A principios de 1999 el mundo del buceo en Medellín sufrió un duro golpe. Por dificultades económicas se liquidó el primer club de buceo que existió en Medellín y que era un referente para todos los buzos de la ciudad desde su creación en 1977: Escuba (Escuela de Buceo de Antioquia).
Con Escuba también llegaron a su final los eventos culturales que organizaba ocasionalmente para los socios del club y las conferencias sobre temas relacionados con el buceo, la vida marina y la sostenibilidad.
En ese momento, Juan Gabriel Suárez y Mauricio Rave, lideraron la creación de Tritones Buceo, un nuevo club para la ciudad.
“Desde el primer mes decidimos retomar la idea de las tertulias que hacía Escuba, pero no solo para los socios y los exalumnos nuestros, sino que invitamos a todos los buzos de Medellín, sin importar en qué club estaban”, cuenta Juan Gabriel.
Las primeras Noches de buzos
Con un nombre muy atractivo, el compromiso de hacer una sesión cada mes y la invitación abierta a los practicantes del buceo de todos los clubes, se hizo la primera Noche de buzos en 1999.
Juan Gabriel Suárez recuerda que las sesiones convocaron a más de 60 buzos en sus inicios y ahora reúne entre 100 y 150 personas: “Empezamos en Arte Vivo, que primero estaba en el barrio Manila, diagonal a la policía de El Poblado, y luego se trasladó a Monterrey. Después lo hicimos en Cónico, un restaurante en Envigado; en Hard Rock hasta que se cerró por pandemia; en la cuarentena por covid 19 nos reunimos de forma virtual gracias a la plataforma de la Agenda del Mar; volvimos a la presencialidad en Pesqueira y ahora lo hacemos en Al Patio”.
Fotos: Hard Rock y Pesqueira
Entre los recuerdos que evoca Juan Gabriel, cuando piensa en todo lo que se ha hecho en estos 25 años y más de 250 reuniones, destaca el interés que han despertado ciertos temas. “Una vez en Hard Rock invitamos a una Noche de buzos sobre la experiencia de quienes hicieron un Safari de tiburones en Sudáfrica. Se llenó el sitio. Aunque había muy buena capacidad en ese espacio, la gente no cupo y tuvimos que repetirla para las personas que no lograron entrar”.
Muchas empresas, entidades y clubes de buceo se han sumado en algunas ocasiones dependiendo del tema o cuando se han necesitado recursos, por ejemplo, para asumir los gastos de tiquetes aéreos y hoteles para conferencistas que viajan de otras ciudades. Actualmente, en la organización de las Noches de buzos participan Tritones Buceo, +Azul y la Agenda del Mar. Y como aliados han participado otras como Diving Life y Travel and Diving, entre otras.
Noche de buzos en Bogotá
El covid 19, por supuesto de manera fortuita, fue determinante en la creación de las Noches de buzos en la capital del país. “Aunque soy buzo desde el 2018, fue en la pandemia que conocí la Noche de Buzos (en ese momento virtual) y quedé maravillado de que existiera un espacio así en Medellín. Me contacté con María José, de la Agenda del Mar y le dije que quería organizar la Noche de Buzos Bogotá. Ella me dio su respaldo y me puso en contacto con muchos de los centros de buceo”, cuenta Carlos Mejía, quien ha liderado la iniciativa en Bogotá.
La primera sesión en la capital se hizo el 4 de mayo de 2023 bajo la pregunta “¿Por qué deberíamos bucear al menos una vez en la vida?”.
Los encuentros se han hecho en Chuculat y Diosa Cervecería, y han contado con una asistencia promedio entre 60 y 70 personas.
Carlos explica que “el propósito principal de la Noche de Buzos Bogotá es crear comunidad y contar con un espacio para que buzos, curiosos, ambientalistas y amantes del mar, puedan reunirse a compartir su pasión por el buceo y la vida submarina a 2.600 m s. n. m., hacer amigos y sentir el mar cerca, aunque sea a través de las historias que nos comparten nuestros invitados e invitadas”.
Ese concepto coincide con la esencia que motivó la creación de estos encuentros en Medellín hace ya 25 años. Juan Gabriel Suárez, quien continúa al frente de la iniciativa, se siente orgulloso de haber propiciado un espacio en el que los practicantes del buceo en Antioquia se reunieran. “Desde siempre el objetivo era generar un espacio de integración para que los buzos de todas las escuelas de Medellín se encontraran”, dice.
Así son las Noches de buzos y no buzos, acompáñanos que el principal requisito para hacerlo es amar el mar y querer aprender a conocerlo para cuidarlo.
