La reciente noticia de un buceador alemán que aguantó la respiración 22 minutos seguidos bajo el agua y estableció así un nuevo récord mundial en apnea estática, ha sacado a la superficie un deporte tan antiguo como lleno de emoción y riesgo.
La hazaña de Tom Sitas, quien le arrebató el récord de la disciplina al brasileño Ricardo Baji en una tensa competencia efectuada en China a comienzos de junio, se suma al anuncio de la visita a Medellín del cubano Pipín Ferreras, Campeón Mundial de Buceo en Apnea, prevista para el segundo semestre de este año.
Pipín se sumergirá en la pecera de la Selva Inundada del Acuario de Explora y por un período de media hora realizará inmersiones continuas de entre uno y dos minutos cada una, tal y como lo hacen las ballenas y los delfines. Mientras lo hace, el cardiólogo colombiano e inventor del marcapasos externo, Jorge Reynolds, y su equipo de trabajo informarán al público presente y a los televidentes (en retransmisión por Telemedellín) lo que sucede con el corazón y el tórax de Pipin por medio de una ecografía dentro del agua.
Un mundo asombroso
Sitas y Pipín despiertan el interés y la curiosidad por un deporte único como la apnea (buceo sin tanques), que sorprende con datos que van más allá del tiempo que se puede aguantar bajo el agua sin respirar.
De Sitas, por ejemplo, el portal español RT informó que no comió durante 5 horas para frenar el proceso del metabolismo y que además aspiraba oxígeno puro para poder permanecer tanto tiempo bajo el agua. “Ahora los pulmones del campeón son un 20% más grandes que el de una persona normal y corriente”, destacó el portal.
De Pipín, por su parte, se dice que tiene una capacidad pulmonar de 8 litros cuando la capacidad de una persona normal es de 4 a 4,5 litros, y en los atletas de nivel superior puede llegar hasta los 6,5 litros.
Con ello queda comprobado que el límite lo impone el propio cuerpo, mientras se logra un verdadero acto de compenetración con el mundo natural. “La gente siempre me dijo que Dios vivía en el cielo… por más que he intentado, nunca he podido verlo. Pero en cambio, sí he visto a otro Dios que vive allá abajo, en el azul más profundo del abismo submarino a donde yo desciendo”, afirma Pipín.
Como bien lo reseña un artículo del Correo de Ultramar N°78, en marzo de 2007, “el éxito del control de la respiración está relacionado con la relajación mental: lo físico y lo emocional se unen al servicio de una actividad que brinda tantos beneficios como las legendarias asanas del yoga o las flexiones del pilates”.
Hay dónde practicarlo
La apnea es una pasión que también les quita la respiración a las mujeres. El pasado 5 de mayo, en las aguas de Bonaire, la apneísta brasilera Karol Meyer implantó un nuevo récord mundial en la modalidad de apnea skandalopetra, en la cual se desciende saltando desde una plataforma fuera del agua, sujetando una piedra (skandalopetra) mientras se deja caer libremente. Con este nuevo récord de 68 metros de profundidad, Meyer consiguió su octava marca mundial.
Tampoco hay que ir muy lejos para encontrar mujeres reconocidas en este deporte. En Medellín está Marlenedy Ospina, campeona mundial en cinco ocasiones y juez internacional. “Yo velo mucho por el desarrollo de la apnea, un deporte de vida porque hacer una apnea para morirse no vale la pena”, afirma.
Ella está vinculada a la Liga de Natación de Antioquia, donde se dictan cursos especializados y existe un grupo de 35 apasionados por la apnea que entrena con regularidad.
Bonaire también ofrece espacios para el aprendizaje y la competencia. Justamente en el Hotel Eden Beach, del 19 al 22 de julio, se realizará un campeonato de apnea bajo la dirección del conocido apneísta venezolano Carlos Coste y su equipo de buceo libre. Conozca los planes especiales que Eden Beach ofrece para esa semana, ingresando a www.edenbeach.com
Para saber más sobre la apnea visite:
Foto principal tomada de www.carloscoste.com