El blanqueamiento de coral es un fenómeno alarmante que ocurre cuando la temperatura del agua supera los 28 grados Celsius. En estas condiciones, las zooxantelas, que son algas simbióticas que viven en los tejidos del coral, comienzan a producir compuestos dañinos. Para protegerse, el coral expulsa a estas algas, lo que resulta en la pérdida de su color vibrante y la aparición de un aspecto blanquecino, que corresponde al color del esqueleto de carbonato de calcio del coral, ya que los pólipos son transparentes.
Este proceso no solo afecta la estética del coral, sino que también tiene consecuencias graves para su supervivencia. Al expulsar a las zooxantelas, el coral pierde su principal fuente de alimento, lo que lo debilita y lo hace más susceptible a enfermedades. Sin embargo, es importante destacar que una colonia de coral que ha experimentado blanqueamiento no está necesariamente muerta; simplemente está atravesando un periodo de estrés. Si las condiciones del agua mejoran y la temperatura vuelve a su rango normal, el coral puede reabsorber las zooxantelas, recuperar su color y restaurar su salud.
A pesar de su capacidad de alimentarse de pequeños animales del zooplancton y materia orgánica a través de sus tentáculos, si el blanqueamiento persiste durante mucho tiempo, el coral puede debilitarse tanto que eventualmente morirá de inanición.
