No son buenas noticias para una de las especies más emblemáticas de la Amazonia y presente en Colombia. El delfín rosado (Inia geoffrensis) ingresó nuevamente a la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta vez en la categoría de en peligro, luego de 10 años de haber sido sacado de la lista por falta de información.
Antes del 2008 estaba en la categoría vulnerable y después del 2008 pasó a datos insuficientes. Esta reclasificación fue la que me llevó desde hace diez años a hacer 'lobby' con la UICN para que hiciéramos una evaluación juiciosa y estuvieran involucrados científicos latinoamericanos en el proceso, explica el biólogo Fernando Trujillo, experto en mamíferos acuáticos y director científico de la Fundación Omacha.
En los libros rojos de casi todos los países donde está el delfín rosado lo tienen clasificado como vulnerable. En Brasil ya estaba en peligro.
Para la inclusión del delfín rosado como especie en peligro se tuvieron en cuenta dos estudios poblacionales de la especie: uno en el río Amazonas en Colombia y otro en Mamirauá, Brasil, donde a lo largo de más de 15 años de evaluaciones se confirma que las poblaciones de esta especie están disminuyendo de manera dramática.
Las amenazas a la especie son muy grandes en el Amazonas y en el Orinoco. Estas regiones se están transformando a pasos agigantados y no se ve que las amenazas se vayan a detener sino que, por el contrario, seguramente se incrementarán, afirma Trujillo.
Esas amenazas son la contaminación y destrucción de su hábitat por la minería y otras actividades, así como la caza indiscriminada de la especie principalmente para usarla como carnada en la pesca del pez mota, un pez carroñero que se comercializa en el país desde hace más de diez años para reemplazar el capaz, que desapareció del río Magdalena.
Lo que nos entristece es que el futuro de los delfines, y de la Amazonia y el Orinoco, va siendo el mismo. Esperamos que esta noticia sirva para que los tomadores de decisiones cambien políticas económicas y de desarrollo en estas regiones, lleven alternativas sostenibles y de alguna manera podamos detener el proceso de deterioro de estos importantes ecosistemas del planeta, concluye el experto.