Textos y fotos: Carlos Esteban Restrepo, pescador
La corta y ansiada temporada de pesca en el sur del país se presenta este año antecedida nuevamente por un largo invierno. A pesar de que la Orinoquía es una región cuyas condiciones climáticas difieren de la región andina, muchos ríos largos que nacen en la cordillera, como el Meta, alteraron considerablemente el nivel de las aguas de la cuenca del Orinoco.
Es así como el clima en Colombia y Venezuela desplazó un poco la temporada para este año, al rebajar las aguas desde el mes de enero, fenómeno que normalmente comienza en noviembre y diciembre.
En el caso del Piedemonte Llanero, cuyo clima directamente depende de la región Andina, la temporada comenzó prácticamente en febrero, pero con muchos “lunares” causados por lluvias torrenciales que se han presentado desde enero.
En estas zonas hay carencia absoluta de operadores, lo cual dificulta acceder a los mejores lugares y es necesario llegar por su propia cuenta.
Más al sur del país, en el departamento del Guainía, la temporada cuya influencia del clima amazónico tiene algún efecto no fue la excepción, y por la humedad relativa propia de una zona tan selvática, el retroceso de los ríos ha sido muy lento.
Cambio de actitud
Afortunadamente y en pro del desarrollo del deporte, “Pesque y Devuelva” se ha convertido en un mandato para los visitantes. Ya existe la conciencia de solamente llevarse la foto de los pavones enormes y únicamente sacrificar algunos peces medianos y de consumo, no considerados deportivos.
Los guías de la región, orientados principalmente por operadores responsables de Medellín, han tomado una gran actitud frente a la pesca deportiva, pensando en forma inteligente que cada vez que suelten las capturas abren la posibilidad de seguir pescando en forma indefinida y asegurando así su sustento en el verano.
Reserve con tiempo
A pesar de la limitación de cupos aéreos, aún hay posibilidad de viajar y disfrutar de paisajes mágicos, fauna diversa y peces salvajes. Por el cambio climático, la temporada puede extenderse hasta abril y la oferta hotelera en Puerto Carreño ha aumentado considerablemente.
Para el año entrante se recomienda reservar con anticipación desde antes de diciembre, pues la gran acogida que ha tenido esta última temporada traerá muchos más referidos limitando considerablemente los cupos.
El gran esfuerzo realizado por operadores especializados en pesca deportiva en la Orinoquía debe ser el ejemplo para otras regiones y multiplicador de la calidad de los servicios para los años venideros. Sería muy beneficiosa la aparición de proyectos al respecto, que conlleven una infraestructura digna del gran atractivo que tiene la zona, como destino de pesca deportiva en el mundo.
Transporte y orden público
Desafortunadamente y en contravía de este “boom” de pesca, poco se ha logrado en oferta de vuelos y exagerado costo de los tiquetes: un tiquete aéreo Medellín – Bogotá – Puerto Carreño, ida y vuelta, ya puede costar más que un tiquete a Miami u otros destinos más retirados.
La situación de orden público en el Piedemonte también ha dado muestras de deterioro para esta temporada, afectando la vía Villavicencio – Yopal y el sur de Villavicencio hacia la Serranía de la Macarena y poblaciones cercanas al río Ariari.
También en el Guainía y sur del Vichada, hacia la región de la selva del Mataven. En Caño Bocón y el mismo río Mataven, además, las comunidades indígenas probablemente presionadas por grupos irregulares se han opuesto al turismo ecológico, desperdiciando así una gran oportunidad de desarrollo sostenible y generación de ingresos para la región.
