En los bosques húmedos del municipio de Acandí, cerca de la frontera con Panamá, aproximadamente 1.000 familias afrodescendientes han logrado el reconocimiento por su dedicación en la protección de los bosques del Darién con su valiosa e inigualable flora y fauna.
Se trata del sello VCS (Verified Carbon Standard), o en español, Estándar Verificado de Carbono, el cual reconoce y certifica que las actividades emprendidas por el proyecto Corredor de Conservación Chocó–Darién, efectivamente han reducido la deforestación en este importante ecosistema, evitando la emisión de más de 100 mil toneladas de carbono desde que comenzaron las actividades en el 2010.
El proyecto Corredor de Conservación Chocó–Darién es una alianza interinstitucional entre Anthrotect y la corporación Cocomasur (Consejo Comunitario de Comunidades Negras de la Cuenca del Río Tolo y Zona Costera Sur), quienes formularon y están operando el proyecto con el apoyo del Fondo para la Acción Ambiental y la Niñez (entre otras entidades de carácter público y privado).
Anthrotect fue fundada en el año 2007 por el Dr. Brodie Ferguson, un antropólogo norteamericano que ha trabajando con comunidades afrodescendientes en el Pacífico colombiano. La compañía nace con la simple idea de trabajar por la conservación, vinculando a las colectividades dependientes del bosque, en el desarrollo de habilidades y capacitaciones que conviertan su conocimiento ecológico tradicional, en empleos y beneficios económicos para la región.
Además de prevenir la emisión de más de 2,8 millones de toneladas de dióxido de carbono durante sus 30 años de vida, el proyecto “Corredor de Conservación Chocó-Darién” desarrolla programas que benefician a la comunidad y a la biodiversidad, como lo demostró recientemente ante la Alianza para el Clima, Comunidad y Biodiversidad (CCB por sus siglas en ingles), quien otorgó al proyecto la validación Nivel Oro.
Las certificaciones VCS y CCB fortalecen la comunidad en la preservación de su cultura, la conservación de sus bosques y el bienestar comunitario, generando empleo, participación activa de la mujer y empoderamiento colectivo del territorio.
Trabajo en equipo
“Esta certificación es el reconocimiento al trabajo en equipo, a la organización de la comunidad, es un ejemplo de ¡sí es posible!”, comenta la Coordinadora de Cocomasur, Everildys Córdoba, y agrega: “es la oportunidad de darnos a conocer al mundo, mostrar nuestras capacidades y decirle a otras comunidades que sí es posible el trabajo comunitario en beneficio de todos”.
“Los proyectos REDD se convierten en una alternativa muy atractiva para las comunidades que habitan los bosques, quienes buscan un desarrollo local que les permita conservar su modo tradicional de vida en estrecha relación con la naturaleza, aportando al mismo tiempo a la conservación del medio ambiente y la mitigación del calentamiento global”, destaca Mauricio Salazar, Gerente del Proyecto.