Nos han dicho que esta producción es necesaria. Pero todo ese plástico terminará en algún lugar, y nuestro temor principal es que sea en las fuentes de agua. La pandemia es un importante desafío a todos los esfuerzos para reducir la contaminación por plástico.
Personas desechando guantes y tapabocas en ciudades de todo el mundo, sin una correcta disposición, podría significar años de problemas para nuestros océanos ya, suficientemente, contaminados.
Sabemos que la contaminación por plásticos es un problema global; existía antes de la pandemia, pero hemos visto muchos esfuerzos de la industria para revertir algunos de los grandes avances que se han logrado. Debemos ser muy cuidadosos acerca de hacia dónde vamos, después del Covid-19.
Y mientras las medidas son importantes desde una perspectiva de salud pública, un impacto inmediato es claro en las calles de todo el mundo, los equipos de protección se han convertido en una amenaza adicional para los océanos, que se están ahogando en plástico, a un ritmo cada vez mayor.
La producción mundial de plástico se ha cuadruplicado en las últimas cuatro décadas. Según estudios de 2019, con sus autores advirtiendo que si esa tendencia continúa, la fabricación de plásticos representará el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. A esto le sumamos que alrededor de 8 millones de toneladas de basura plástica llegan al océano anualmente, con tendencia a empeorar cada año.
Los EPP (Elementos de Protección Personal) presentan problemas especiales. Su estructura los hará particularmente peligrosos para la vida marina. Tanto los guantes como las bolsas de plástico, pueden parecer medusas u otro tipo de alimentos para las tortugas marinas, por ejemplo, y los elásticos de las máscaras pueden causar enredos en la fauna marina.
Microplásticos
Con el tiempo, estos productos se descompondrán y se sumarán al ya conocido problema de micro plásticos en nuestros océanos, aire y alimentos. Lo irónico es que, mientras producimos y descartamos plástico para combatir una crisis de salud pública puntual, estamos contribuyendo, muy rápidamente, a crear otro factor que se suma a la crisis de salud pública general que nos viene afectando desde hace muchos años.
Entendemos que este es un momento de crisis a nivel mundial y superarlo es la principal prioridad; al mismo tiempo, tenemos que ser concientes de que el incremento en la producción de materiales plásticos debido a la pandemia, sumado a la inadecuada disposición de estos, una vez son desechados, está agravando aún más el problema que estamos abordando y es, realmente, preocupante.
Si bien, la producción y mala disposición de estos materiales causan un problema de plásticos, visible en las calles y las alcantarillas, lo más grave es el inconveniente que se desarrolla silenciosamente. Las restricciones sobre los plásticos de un solo uso se han pausado o revertido a medida que las autoridades se esfuerzan por luchar contra la pandemia. Nos dicen que todas estas medidas serán temporales, pero ¿cuánto tiempo durarán, alimentadas por la ansiedad en torno a este problema de salud?
Fuente: CNN