En la naturaleza uno casi no ve corales juveniles hoy en día, ni bebés. Entonces esto es muy bueno para el arrecife, porque le estamos produciendo lo que ya no tiene. Los corales viven mucho tiempo, pero si se mueren más de los que son reemplazados, pues entonces es como una familia que se acaba, explica con apasionamiento Elvira Alvarado, Directora Ejecutiva de la Fundación Ecomares.
Ella es bióloga marina de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Además, es profesional en Relaciones Internacionales y Diplomacia de esa misma universidad y tiene un Doctorado de la Universidad del Valle. Su vida ha estado ligada al trabajo por los océanos. He trabajado por cerca de 4 décadas en investigación de arrecifes coralinos principalmente, así como en pastos marinos y manglares del caribe colombiano, dice. Desde 1993 ha trabajado en diferentes programas de restauración de corales en Cartagena y en la zona de Barú.
Desde Ecomares, y conjuntamente con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Secore, Ceiner, Diving Planet, la Universidad del Magdalena y Parques Nacionales; ahora trabaja en un ambicioso proyecto que busca contribuir en la reproducción de siete de las principales especies de coral presentes en el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y de San Bernardo.
Este es un proyecto de cría de larvas a gran escala que comienza con el coral cerebro o coral diploria. Vamos a aprovechar la liberación de huevos y esperma, hacemos la fertilización y seguimos su desarrollo embrionario y larvario. Tenemos un sustrato lleno de algas coralinas incrustantes, dentro de una piscina de tal forma que una vez estén los huevos fertilizados los metemos en la piscina y allí evitamos la predación. Después de un mes, para esta especie, o en tres meses para otras especies, van a ser llevados al arrecife a la zona donde vamos a restaurar y vamos a tener bebés y después vamos a tener juveniles, explica.
La doctora Alvarado agrega que esta forma de restauración de la población de coral es muy importante porque cada individuo responde diferente al ambiente, tiene unos umbrales y unos rangos de tolerancia, diferente a lo que ocurre en procesos de clonación en los que todos los individuos están genéticamente condicionados a responder de la misma forma ante una enfermedad o cualquier alteración de las condiciones marinas.
Es como si en una familia hay 5 hermanos, unos son alérgicos a algo y otros no. Entonces, ante una enfermedad, algunos van a vivir a pesar de las circunstancias nuevas que se les presentan, porque son más tolerantes.
Desde Secore se tienen expectativas muy altas con este proyecto. Esta es una organización internacional que integra ciencia e ingeniería, refina las metodologías de restauración de corales utilizando la reproducción de corales y crea herramientas novedosas que permiten la implementación de restauración a gran escala.
En el proyecto, por parte de Secore, estuvieron en Colombia Margaret Miller, phd. directora científica, y con Aric Bickel, director de tecnologías e implementación. «Estoy realmente ansioso por ver cómo lo han organizado sobre el terreno, ya que tiene el potencial de servir como modelo para la región sobre cómo desarrollar un programa de restauración sostenible y exitoso», dijo Bickel.
El proyecto tiene previsto que, además, a partir del tercer año se empiece a trabajar con algas, para que las larvas tengan los mejores estímulos químicos para empezar a crecer. Queremos dejar muchas crías para que vivan y mantengan los arrecifes sanos, concluye.