Por: Ernesto Obando
A pesar de esto y de que mi presente este ligado íntimamente a una cámara fotográfica y que mis destinos de viaje sean elegidos por el potencial fotográfico que ofrecen, como realmente me identifico es como “un viajero”. Un ser itinerante que considera viajar, desde ir a la vuelta de la esquina hasta navegar por días o meses a través de los océanos del planeta. En el hoy no concibo viajar sin una cámara en mis manos para registrar “todo” a mi alrededor, especialmente la fauna.
Viajar probablemente sea una de las actividades más excitantes que un ser humano pueda llevar a cabo, conocer otras culturas, su gente, su gastronomía, sus costumbres, recorrer otros caminos, ascender otras montañas, navegar por otros ríos, aquí y allá, corresponde con ese espíritu inquebrantable que ha llevado al ser humano a conquistar casi todos los rincones del planeta. En mi caso, es un estilo de vida, aquello que me mueve, que me impulsa a cumplir los objetivos profesionales que me trazo cuando tengo un destino en mente, con una gran ventaja, tengo una actividad profesional que disfruto realizar y una compañía en la que me gusta estar, no soy una persona que “viva aburrido con mi trabajo”, así que mi profesión y la fotografía las desarrollo con la misma pasión
Por ello viajar y fotografiar o viajar para fotografiar, como lo deseen, me parece la combinación perfecta. Desde el mismo instante en que empiezas a planear un viaje te sumerges en múltiples facetas del destino que vas a visitar, cada lugar que explorar comienzas a sentir estar allí, una sensación que extiende incluso hasta cuando regresas, porque después de la aventura llega el momento de procesar tus imágenes. Es por esto que probablemente los fotógrafos, así como personas que están relacionadas con otro tipo de artes visuales pueden llegar a tener un plus adicional a la hora de viajar y de advertir las situaciones a su alrededor, a esa manía o esa capacidad que tenemos de disfrutar de una manera más profunda y detallada cada recorrido que hacemos.
Hoy escribo esta pequeña reseña para compartir la manera como yo veo la fotografía de viajes y para compartir de manera sencilla aquellas cosas que hago para lograr imágenes y congelar instantes memorables, esperando que sea, aunque muy superficial, de gran ayuda para quien decida leerla y ponerla en practica.imágenes y congelar instantes memorables, esperando que sea, aunque muy superficial, sea de gran ayuda para quien decida leerla y ponerla en práctica.
PLANEACIÓN
Planear es soñar despierto, es sentir el lugar mucho antes de poner un pie allí. Mis viajes comienzan mientras veo un documental, película o serie y encuentro un lugar fascinante que me obligan a decir en en voz alta “yo quiero estar ahí”, y la máquina comienza a trabajar para lograrlo. Esta decisión es seguida por una rápida carrera por conseguir información de la zona, ya sea a través de la web, de algunas aplicaciones o de otros viajeros, todo aquello que contribuya a darle forma al sueño es bienvenido.
Aquí viene un primer reto que debí superar con dificultad, antes de que mis viajes fueran para hacer fotografía, mis recorridos eran intensos, veloces, cientos y miles de kilómetros para avanzar, visitas fugaces a poblados o lugares de interés, simplemente por “estar”, por una necesidad imperiosa que tenía de conocer “más países”. No tardé en aprender de una maestra que el fotógrafo debe tomarse su tiempo, una buena fotografía requiere de pausa, de paciencia, de tranquilidad, por ello viajar sin prisa es un tesoro, la luz te lo agradecerá.
El segundo desafío es imaginar, proyectar el potencial de fotos que se pueden lograr en un lugar, región o país, gracias a la oferta de imágenes que abundan en las redes sociales, de la gran cantidad de contenido de calidad que se produce y de la facilidad que nos ofrecen algunas aplicaciones de planear una foto mucho antes de estar en el lugar y en esto Photopills es sin duda la mejor. Allí puedo conocer anticipadamente las horas de mejor luz, luz dorada, azul, la dirección por donde sale o se oculta el sol, la vía láctea, eclipses, lluvias de estrellas y muchos datos más.
EL CLIMA RIGE MI DESTINO
Elijo dónde ir en función de la temporada, es esencial. Por ejemplo, si puedo viajar en abril o mayo, escogeré entre el hemisferio norte con primavera o el hemisferio sur con otoño, en ambos casos, una luz maravillosa. Es una tarea más sencilla en la actualidad, gracias a las aplicaciones, documentales y fotografías disponibles en la web, Patagonia en Abril, Islandia en Febrero o Agosto, el norte de Estados Unidos o Canadá, Italia o Suiza en octubre pero esto lo hablaré más adelante en CULTURA VISUAL.
Ya estando el lugar, es mandatorio andar sin agenda, sin comprometerme a estar en un lugar en un momento determinado para no forzarme, ser flexible y elegir cuando moverme o donde invertir tiempo adicional, de acuerdo con el pronóstico del tiempo del corto plazo, el del día o la semana. Aquí utilizo varias herramientas, mi número uno es la web de windy.com para revisar pronóstico de lluvias, vientos o nubosidad. También tomo ventaja de apps como YR, Servicio Meteorológico Noruego, para cruzar datos (aunque Windy es muy acertada), Aurora Alerts, SkyView y The Moon. Ocasionalmente reviso tablas de mareas ( nada más decepcionante que llegar a una playa a fotografiar el agua golpeando las rocas y encontrar la marea está alta o a kilómetros de distancia) y desde luego me intereso en investigar las paginas locales de meterologia como en.vedur.is, la oficina meteorológica de Islandia, que suelen también ser muy acertadas.
MEJORA CONSTANTE DE MI CULTURA VISUAL
Existen decenas de formadores, de maestros de fotografía, que comparten permanentemente sus conocimientos acerca de la fotografía a través de cursos presenciales, de cursos en línea o clases personalizadas, mediante las cuales tendremos oportunidad de adquirir nuevos conocimientos, de reforzar otros y de mejorar nuestra fotografía. Nada mejor que un curso antes de salir de viaje, esto es número 1.
Por otra parte, en mis tiempos libres en casa me dedico a estimular los sentidos y la mente observando extraordinarias imágenes y documentales del lugar que estoy planeando visitar, ya sea youtube, Instagram u otras plataformas, me ofrecen al alcance de un click esta oportunidad. También puedo seguir el trabajo de mis fotógrafos favoritos y de otros fotógrafos que tienen la fortuna de pasar gran parte del año en el lugar que pretendo visitar. También acostumbro a adquirir libros de fotografía y a seguir las publicaciones de otros fotógrafos, visitando sus páginas web y también asistiendo a exposiciones fotográficas. Para mi, observar y admirar la mayor cantidad de imágenes a la que pueda tener acceso me dan un plus muy importante a la hora de reforzar conceptos, de descubrir nuevos y de estimular mi creatividad.
EL MOMENTO, LA ACCIÓN
Sea cual sea el estilo fotográfico que te guste desarrollar, la fotografía de paisaje o naturaleza, la fotografía callejera o el retrato, busca imprimir en la imagen la fuerza de tu espíritu viajero, asegúrate de buscar tantas perspectivas como puedas, registrar tus experiencias siendo flexible a la hora de contarlas a través del lente.
- La luz. El todo o la nada, la razón de ser, la emoción, la fuerza visual, lo complejo o lo simple, dominar sus cualidades te ayudará a tomar decisiones en función de lo que quieres proyectar.
- Composición. Aprendí de un maestro que el fotógrafo que sabe lo que quiere lo encuentra. Estudiar los elementos de la composición permitirá al fotógrafo de viajes identificar rápidamente aquellos que están disponibles en un entorno y tomará decisión de hacerlos parte de la imagen, de manera estética y armónica.
- Encuadrar. Ordenar los elementos disponibles en el lugar de acuerdo a la circunstancia, construir la historia con ellos, como disponerlos, como presentarlos, imaginar el resultado final. Vertical, Horizontal, Panos, gran angular, tele, todo dependerá de lo que quieras destacar.
- El disparo. Configurar la cámara en función de la luz disponible y del resultado final que se quiera obtener, disparar y ajustar, buscar luces y sombras, captar la fuerza o lograr la suavidad, congelar o barrer, enfocar o difuminar. Dominar la reciprocidad te permitirá pensar y ejecutar rápido, la buena luz se apaga.
Ten presente que a pesar de que hayas planeado muy bien acerca de tu visita a un lugar en una temporada en particular, el clima y otros factores pueden influir en que al llegar allí no encuentres lo que esperabas, así que la destreza en el manejo de la luz, el conocimiento en la composición, la habilidad para encuadras y el dominio de la reciprocidad, harán que tengas a mano la flexibilidad que requieres para resolver allí.
FLEXIBILIDAD Y VERSATILIDAD
La planeación puede fallar, el clima puede arreciar, los elementos que esperaba encontrar pueden haber cambiado de lugar o simplemente haber desaparecido, son muchas cosas para alinear y lograr el escenario perfecto, en lo personal no permito que nada me detenga. Aprendí con el tiempo que, mantener mi agenda abierta, como lo mencione en el primer punto, PLANEACIÓN, puede terminar siendo muy lo más valioso para mi, en especial porque la mayoría de las veces no dispongo de tiempo de sobra y a medida que voy yendo a lugares, voy descubriendo información nueva de lugares o situaciones que puedan ser fotografiadas. Y aquí la gente local es muy importante, al establecer conversaciones con ellos me permiten tener una perspectiva adicional que hasta el momento no habría tenido en cuenta, lugares, horarios, circunstancias, por ello la flexibilidad me permite considerar nuevos lugares o situaciones y la versatilidad me permito lograrlo.
Espero con estos tips contribuir a sumar y a contribuir para que la inspiración nunca acabe, que los próximos viajes se conviertan en la celebración de una experiencia maravillosa, enmarcada por imágenes mejorables.
