naturaleza lo que realmente impulsa su trabajo.
A través de sus impresionantes imágenes, busca sensibilizar al público sobre la importancia de conservar nuestra biodiversidad. Su destreza en la fotografía de aves en acción y habilidad para enseñar estas técnicas lo han convertido en un referente en Latinoamérica. Además, como embajador global de Vanguard Photo y de Sony Alpha para América Latina, y miembro del Team Panda WWF Colombia, ha dejado una huella significativa en el mundo de la fotografía de conservación.
Autor del libro «Naturaleza y Asombro» y galardonado en numerosos concursos de fotografía tanto nacionales como internacionales, él no solo captura la belleza del mundo natural, sino que también inspira a otros a protegerlo. Aunque comenzó su carrera como empresario hotelero, Memo encontró su verdadera pasión o IKIGAI en la fotografía, dedicándose por completo a esta desde hace varios años.
Acompáñanos en esta entrevista para conocer más sobre su trabajo, inspiraciones, especies favoritas y destinos soñados.
¿Cuál es tu ave favorita para fotografiar?
El águila arpía, que justo la logré fotografiar no hace más de un mes.
¿Qué destino sueñas con fotografiar y aún no has visitado?
Me hace falta una parte importante de la Amazonía y quiero fotografiar mejor el Chocó colombiano. A pesar de que trabajé muchos años en el Chocó me faltan muchas partes de esta zona del país.
¿Prefieres fotografiar al amanecer o al atardecer?
Los dos me parecen bien, incluso si hay nubes no me importa. Cualquier horario, me sirve.
¿Cuál es la fotografía de la que estás más orgulloso?
La que no he tomado todavía. Yo tengo como disciplina no alegrarme por lo que ya hice como si fuera lo último. Me alegro porque me quedó bien el trabajo, pero siempre pienso qué puedo hacer más allá, todo lo que me falta y siempre estoy mirando para adelante. Si no, me da susto inconsciente de que la motivación se me vaya, por eso siempre quiero tener tareas pendientes por hacer.
Fotos: Memo Gómez
¿Qué cámara es imprescindible en tu mochila?
Sony Alpha 1. Es una cámara de 50 millones de píxeles y es imprescindible porque todo lo que puedo trabajar con buenos ISO me da un rango dinámico absolutamente absurdo.
¿Cuál ha sido tu mayor reto como fotógrafo de naturaleza?
El mayor reto ha sido lograr usar la técnica a favor de las historias porque en la naturaleza no podemos suponer que algo va a pasar, podemos esperar, pero no podemos afirmar con certeza que va a suceder, entonces es necesario un dominio técnico muy grande y estar muy concentrado. El éxito está en dominar la técnica y usarla justo cuando algo cambió.
Eso para mí ha sido un reto importante pero es una de las cosas que más me apasiona de este tipo de fotografía: contar historias a través de la técnica.
¿Qué especie te gustaría fotografiar en acción que aún no has podido capturar?
Muchas. Por ejemplo, quiero capturar a los caimanes atacando venados porque es la forma en que viven, ya tengo otras de otras especies, pero esa fotografía la quiero tomar. Quiero fotografiar el martín pescador justo cuando está entrando al agua y estoy muy cerca, ya tengo fotos cercanas, pero todavía me falta. Me encantaría que fuera con el Chloroceryle Aenea o martín pescador enano.
¿En qué destino podrías cumplir alguno de esos sueños?
Eso lo puedo hacer en el Magdalena Medio, en los Llanos Orientales o en la parte norte del país. Básicamente en tierras bajas.
¿Cuál es tu consejo número uno para los fotógrafos de naturaleza que están comenzando?
El consejo número uno es que estudien. La mayoría de la gente piensa que hacer fotografía es lo mismo que tomar fotos: el que toma fotos solo oprime un botón, pero el que hace fotografías piensa un montón de cosas para que la historia tenga dirección y la gente mire donde uno quiere que mire.
El consejo es que si no estudian pues van a estar tomando fotos y no van a hacer historias de fotografía.
¿Cuál es tu técnica favorita en la fotografía de aves?
Fotografía de acción.
Fotos: Memo Gómez
¿Qué libro de fotografía recomendarías a tus alumnos que están comenzado?
Hay uno de Glenn Bartley de fotografía de aves que considero tiene todos los fundamentos y es muy fácil de leer, te da los puntos clave para entender de qué se trata este arte.
¿Qué lugar en Colombia es tu favorito para la fotografía de naturaleza?
Casanare y Putumayo, ambos me gustan mucho.
Casanare porque la abundancia de fauna es increíble, la luz casi siempre es buena y se presta para hacer fotografías poderosas, que impacten. Y, por otro lado, me encanta Putumayo por su biodiversidad; desde que estás al nivel del Amazonas tienes una biodiversidad, subes 1.000 metros y estás en otra… Es muy completo, hay mucha fauna y todavía hay mucho bosque.
¿Qué fotografía memorable has logrado en alguno de esos lugares tan fascinantes?
En Casanare logré la fotografía de una babilla comiéndose a un chigüiro, tengo varias de Martín pescador cayendo al agua, pero me quedo con los rayadores: es un ave que lleva el pico en el agua, me gusta mucho y allá he podido hacer las mejores fotos.
Y en Putumayo hay una urraca azul que he podido capturar en varas ocasiones en el monte a pesar de que no es fácil, porque es una especie que se encuentra bastante adentrada en la montaña. Estas son algunas de las que se me vienen a la mente.
¿Qué emoción buscas transmitir a través de tus fotografías?
Busco que la gente entienda el valor y la importancia de la naturaleza, que entienda que las especies no son solo una cosita negra que pasó o un bicho lejano, sino que tienen un rol importante en el ecosistema y que sin ellos nosotros también tendríamos problemas, o sea, nosotros necesitamos el equilibrio que produce todo el ecosistema entre las diferentes especies. Busco que la gente sienta amor, ternura, que conecten con la verdad de las especies para que realmente conozcan la diversidad.
¿Qué proyecto de conservación te ha marcado más a lo largo de tu carrera?
Yo creo que el marco completo del proyecto que me puse en la cabeza fue tratar de llevar la naturaleza a personas que no sienten mucho por ella, tratar de que quienes no están cercanos a este entorno logren comprender. Llevo muchos años trabajando en este sentido y ha sido lo que ha mantenido el norte para mí: todo lo que hago, lo hago en esa dirección
Para finalizar, ¿algún mensaje para los participantes del 14 Fotoconcurso de la Agenda del Mar?
Cuenten historias que no se queden en fotos bonitas. Si presentan fotografías técnicamente bien hechas, con colores muy lindos y composiciones bonitas; pero que no inviten a la reflexión y que no nos despierten emociones, es posible que la fotografía se quede coja. En el concurso vamos a evaluar la capacidad narrativa y gráfica del autor.
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