Por: Carlos Esteban Restrepo, pescador deportivo
Esta pequeña especie endémica de algunas quebradas y ríos de Antioquia, caracterizada por un rabillo rojo vivo en el ojo y aleta adiposa del mismo color, se ha convertido en un símbolo para los pescadores deportivos, por su agresividad, combatividad y gregarismo.
Dentro de su especie Brycon Henni la ojicolorada no está clasificada como diferente a su hermana la sabaleta común, al parecer por tener el mismo número de radios en su aleta dorsal. Sin embargo, morfológicamente es diferente por su coloración y particularmente ambas especies no se mezclan en ningún lugar que se identifique hasta el momento.
Es un pez de clima cálido y se encuentra en regiones entre 800 y 1.200 m.s.n.m. en las cuencas de los ríos Nus, Guatapé, San Carlos y en forma aislada, en la parte alta del río Dormilón y la quebrada la Tebaida en el municipio de San Luis, al oriente; todas estas pertenecientes a la vertiente del río Magdalena.
La ojicolorada generalmente frecuenta aguas donde la corriente tiene mucha velocidad, como descuelgues de los pozos y líneas de corriente contiguas a las riberas y pequeños huecos ricos en oxígeno detrás de rocas donde se generan aguas blancas. No es muy común encontrarlas en lugares de poca corriente o aguas muy profundas.
Su alimentación como todas las Brycon, se constituye principalmente de insectos en todas sus etapas, reptiles, semillas, frutos, flores y pequeños peces. Es omnívora por naturaleza y bastante activa en la superficie, por lo cual las orillas rodeadas de carboneros y otros árboles inclinados sobre el agua son ideales para encontrarlas. Por ser gregaria, es frecuente hallarla en cardúmenes numerosos, sobre todo en los ríos con buen volumen de agua.
¿Cómo se pesca?
Pescarla con mosca es… ¡simplemente espectacular! Ataca las atractors en forma impresionante y por la fuerza que tiene es una verdadera delicia cuando está enganchada en una línea. A pesar de no tener mucha talla, aparecen ejemplares de 25 a 30 centímetros que pueden cortar fácilmente un tippet y dejar al pescador atónito.
Ideal buscarla aguas arriba, dejando la mosca a la deriva controlando la línea sin dejarla destemplar. En sectores del río más anchos, es muy efectivo lanzar al frente en diagonal y dejar bajar la mosca con la corriente hasta encontrar el descuelgue. En algunos casos es efectivo poner a patinar la mosca y detenerla, simulando un insecto adulto en la superficie.
En cuanto al equipo, se recomienda usar cañas para líneas 2 a 5 entre 8 y 9 pies (med. fast – fast) dependiendo de la longitud con la que haya que castear por el caudal que tenga el río. Líneas WF-F, con líderes de 8 a 8,5 pies y tippets de 3X-5X (3,5 a 6 lbs). Usar fluorocarbono resulta muy conveniente. El carrete no es relevante; uno convencional, liviano y balanceado con la caña está bien. Las moscas más efectivas son las atractors, las ninfas lastradas ojalá en colores verde oliva y mostaza, las imitaciones de Cientopies (Hellgrammite), poppers pequeños e imitaciones de flores rojas y rosadas. Tamaños: entre 6 y 12.
Este hermoso pez merece atención y protección por la amenaza que representa la minería ilegal ejercida en las cuencas donde se encuentra y la pesca indiscriminada con métodos prohibidos como la atarraya y la dinamita. Se considera especie amenazada por su distribución geográfica tan limitada.