Cerca de dos toneladas de residuos que no terminarán en el mar Caribe ni en los alrededores de la bahía de Cartagena es parte del exitoso balance de la jornada de limpieza de playa que se realizó el pasado fin de semana en la isla de Tierrabomba, ubicada a 1,5 kilómetros de la ciudad.
Esta actividad se hizo en el marco de la celebración del Día Mundial de los Océanos y del Día Mundial del Medio Ambiente, cuyo lema en este 2018 es Un planeta #SinContaminaciónPorPlásticos y que también se suma a la campaña de la ONU Mares limpios.
Armadas con bolsas, guantes y mucho entusiasmo, más de cien personas se unieron a esta campaña ambiental organizada por la marca de vestidos de baño Maaji en alianza con Agenda del Mar, Viva Air, Mundo Verde, Evok, Organix y Selina, que además contó con el apoyo de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla de la Armada Nacional, la Fundación Amigos del Mar y la Fundación Bahía, la cual tiene una experiencia de trabajo social con estas comunidades desde hace más de tres años.
En total se recogieron aproximadamente 1756 kilos de residuos, de los cuales 1152 kilos corresponden a desechos orgánicos cuya recolección está a cargo de la empresa Aseo Urbano de la Costa y serán llevados al relleno sanitario de la ciudad.
Los restantes 604 kilos corresponden a material reciclable como plástico, cartón, vidrio y metales, los cuales están siendo separados y organizados por los recicladores de Tierrabomba para posteriormente ser comprados por el centro de acopio Cartagena Amigable, lo que significará ingresos económicos para los recuperadores de la isla.
Lo más importante: educación ambiental
Esta campaña va mucho más allá de recoger las basuras que contaminan las playas y perjudican la salud de los ecosistemas marinos y de las propias personas, y por eso incluye un gran componente de educación ambiental, pues lo verdaderamente importante es concientizar a las personas sobre la reducción del consumo de plástico y demás materiales poco amigables con el ambiente.
Estamos convencidos de que pequeñas acciones generan un cambio global, lo que implica un proceso de sensibilización tanto de los voluntarios que se suman a estas campañas como de las comunidades que se comprometen con el cuidado de su entorno.
Por eso, además de la limpieza de playas, se realizó en la isla un taller educativo ambiental donde participaron más de cien niños de la isla pertenecientes a la Fundación Dones de Misericordia.
Por medio de distintas manualidades que potencian su creatividad, se les enseñó la importancia de conservar y proteger especies claves como las tortugas marinas, así como la responsabilidad que tenemos todos a la hora de usar materiales como el plástico, que infortunadamente terminan en los océanos y son consumidos por especies como aves y peces.
Aprender sobre las buenas prácticas en la separación de residuos también es un tema contemplado no solo en esta jornada de limpieza sino en todas las que se harán de aquí en adelante en otras regiones costeras del país.
