José María Chamorro es español, tiene 47 años y empezó a bucear hace tan solo siete años, sin imaginar que se abriría un nuevo mundo para él, desde el lente de una cámara subacuática.
Cuando hizo su curso Open Water en Costa Rica tampoco imaginó que el destino lo llevaría años más tarde a bucear a la isla colombiana de Providencia y que un tiburón fotografiado en esas aguas cálidas y cristalinas le significaría el segundo lugar del Octavo Concurso de Fotografía Agenda del Mar.
Mis amigos en España me decían que participara y bueno, dije no me conoce nadie, no me da tanta vergüenza, recuerda.
Ahora es el feliz ganador de varios premios: viajes a San Andrés y a Cartagena para dos personas, dos tiquetes aéreos, un curso de fotografía básica, un curso de revelado digital y productos de diferentes marcas.
Como un apasionado total que siempre está buscando el animal más grande y la aventura más arriesgada, así lo describe la instructora de buceo Gloria Giraldo, quien lo ha acompañado a bucear en varias oportunidades en Colombia.
¿Cómo se define: como buzo o como fotógrafo?
Como buzo fotógrafo. Cuando buceo sin cámara como que me falta algo. Me encanta el buceo, lo disfruto mucho pero cuando son las dos cosas juntas lo disfruto muchísimo más. Algunas veces que no tengo cámara también descubro un buceo distinto porque no estás viendo todo siempre desde el objetivo.
¿Cómo empezó a tomar fotografías subacuáticas?
Cuando tenía 15 inmersiones me compré una cámara réflex de segunda mano con un flash y cuando llegué al agua dije y ahora cómo buceo, cómo me acomodo las aletas, es demasiado grande, esto no puede ser. Entonces le dije al instructor: toma tú, saca fotos y yo me voy sin cámara y desde ahí me fui y compré una compacta más chiquita y poco a poco ya fui poniéndole el flash, luego los dos flashes, después una compacta metálica y luego la que tengo ahora.
Cuéntenos la historia de la foto del tiburón en Providencia, cómo la logró
Si no me equivoco, fue el año pasado por Semana Santa. Estaba por debajo del cantil y venían los tiburones. Estaba tan ansioso que me fui por ellos, pero luego aprendí que es mejor esperar que vengan, ellos dan su vueltecita. El azul venía de frente y la tomé.
¿Cuál es su gran aspiración en la fotografía subacuática?
Uno de mis sueños es sacar una ballena. Me retiraría como los toreros, hacer la faena buena y decir ya no buceo más porque no voy a mejorarlo. El tiburón ballena me encantaría verlo, pero si es una ballena con su cría me muero porque son animales imponentes.
¿Qué consejos les daría a los fotógrafos subacuáticos?
Primero, que aprendan a bucear y cuando ya sepan hacerlo, que empiecen a hacer fotos. A mí me da mucha impresión cuando veo a los chicos que están haciendo el curso de Open Water y van con su Go Pro, pero no saben ni respirar ni ponerse el equipo ni compensar. A mí me parece que es demasiado precoz. En cuanto a cámaras, deben empezar desde lo simple porque la inversión en equipos es muy grande y hay mucha gente que se compra todo y después deja de bucear, así que no hay prisa.
¿Tiene alguna cámara predilecta?
Yo tengo una Micro Cuatro Tercios de Olympus y estoy muy contento porque como viajo tanto necesito que no sea la cámara más grande. La quiero cambiar por una de carcaza más pequeña porque solo en maletas de fotos tengo dos.
¿Qué expectativa tiene con los viajes que ganó a San Andrés y Cartagena?
Voy a disfrutarlos mucho. Cartagena es uno de mis destinos favoritos porque además del buceo es una ciudad preciosa y tiene una energía especial. En San Andrés, adonde ya he ido varias veces, he ido descubriendo nuevos sitios para bucear y me gusta más, así que tengo que volver.
