Por: Maria José Ospina, directora Agenda del Mar
En empecé en a bucear 1990 en la Universidad Nacional con el Club de buceo Escualos y mi conexión con le mar fue tan profunda que un año después, frente al mar de Isla Fuerte con un gran amigo, empezamos a soñar en una publicación con información útil para los buzos y que ayudara a promover el mensaje de la conservación entre los buzos y amantes del océano. Algo que lleváramos en el día a día y que enseñara sobre los océanos.
En 1991 publicamos la primera edición de la Agenda del Mar y en 1992 conocimos un gran aliado, que fue además nuestro primer patrocinador, la primera empresa que decidió apoyar este proyecto. Conocí a Nicanor Restrepo Santamaría en el mundo del buceo, y para esa época no solo era el Presidente de Sura, una de las compañías más grandes del país, sino en opinión de muchos, el principal dirigente empresarial que ha tenido Antioquia en los últimos 60 años.
Lo recuerdo como un hombre sensible, amante del mar, de Providencia, con una visión tan amplia, tan adelantada a su tiempo, que desde entonces entendía la importancia de trabajar en la conexión de las personas con los océanos, un tema que todavía no estaba en la agenda de la sociedad y que además le estaba siendo presentada por una joven desconocida de apenas 20 años.
Para ese momento nadie hablaba de emprendimiento y, mucho menos, de los temas relacionados con la conservación. Sin embargo, Nicanor Restrepo confió en mí y en el grupo de trabajo que apenas estábamos conformando, y ese impulso lo llevamos en lo profundo de nuestro corazón.
Nicanor tenía la certeza de que conectar a las personas con los océanos era posible y era importante. Eso fue clave para la Agenda del Mar, porque ese voto de confianza nos motivó mucho y nos reiteró que íbamos por el camino correcto.
Son más de tres décadas trabajando con Sura, nos apoyaron con los primeros talleres ambientales que hicimos en 1997, con las cartillas del Planeta Azul, materiales de educación ambiental que donábamos a las instituciones educativas durante 20 años, y siempre, sin falta, en las 32 ediciones de la Agenda del Mar. Además, hemos sido aliados en otros procesos, para Sura hicimos durante muchos años sus agendas.
También hemos desarrollado proyectos muy importantes con la Fundación de Sura, charlas, materiales educativos, talleres y hasta jornadas de limpieza, como la que tuvimos hace apenas unos días en Medellín y Cartagena, con su programa de voluntariado Sumando Voluntades. Sura y su tigre, representan para nosotros un aliado del alma.
Tantos años después, pienso que aún estamos a tiempo, que debemos mantener la esperanza y cada día reiterar el compromiso por conservar nuestro planeta con acciones decididas que aporten en este sentido. Y estoy convencida de que al cumplir nuestra misión de conectar a las personas desde sus realidades y su entorno con los océanos, finalmente todos comprenderemos la gran responsabilidad que debemos tener con ellos, ya que el mar empieza en casa.
La Agenda del Mar fue creada para ser esa herramienta que genera las publicaciones, las cartillas, los juegos, los eventos, álbumes y muchas otros productos con contenido, esa conexión con el océano, con el planeta y, lo más importante, con su conservación.
Y sigo convencida de que si conocemos algo, lo amamos y si lo amamos, lo vamos a conservar.
