El plan de navegación indica que la expedición se extenderá hasta el 22 de marzo del 2024, fecha en la que el buque terminará un recorrido de 12.571 millas náuticas.
A cargo de la travesía están la Dirección General Marítima de Colombia (Dimar), la Comisión Colombiana del Océano (CCO) y el Programa Antártico Colombiano (PAC); bajo la dirección de la Armada Nacional.
“A bordo van más de 20 científicos y 40 investigadores para entender muchos fenómenos del fondo marino, el clima y en el agua”, dijo el Comandante de la Armada de Colombia, Almirante Francisco Hernando Cubides.
Durante la Décima Expedición Antártica de Colombia se trabajará sobre 12 proyectos de investigación liderados por 18 investigadores y de los cuales 9 son adelantados por equipos colombianos y 3 más por dos equipos extranjeros, uno de Ecuador y el otro de Turquía.
Desde la llegada de los integrantes de la expedición, comenzó la recolección de datos para los estudios de oceanografía, física, química, biología y microbiología. Estas labores son adelantadas por investigadores que representan a diversas instituciones, como la Dirección General Marítima (Dimar), Ecopetrol, Invemar, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Fundación Malpelo, Universidad Técnica de Estambul, Universidad Central de Ecuador, Universidad de Cornell, entre otros.
Para obtener información relevante, se han instalado estaciones de medición con la finalidad de estudiar variables oceanográficas y el comportamiento del nivel del mar y se recopilarán datos hidrográficos para actualizar las cartas náuticas en la Antártica.
La expedición también estudia la problemática de los microplásticos en el Estrecho de Gerlache, evaluando su toxicidad y riesgos ambientales, adelanta estudios sobre mamíferos marinos, como la ballena jorobada y hace una valoración de los niveles de sonido ambiental ante preocupación que tiene el sector científico por el ruido oceánico.
La importancia de la Antártida
El Capitán de Navío, Alexis Grattz Bonilla, jefe de crucero de la expedición, explica que “la Antártica sirve como una especie de refrigerador para todo el planeta debido a que en este lugar se condensa cerca del 90 % del hielo que existe en toda la Tierra. Igualmente, en sus mares circundantes se absorbe cerca del 35% del exceso de carbono que produce el hombre”.
Además, recordó que existe una corriente de agua helada muy rica en nutrientes que parte desde el Polo Sur por el Pacífico y sube por toda la costa de Suramérica, conocida como la corriente de Humboldt. Cualquier alteración en esa corriente podría traer consecuencias incalculables.
“Si hay un mayor calentamiento global en la Antártica, se va a producir un deshielo, lo que va a generar mayor cantidad de agua líquida. Esto incrementará el nivel medio del agua de los océanos, desencadenando inundaciones sobre aquellas localidades que se encuentran en la costa de los países suramericanos”, agregó el Capitán de Navío.
Esta expedición hace parte de un compromiso adquirido por el país hace más de 60 años, pues Colombia en 1959 firmó el tratado antártico de cooperación con otros 56 países del mundo en el que la Antártica fue declarada como territorio de paz y ciencia, una reserva natural sin actividad militar.
