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Tribugá, por ahora el puerto no se hace

El proceso sobre el controvertido proyecto del puerto de Tribugá tuvo un nuevo capítulo. Esta vez, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), declaró el “desistimiento tácito de la solicitud de concesión portuaria”

El proceso sobre el controvertido proyecto del puerto de Tribugá tuvo un nuevo capítulo. Esta vez, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), declaró el “desistimiento tácito de la solicitud de concesión portuaria” con lo que se descarta la construcción de la megaobra. Sin embargo, la compañía que pretende levantar el puerto en la región anunció que interpondrá acciones legales para tratar de echar atrás la decisión.

Durante 4 años este tema ha generado un debate nacional. En el año 2016 los líderes de un paro cívico en el Chocó le pidieron al Gobierno impulsar un puerto con la esperanza de que eso puede llevar desarrollo a la región. Y ese mismo año, la sociedad Promotora Arquímedes presentó una solicitud de concesión ante la ANI para construir, operar, administrar y explotar un puerto multimodal de aguas profundas en el Golfo de Tribugá.

 

Muchas organizaciones advirtieron desde el primer momento sobre las devastadoras e irreversibles consecuencias que podría traer una obra de esas características para una de las zonas más biodiversas del planeta.

En el Golfo de Tribugá existen más de 35.000 especies de plantas, alrededor de 390 aves, 970 reptiles y 125 especies de mamíferos, sin contar sus ecosistemas marinos. Esta zona hace parte del corredor migratorio y zona de reproducción para unas 1.500 ballenas jorobadas, alberga las cuatro especies de tortugas marinas presentes en el Pacífico colombiano, es el sitio en al que migra el tiburón martillo de Malpelo para tener sus crías, y es un ecosistema fundamental para la preservación de una gran variedad de animales.

Además, el desarrollo del puerto afectaría un territorio habitado por comunidades indígenas y afro, y tendría un efecto ecológico nefasto en más de 100.000 hectáreas protegidas, muchas ubicadas en la ensenada de Utría, que está ubicado justo al lado y que fue declarada Parque Nacional Natural desde 1987.

  

El corregimiento de Tribugá está ubicado 9 kilómetros al norte de la cabecera municipal de Nuquí y ha sido referenciado por destacados investigadores como un escenario natural de gran valor. Sylvia Earle, fundadora de Mission Blue, dice que “el Golfo de Tribugá es uno de los lugares más hermosos e intactos de la costa de América del Sur y tenemos ahora la oportunidad de hacer lo que se necesita para conservarlo intacto».

Por su parte Francisco Acosta, codirector de la serie documental Expedición Tribugá, asegura que “aún hay muchísimo por conocer para la ciencia en este lugar, lo cual es una de las razones que más me asusta de la idea de perder un lugar como éste. Lo perderíamos sin ni siquiera haberlo visto realmente”, explica.

El proceso no ha terminado

Aunque la medida anunciada por la ANI da tranquilidad a los defensores de la conservación del Golfo de Tribugá, los constructores advirtieron que el debate no ha terminado.

Por ahora el plan para ejecutar el proyecto “se cayó” porque la Sociedad Promotora Proyecto Arquímedes S.A. debió renovar la póliza de garantía de seriedad de la propuesta en 2018 y presentó como garantía o cobertura del riesgo de la seriedad de la oferta un contrato de fianza suscrito con la Compañía Colombiana de Créditos y Fianzas S.A.S – Afiancol, que, según la ANI, “no corresponde a una garantía válida”.

En un comunicado a la opinión pública, fechado el 29 de septiembre de 2020, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) concluye: “Finalmente, al no cumplir los requerimientos que constituyen un imperativo legal para dar continuidad del proyecto, en aplicación de las normas pertinentes, la ANI declara el desistimiento tácito de la solicitud de concesión portuaria”.

Sin embargo, William Naranjo, Gerente General de la promotora, le dijo al periódico El Colombiano que esa empresa va a insistir en el proyecto. “La ANI no encontró suficiencia en esta garantía, a pesar de que esta misma afianzadora ha cubierto contra riesgos contractuales a entidades Nacionales. Creemos que aquí faltan claridades legales e interpondremos los recursos respectivos, pues existen varias rutas a seguir”.

Muchos ojos seguirán mirando hacia Tribugá, atentos a lo que pueda pasar en adelante. El anuncio hecho por la ANI frenó el proyecto, pero habrá que mantener las alertas encendidas.

 

 

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