Por: Amalia María Cano-Castaño, bióloga y especialista en edición de publicaciones.
El pasado mes de septiembre, en Cartagena, se dio cierre a la segunda fase del proyecto Basic, acrónimo de Basin Sea Interactions with Communities, que se traduce como Interacciones entre Cuenca, Mar y Comunidades. Se trata de un proyecto multidisciplinario que emplea ciencia de alto nivel para encontrar soluciones integrales a la problemática socioambiental de la bahía de Cartagena, el principal destino turístico de Colombia.
Tres universidades colombianas implementaron el proyecto Basic: la Universidad Eafit, encargada de la investigación hidrológica y de la coordinación del proyecto; la Universidad de los Andes, responsable de la investigación socioeconómica y de ecotoxicología; y la Universidad de Cartagena, a cargo de los estudios de salud pública de las comunidades costeras. Además, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) y la Fundación Hernán Echavarría Olózaga han apoyado de manera activa este proyecto. En cuanto a la financiación, provino principalmente del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés) de Canadá, con aportes de Cardique a partir de 2018.
En términos generales, el proyecto Basic busca generar herramientas de manejo integrado de los recursos hídricos de la zona costera de Cartagena, que permitan reducir la contaminación, conservar los servicios ecosistémicos e implementar mecanismos de adaptación al cambio climático.
Basic inició en julio de 2014 con una proyección a tres años. Sin embargo, en vista de la relevancia e impacto de los resultados obtenidos, así como del interés de Cardique en darle continuidad y aportar recursos financieros, fue posible lograr que el IDRC aprobara la financiación de una segunda fase del proyecto, la cual se ejecutó entre 2018 y 2021.
La primera fase estuvo dedicada principalmente a establecer lo que el profesor Juan Darío Restrepo Ángel investigador de la Universidad Eafit y director del proyecto denomina diagnóstico clínico, el cual involucró seis componentes: hidrología de cuencas, hidrología costera, ecotoxicología de peces, socioeconomía, salud pública y planes de manejo. El informe de esta primera fase estuvo dirigido a los responsables de políticas públicas, con el propósito de promover una discusión técnica hacia la construcción de un modelo de gestión de la bahía.
La segunda fase del proyecto se concentró en el eje hidrológico, el económico, el de salud y sobre todo en un eje fundamental de capacitación comunitaria, con el fin de transferir a las comunidades costeras los conocimientos obtenidos durante el diagnóstico y enseñarles a utilizar esta información científica, así como técnicas de monitoreo ambiental. Esta capacitación comunitaria es fundamental porque permite que las comunidades costeras entiendan la información científica que se produce sobre su bahía y emprendan acciones para reducir su vulnerabilidad frente a la problemática ambiental de esta. Además, durante esta segunda fase se añadieron cuatro componentes más: nivel del mar, alertas tempranas, aguas domésticas y aguas potables. En el informe ejecutivo de la segunda fase se comparten los principales resultados del proyecto.
Ciencia de alto nivel. El nicho académico del cual nació el proyecto Basic imprimió en este el carácter científico, con estándares de calidad elevados, que involucran el uso de herramientas tecnológicas y la validación de los resultados a través de la evaluación por pares y la publicación en revistas científicas indexadas. Un ejemplo de esto es el monitoreo ambiental realizado en las aguas de la bahía de Cartagena, el cual es el primero en Colombia que se lleva a cabo con una frecuencia mensual y con estándares internacionales. Este monitoreo permitió determinar el impacto de la contaminación sobre la salud pública y la economía de los pescadores; así como el incremento en la descarga de agua y sedimento a través del canal del Dique, lo que impacta directamente los arrecifes coralinos, manglares y pastos marinos, y en consecuencia la economía de las comunidades costeras.
Diplomado de Gobernanza Ambiental de la Bahía de Cartagena. Un par de meses después de finalizada la primera fase del proyecto Basic, el 4 de septiembre de 2017, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible emitió la Resolución 1798 que crea el Comité Ambiental Interinstitucional para el Manejo de la Bahía de Cartagena. En esta instancia de gobernanza ambiental participan los actores que se benefician de la bahía y, en consecuencia, se ven afectados por su contaminación. Se trata de un grupo de 19 personas que representan entidades públicas, sector privado, comunidades negras, comunidades de pescadores y sector académico. Además de brindar asesoría científica a esta instancia de gobernanza ambiental de la bahía de Cartagena, el proyecto Basic durante su segunda fase desarrolló un diplomado de capacitación comunitaria, en el cual participaron cuarenta habitantes de ocho comunidades costeras (Ararca, Barú, Bocachica, Caño de Oro, Pasacaballos, Punta Arena, Santa Ana y Tierra Bomba) y 20 personas pertenecientes al sector público y privado de Cartagena.
El proyecto Basic propició reflexiones para los tomadores de decisiones que giran en torno a la necesidad de realizar un manejo integrado de los ríos del país, de tal manera que corresponda a la dinámica real de las cuencas hidrográficas y no a asuntos territoriales y administrativos. Además, involucró a las comunidades costeras, empoderándolas y dotandolas del conocimiento y criterio necesario para participar en escenarios de gobernanza ambiental, como el Comité Ambiental Interinstitucional para el Manejo de la bahía de Cartagena.
Hasta ahora, el proyecto Basic ha generado una gran cantidad de información y nuevo conocimiento materializado a través de productos como artículos científicos, informes ejecutivos, boletines, videos, artículos de prensa, entre otros materiales que pueden ser consultados en el sitio web del proyecto.
Gracias a un valioso ejercicio de síntesis del doctor Marko Tosic, investigador de la Universidad Eafit y gerente del proyecto, los logros generales de Basic se pueden resumir en cuatro grandes bloques:
1. Se comprobó la cadena de los impactos de contaminación marina en la bahía de Cartagena, la cual proviene de la cuenca del río Magdalena y de otras fuentes locales de contaminación en la ciudad y su zona industrial. Se evidencia que dicha contaminación afecta los peces y en consecuencia la salud de los pobladores.
2. En cuanto a la salud pública se encontró que está afectada no solo por la contaminación en los peces sino también por la falta de agua potable y de servicios de salud, lo que impacta de manera negativa a las comunidades costeras.
3. Con base en investigación socioeconómica, se diseñó un sistema de gobernanza que propone aliviar los impactos negativos de la contaminación de la bahía a través de la gobernanza compartida.
4. Los estudios sobre el nivel del mar muestran que, en adición al ascenso del nivel del mar a causa del calentamiento global, hay otro factor igualmente importante que explica el ascenso en la bahía de Cartagena, que es la subsidencia, es decir el hundimiento progresivo de la superficie del terreno. En la bahía de Cartagena, este fenómeno natural duplica el impacto del ascenso del nivel del mar.
Ahora viene la tercera fase del proyecto Basic, en la cual la financiación estará a cargo de Cardique y la Universidad Eafit, con el objetivo principal de continuar el desarrollo de un sistema de alertas tempranas para la bahía. En esto se viene trabajando desde hace seis años, gracias a la colaboración de dos asesores del Centro de Investigaciones Marinas y Ambientales de la Universidad de Algarve, de Portugal, quienes acompañan el proyecto Basic casi desde sus inicios.
La idea es poner en una plataforma tecnológica todos los datos que hasta ahora se han obtenido, con el fin de generar pronósticos y modelos que permitan, a futuro, predecir el comportamiento de eventuales accidentes de contaminación en la bahía de Cartagena y mitigarlos de la mejor manera. Gracias a esta herramienta tecnológica, se contribuye a la gobernanza ambiental, que permitirá la toma de decisiones eficientes, para lo que se requiere la colaboración de los científicos, de las autoridades y de las comunidades, quienes con su experiencia ayudarán a adaptar esta herramienta a las necesidades particulares de la bahía de Cartagena.
