El decreto presidencial ordena aislamiento, cada vez que sale uno nuevo leo detenidamente buscando la excepción que me permita transitar por una ciudad cerrada a cualquier actividad que no sea garantía al derecho a la vida, la salud en conexidad con la vida y la supervivencia -según palabras del ejecutivo con facultades extraordinarias-. Por más que busco no aparecen garantías que determinen que embarcarme e irme a navegar a vela así sea solo y bien lejos del coronavirus sean esenciales para la supervivencia.
A Santiago mi hijo le cuento que todo lo que sé de la vida lo aprendí leyendo o viajando. No podemos ir al mar, no hay viajes, entonces el conocimiento está en la lectura. Aprovechando la movilidad que permite el aprovisionamiento de víveres paso por mi biblioteca marítima a escoger los libros que llevaré para la extensión de la cuarentena. Aprovisionamiento de sabiduría.
La literatura del mar es inmensa y siempre hay un libro que habla de océanos, barcos o marinos, hay para cada gusto, sin embargo, atendiendo el llamado de la Agenda del Mar a hacer algunas recomendaciones, me veo en la difícil tarea de recomendar, no lo mejor que puede haberse escrito sino lo mejor que ha llegado a mis manos, pues no se puede recomendar lo que no se ha leído.
Empecemos con Joseph Conrad, el marino que se volvió escritor y pudo llevar a las letras el sentimiento de un mundo de marinos mercantes en la época de la vela y la transición al vapor. El Espejo del Mar es la obra recomendada, experiencia placentera si antes escucha la canción Conrad de Ben Howard.
Jack London, el aventurero sobreviviente a las condiciones extremas de la naturaleza, en este caso el mar al que conoció de primera mano trabajando en diferentes tipos de barcos. Después de sus experiencias escribió Lobo de Mar, narrativa pura que nos transporta a bordo de un barco en el que vivir es una experiencia dura, la parte para analizar es la convivencia de hombre intelectual que está abordo porque lo rescataron de un naufragio, con el capitán, un hombre rudo y con una moral difícil de entender, convivencia interesante gracias a la inteligencia de ambos.
Hermann Melville, hay tiempo de leer alguna de las innumerables versiones de Moby Dick, tanto así que sus ediciones se volvieron piezas de colección. Antes de leerlo recomiendo ir al mes de septiembre de la Agenda del Mar de 2020 y leer la reseña sobre el Capitán Ahab, personaje que atrapó a María José Ospina por la fuerza con que el capitán conduce en medio de su locura a sus marineros para perseguir una obsesión.
También habrá tiempo para los cuentos y los cómics, recomendar a Tintín parece algo obvio, pero estoy seguro que si a usted le gusta el mar y tiene toda la colección de Tintín, así haya releído toda la obra va a querer tener y leer ¡Rayos y Truenos! Tintín, Haddock y los barcos, donde encontrará cada aventura de los mares en que navegó Tintín, la historia de los barcos con todo y los planos en que Hergé basó sus dibujos, los marineros, la navegación, la reglamentación marítima, los puertos, el mundo submarino de Tintín, todo en un libro basado en las exposiciones del Musée de la Marine, la Fundation Hergé y el Museu Maritím de Barcelona.
Aprender sobre las grandes batallas en el mar podrá ser algo entretenido, el primer recomendado es Salamina de Javier Negrete, novela histórica que me llevó a la época, a esta batalla que detuvo a los persas en su avance a occidente. Otro recomendado es un libro que rescaté de la biblioteca de mi Mamá pues lo publicó la Biblioteca Básica Salvat, Trafalgar de Benito Pérez Galdós, escrito hace casi ciento cincuenta años es un magnífico punto de vista para entender la célebre batalla, es una novela en que los personajes están basados en las entrevistas que hizo el autor a quienes lo vivieron abordo. Siguiendo con las batallas, tengo un amigo que consiguió toda la colección de Patric O´Brien, no me contestó la llamada para que me recomendara el mejor de los 20 libros traducidos al español, así que lea cualquiera de la saga del Capitán Aubrey que caiga a sus manos, a las mías llegó hace unos ocho años Capitán de Navío, y desde la primera línea me enganchó.
Retrocediendo a la era de los descubrimientos el recomendado es la historia de Magallanes en Maluco la novela de los descubridores, de Napoleón Baccio Ponce de León, divertido e histórico relato, estoy seguro que una vez comience lo mantiene inmerso hasta el final en una sola sentada.
Para entender cómo funcionaba la investigación y la ciencia en el siglo XIX el recomendado es La sombra de Darwin de Peter Nichols donde el protagonista es FitzRoy capitán del HMS Beagle. Esta lectura nos narra, desde los preparativos, el viaje a los canales patagónicos en una misión completamente distinta al motivo por el que terminó siendo célebre el viaje, pues allí Charles Darwin que estaba embarcado, no como científico, termina escribiendo el famoso diario con el que planteó, años después, su teoría de la evolución.
¿Algo científico y actual?, Hielo: Bitácora de una expedicionaria antártica de Ángela Posada-Swafford, investigadora colombiana, buena forma de entender la antártica y su importancia, seguramente despertará pasiones de viajes e investigación, o de leer más sobre el tema. Recomendado para los jóvenes, buen regalo que le hice a mi sobrina que estudia ecología, pues lo que se aprende allí no lo enseñan en las aulas.
Literatura del mar de escritores colombianos, el primer recomendado es un personaje, Maqroll, protagonista de los libros de Álvaro Mutis que se encuentran en el compendio Siete Novelas, aunque suena extenso, a la hora de leerlo se vuelven cuentos. ¿el libro preferido? La última parada del Tramp Steamer, una historia de amor de marinos.
De Mauricio Obregón lo recomendado es leerlo todo, pero no se pude dejar de leer De los Argonautas a los Astronautas, donde rehace el viaje en búsqueda de lo que él concluye son los sitios por los que pasó Jason en búsqueda del Vellocino de Oro, luego se devuelve buscando la ruta de Ulises desde Troya hasta Itaca. Eso podría ser un solo libro, pero en la forma atropellada y con su capacidad de síntesis las cuartillas alcanzan para contarnos el viaje de Colón, la circunnavegación de Magallanes y finaliza en el centro de Control de Misión de Houston durante los viajes del Apollo. La vida de Mauricio Obregón y su forma de ver la vida son fascinantes, en mis años de colegio leía una columna de opinión que él publicaba en el Tiempo, la grata sorpresa fue cuando salieron todas como un libro, y acá va el segundo: De Cóndores y Sirenas. Cada página me llevó a un lugar diferente y me enseñó algo nuevo.
Para entender el tema del Galeón San José es recomendable leer tres libros, empiece por Del Galeón San José y Otras Historias de Rodolfo Segovia, allí está contado lo que sucedió en 1708, pero como un regalo en el libro también nos cuenta otras ocho historias interesantes, como el naufragio de la Armada de la Guardia, las ocupaciones de la isla de Providencia y la historia de la construcción del Castillo de San Felipe. Siguiendo con el Galeón San José, después se puede leer El Galeón Perdido de Jorge Bendeck Olivella, así conocerá el contexto histórico del momento en que empezó su búsqueda y la forma en que los gobiernos de finales del siglo XX trataron el tema. Y para llegar a hablar con propiedad del Galeón lea después El Galeón San José y Otros Tesoros de Nelson Fredy Padilla, periodista que le muestra las conspiraciones e intereses ocultos detrás del tesoro.
Un libro difícil de conseguir, pero que es un tesoro, es Contra viento y marea del capitán Julio César Reyes Canal, nos cuenta con lujo de detalles una gloriosa época de nuestra Armada Nacional y los avatares de la participación en la Guerra de Corea.
Para los navegantes a vela hay bastante literatura, muchos viajeros han llevado sus experiencias a las letras y el resultado para quien entiende lo que se está leyendo es entretenido pues además de verse reflejado en lo vivido o en lo soñado, siempre se aprenden cosas.
El más leído es Bernard Moitessier, yo he leído unas tres veces Cabo de Hornos a la Vela y cada vez lo aprovecho más, aprendo trucos de navegación y de barcos, también es una forma de entender a este personaje famoso por la primera circunnavegación en solitario sin escalas. Me atrevo a recomendar algo que no he leído, pero que mi amigo y hermano Sergio Pardo menciona cada vez que hablamos de libros: Un vagabundo de los mares del sur. También me recomendó y este si lo leí ¿Por qué Imposible? Las Balsas de Vital Alsar, una increíble documentación del viaje desde Suramérica hasta Australia de un grupo de locos, cual náufragos, dispuestos a morir en el intento. Después de leerlo se puede hacer una tertulia para tratar temas sociales, culturales y todo lo que se pude pensar al ver lo que el hombre es capaz de hacer con tecnologías arcaicas.
Ya para terminar, viene la selección de historias hecha por Juan Bautista Duizeide en Cuentos de Navegantes. Considero que no es el momento de leerlo, la recomendación es conseguir la versión impresa y tenerlo listo para llevarlo a las noches de fondeo. Esto, para cuando el gobierno se apiade de los navegantes y nos crea que un velero es el mejor lugar para estar lejos del coronavirus.
Estos libros nos conectan con el mar, por medio de ellos vamos soñando, conociendo, viajando, entendiendo el comportamiento humano, y porque no, construyendo la sabiduría que nos llega entre ilustraciones, historietas y letras. Leer es viajar.
