Por: Elvira María Alvarado Ch., Dr. Sc.
Para el año 1980 especies de coral como cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) y cuerno de alce (Acropora palmata) estaban localmente extintas en la mayoría de los arrecifes del Caribe, mientras que las colonias de especies grandes como Montastraea faveolata y M. annularis se han visto afectadas por los mayores eventos de blanqueamiento ocurridos en 1995, 1998, 2005 y 2010, así como por las enfermedades.
Globalmente, el CO2 y otros gases efecto invernadero causan incremento en la temperatura superficial del agua y acidificación con el consecuente blanqueamiento y reducción en el carbonato y su uso en la construcción de los esqueletos calcáreos de los corales. A nivel local, se agregan los impactos de origen humano como desarrollo costero, sedimentación, escorrentía, descargas de aguas servidas, incremento de nutrientes, sobrepesca y minería, entre otros, los cuales disminuyen la resiliencia de los corales para sobrellevar las amenazas y conllevan al deterioro de los arrecifes.
Los principales impactos sobre los arrecifes colombianos, por causa humana, son la contaminación por hidrocarburos y escorrentía, el aumento de nutrientes, la sobrepesca y el turismo. El mayor número de impactos se presentan en Corales del Rosario-Barú, seguidos por el archipiélago de San Andrés y Providencia.
Dentro de las causas naturales, el calentamiento global, el fenómeno del niño, oleaje, corrientes, turbulencia, enfermedades, blanqueamiento y proliferación de algas son los impactos más fuertes y frecuentes. Los atmosféricos se presentan sobre todos los arrecifes. Sin embargo, mientras los del Pacífico reciben el impacto de las mareas extremas, corriente y oleaje, en los del Caribe tienen mayor incidencia las interacciones con otros organismos.
Recientes estudios muestran que las especies M. faveolata, M annularis y Diploria strigosa están entre las más afectadas por enfermedades infecciosas, lo que ocasionó la disminución en las poblaciones en los últimos años. De hecho, M. annularis ha sido listada en los Estados Unidos como amenazada debido al declinamiento rápido de la población y a que es de lento crecimiento, tiene poco reclutamiento (crías) y presenta alta susceptibilidad a la infección que puede matar en meses una colonia de 500 años.