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Manglares: salas cuna en peligro

¿Sabías que en los últimos 50 años se ha perdido el 35% de los manglares del mundo? Repasemos su importancia y estado en el país.

¿Sabías que en los últimos 50 años se ha perdido el 35% de los manglares del mundo? Aunque representan menos del 1% de los bosques del planeta, su desaparición contribuye con el 10% de las emisiones totales de dióxido de carbono.

Lo anterior se explica porque los manglares almacenan una enorme cantidad de dióxido de carbono, hasta cinco veces más que las selvas tropicales. Deforestarlos, ya sea por la explotación de la madera o por cambios en los usos del suelo, significa acelerar el cambio climático.

Pero la importancia de estos singulares bosques costeros, formados por árboles de mangle tolerantes a la sal, no tiene que ver solamente con el calentamiento global. Los manglares son la base de alimentación y reproducción de una gran diversidad de especies marinas, como peces, moluscos y crustáceos, que antes de llegar a la edad adulta encuentran refugio en las enmarañadas raíces de los mangles. Si estos desaparecen, se pone en peligro la pesca al igual que la seguridad alimentaria de las comunidades.

Los manglares en Colombia

Según el informe Colombia Viva 2017, elaborado por WWF Colombia, nuestro país posee 267.835 hectáreas de manglares, de los cuales el 70% está en el litoral Pacífico y el resto en la costa Caribe.

Señala el informe que a partir de 1970 y todavía en la actualidad, los manglares de algunos sectores del Pacífico colombiano sufren los impactos de la extracción de corteza para taninos, la explotación de su madera y la deforestación para el establecimiento de piscinas camaroneras.

Los manglares del golfo de Tribugá y de los alrededores de la bahía Humboldt se ven afectados por la cercanía a los centros poblados y la intensidad de la pesca industrial y artesanal, destaca el informe.

En cuanto a los manglares del Caribe colombiano, estos no solamente tuvieron un menor desarrollo, sino que han sufrido los mayores impactos de actividades humanas, en razón de la mayor concentración histórica de la población en esta región.

“Un ejemplo paradigmático del manejo inadecuado de estos ecosistemas costeros es el del retroceso de los manglares en el área de la Ciénaga Grande de Santa Marta, en donde los flujos normales de agua dulce se alteraron debido a procesos como la construcción de la carretera Ciénaga-Barranquilla en la década de 1950, que dio como resultado el aumento de la salinidad y la destrucción de grandes extensiones de este ecosistema, el cual se ha recuperado parcialmente luego de la restauración de la conexión hidráulica en algunos puntos de la carretera durante la última década del siglo XX”, explica WWF.

Por su parte, los manglares del delta del río Sinú se ven afectados por la construcción y el mantenimiento de infraestructura portuaria y turística que también modifican negativamente otros ecosistemas marinos y costeros del Caribe, como los pastos marinos y las lagunas costeras de La Guajira, al igual que los arrecifes coralinos de los parques nacionales naturales Tayrona y Corales del Rosario y San Bernardo.

Organizaciones como Conservación Internacional Colombia y WWF, en alianza con las comunidades y el gobierno, adelantan planes de manejo integral para recuperar las áreas de manglar degradadas, tanto en el Caribe como en el Pacífico. Un caso exitoso es el acuerdo que inició en el 2015 que busca la conservación de los manglares y el manejo sostenible de piangua en el municipio de Santa Bárbara de Iscuandé, Nariño. Allí las comunidades están comprometidas a solo capturar pianguas de tamaño reglamentario, es decir, de más de 5 cm. Ver más aquí

 

 10 razones para conservar los manglares
  1. Son la “sala cuna” de especies marinas como peces, moluscos y crustáceos en su etapa juvenil, además de ser el hábitat de aves, mamíferos y reptiles.
  2. Son el sustento alimenticio de las comunidades costeras.
  3. Producen oxígeno
  4. Capturan buena parte del COcausante del calentamiento global. Su destrucción ocasiona la liberación directa de carbono a la atmósfera y al océano.
  5. Son un filtro natural del agua que llega de las partes altas
  6. Protegen la costa contra la erosión
  7. Sirven como amortiguadores frente a las inundaciones
  8. Ofrecen materias primas como la madera para la construcción
  9. Ayudan a proteger otros ecosistemas como los arrecifes coralinos.
  10. Ofrecen oportunidades ecoturísticas

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