Llevar una agenda con tus pendientes te permitirá visualizar mucho más fácil lo que debes hacer y hacerlo de forma organizada, además, podrás optimizar el tiempo que tardas en cada tarea y diseñar una ruta de acción para conseguir tu objetivo.
También, si eres un poco olvidadizo o tienes buenas ideas todo el día, la agenda será de gran ayuda, escribir será el mejor backup cuando la memoria te juegue en contra y evitará que olvides las grandes ideas que llegaron a tu mente.
Por otro lado, tener un registro de tu día a día te ayudará a ser más efectivo y evaluar cómo optimizar el tiempo, RRHH Digital explica en su publicación La importancia de las agendas para aumentar la productividad, que las agendas son “una herramienta que permite controlar y analizar lo que se ha ido haciendo a lo largo del tiempo y analizar si el tiempo ha sido correctamente invertido. Permitiendo una corrección futura y con ello una mejora de la productividad”.
Pero la agenda no solo sirve para estudiar o trabajar, también te ayuda a organizar tus tiempos e incluir en ellos tu círculo social, prestarle atención a tus relaciones interpersonales, ya que, según el mismo estudio “Los expertos en planificación y motivación insisten en la importancia de mantener un equilibrio a la hora de organizar las tareas diarias o semanales de una persona. No se debe descuidar la vida personal, familiar y social.” Así que recuerda siempre mantener un balance entre tus apuntes y las fechas especiales que no te dejarán olvidar hacer esa llamada a un ser querido.
Tener una agenda puede ser muy divertido, es una parte de ti que te describe y dice mucho de tu personalidad, puedes llenarla de colores, tipos de letra, stickers, papeles, recortes, fotos o simplemente mantener un estilo sobrio y sencillo. Todo se vale, lo importante es que te inspire y te motive.
¿Y qué tal si además planeas estos propósitos en tu Agenda?
Es común empezar el año con ganas de cambiar ciertas cosas en nuestros hábitos, además de planear y organizar tu tiempo, qué tal si este año sumamos algunas de estas acciones para que el mar empiece donde estés y te unas a su conservación:
- Separa tus residuos de forma correcta: es importante aprender a separar los residuos según el código de color establecido.
- Recicla: lava los empaques y espera que se sequen para depositarlos en la bolsa de reciclaje, además, aprende cuáles son los materiales que se reciclan y así puedes disponerlos en el lugar adecuado.
- Reutiliza: hay ciertas cosas que podemos usar más de una vez, ponte creativo y búscale nuevos usos a lo que tienes en casa.
- Reduce tu consumo: no compres lo que no necesites, no acumules cosas innecesarias. Si sales a comer y el pitillo es innecesario, no lo uses. Si vas a comprar ropa, pregúntate si realmente vale la necesitas.
- Regala o vende: si tienes muebles, electrodomésticos, ropa, accesorios en buen estado, haz intercambios con tus familiares y amigos; creen una cadena entre ustedes para evitar desperdicios, recuerda lo que para ti ya no funciona para otros puede ser muy útil.
- Realiza compras más sustentables: compra productos hechos con insumos responsables y/o reutilizados y muéstrale a tus conocidos si te gustó alguna marca para apoyarla.
- Vive sin desperdicio, uno de cada cuatro alimentos que se producen en el mundo no se lo come nadie. Aprende a conservar y hacer uso de algunos alimentos antes de desecharlos.
- Apoya las organizaciones que trabajan por el planeta: hay muchas corporaciones y fundaciones, que además de educar realizan y venden sus productos en pro de alguna especie, con plástico reciclado o exento de plástico y/o que apoyen comunidades menos favorecidas.
Estas son solo algunas ideas, seguro se te ocurren muchas más, llévalas a cabo. ¡Vamos todos a cuidar lo azul!