Por: Pedro Fermín Pérez, instructor de buceo
Buenas tardes señor lector.
Muy seguramente usted bucea o tiene ganas o por lo menos tiene algún conocido que practica esta actividad.
Ahora el Gobierno está trabajando para reglamentar la actividad y obviamente el temor que embarga los buzos es grande:
¿Será que lo reglamentan con suficientes bases técnicas?
¿Será que si hay una ley se incrementarán los costos del buceo al tener que cumplir requisitos más altos?
¿Será que mi carné de buceo tendrá validez?
¿Será que con esta ley ya no habrá mas accidentes de buceo?
Yo como cuidadano común y corriente tengo los mismos temores que ustedes, pero como un número pequeño de buzos en el país me siento en una posición en la cual las decisiones que se tomen tendrán consecuencias más evidentes, ya que hago parte de ese pequeño grupo que, como alternativa de vida, decidió volverse instructor y que como muy pocos en el país decidió, no solo volverse instructor, sino dejar mi profesión universitaria en segundo plano y apostarle a vivir del buceo, a crear empresa y tener como única fuente de ingresos esta actividad.
No estoy seguro de que las preguntas tengan una respuesta precisa el día de hoy, pero estoy seguro de que si colaboro con el conocimiento técnico que tengo, puedo darles un poco de claridad a quienes están escribiendo el proyecto de ley. Ese granito de arena puede ayudar y creo que el momento es ahora, ya que después salir a quejarse si la ley es perjudicial o es inviable no tiene razón de ser si cuando se podía hacer algo no se actuó.
O en otras palabras yo siento que si no aporto ahora la ley no solo no beneficiará al sector, sino que por el contrario lo perjudicará.
No es el primer intento para reglamentar el buceo en el país, es solo otro intento más… pero cuestionemos las razones para reglamentar o no reglamentar.
"No meterle mano a lo que ya está inventado"
No reglamentar la actividad pues está autorregulada es uno de los argumentos que varios colegas exponen y entiendo las razones. Los que somos profesionales estamos afiliados a una asociación con estándares muy superiores a las exigencias de las normas ISO e Icontec relacionadas con el tema, y estoy seguro de que si se cumplen se estará buceando bajo condiciones seguras y que una ley no es necesaria en ese aspecto.
En otras palabras, concuerdo al decir que no hay que meterle mano a lo que ya está inventado y está funcionando adecuadamente, además teniendo en cuenta que el buceo es una industria en constante desarrollo, donde se reevalúan los estándares continuamente adecuándolos a nuevos desarrollos tecnológicos. Si el procedimiento está definido por una ley, cada cambio implicará una modificación de la ley, restándonos competitividad, limitando la implementación de nuevos equipos, limitando la posibilidad de acceder a nuevos mercados.
Unos pocos años atras no existía el buceo Nitrox en el país, hoy es una constante en todos los sitios de buceo.
En los últimos meses, el buceo técnico recreativo ha ganado adeptos, el SideMount es un tipo de buceo que muchos ya practican en el país.
Entonces, ¿será que reglamentar nos hace menos competitivos? En mi concepto no es así, siempre y cuando la norma sea adecuada. Así como uno no puede manejar un carro de servicio público si no se tiene la licencia adecuada, un buzo no debe hacer prácticas en condiciones para las cuales no se ha preparado. En una primera salida al mar para certificarse como buzo de aguas abiertas no es prudente hacer buceo nocturno, pues las condiciones son diferentes a las que se consideran en un curso básico, y los estándares de las asociaciones de buceo son precisas al respecto: para hacer buceo nocturno usted debe tomar la especialidad o ser buzo avanzado.
Es eso justamente lo que se debe reglamentar, el buzo debe bucear de acuerdo a los estándares y normas que la agencia certificadora tiene para el carné que le expidió.
Si esto queda claro en el proyecto de ley, le damos un marco legal a nuestra actividad sin que se limite el crecimiento del mercado, y ajustándonos a la realidad del mismo.
Se generarían costos adicionales
Otro temor para no reglamentar es que se pueden generar costos adicionales en la operación de buceo, inspecciones, verificaciones y requisitos que de por sí son cumplidos por instructores y centros de buceo para poder estar avalados por las agencias certificadoras.
Es un temor totalmente válido, sin embargo por la Ley 1115 de 2006 a la Dimar se le responsabiliza para otorgar las llicencias de las empresas de buceo y como en ese momento no se discriminó, la ley debe hacerse cumplir.
En los proyectos originales se tenían normas y costos elevados, imposibles de asumir que de ser aplicados hubieran acabo con la industria del turismo de buceo en poco tiempo. Sin embargo, en una mesa de trabajo asistimos diferentes personas: asociaciones, centros de buceo, ministerios e instructores independientes, e hicimos diferente recomendaciones que generaron un nuevo proyecto de ley, muy diferente a los presentados en años anteriores. Se redujeron la cantidad de artículos, se eliminó la propuesta de que la Dimar era quien debía certificar a los buzos, todo esto se logró haciendo recomendaciones. Si uno lee el actual proyecto de ley encuentra algunas normas que no se pueden cumplir, también encuentra unos vacíos que evidentemente limitan la instrucción. Hay varias cosas por corregir, pero muchas menos que la primera vez.
Personalmente yo creo que se debe tener una ley que cumpla el objetivo de enmarcar la actividad legalmente, ya que cuando un instructor lleva a un alumno al mar o a un buzo realmente tiene la vida de ellos en las manos. Guardando proporciones es como si nos montáramos en un avión y nos dijeran que el piloto no está certificado para saber volar…. yo me devuelvo. Y aclaro con ese ejemplo que el ser profesional certificado no es garantía de que ningún accidente ocurra. Pero sin duda alguna el entrenamiento formal da un criterio mas amplio y se capacita para actuar en caso de accidente.
Lo que viene en adelante
Es importante seguir madurando en este aspecto, el proyecto fue presentado hace un mes y acaba de pasar a segundo debate.
En total son cuatro debates y el proyecto puede tener modificaciones hasta el final. Es por tal motivo que yo le apuesto a que esta ley sea una ley adecuada y acorde con la realidad que tenemos. Hay mucho que trabajar y varios hemos estado muy pendientes del tema para construir y aportar desde nuestro conocimiento, pero a título personal, pues no hay ninguna asociación gremial, es por eso que no tenemos una política clara y cada uno opina de acuerdo a lo que considere más adecuado.
Yo le apuesto a buscar un buen proyecto de ley y dejar todo reglamentado adecuadamente. De no hacerlo ahora, más adelante se puede volver a estar en la misma situación, dejar ese vacío no me parece pertinente.
Se puede aprovechar esta oportunidad, para que en un futuro no tengamos que preocuparnos de lo mismo. Pero indudablemente toca participar, sugerir cambios, estar pendientes del proyecto hasta el final, y así garantizar que la ley cumpla su función.
Espero con esto que tenga un panorama más amplio de las implicaciones que puede llegar a tener una ley de buceo. Lo invito a participar activamente, informese, tenga claridad y aporte.
PD. Esto lo escribo mientras veo el mar Caribe frente a mí con sus tonos azules. Lejos de la ciudad y de sus normas, pero convencido de que gracias a mi labor cientos de buzos disfrutan hoy en día de inmersiones seguras. Pero parte del éxito que tengo es la responsabilidad y el entender que las normas están por algo y que cumplirlas no restan calidad ni diversión y que por el contrario aportan mucho en seguridad y tranquilidad.
Fotos: Agenda del Mar y Shutterstock