“Es un proyecto que se viene desarrollando desde hace más de una decada con personas con discapacidad. La idea es usar el buceo y todas sus virtudes para ayudar a estas personas en sus procesos de rehabilitación o de esparcimiento. Es mostrarles que las discapacidades están en la mente y que son capaces de superar esas barreras. Nosotros somos, únicamente, facilitadores en esos procesos, son ellos los que con su voluntad y empeño descubren que son capaces de hacer cosas que, en algún momento pensaron, eran imposibles para ellos.
Se ha trabajado principalmente, con población vulnerable y miembros de las fuerzas militares de Colombia, la mayoría de ellos víctimas de minas antipersonales.
En octubre se certificaron como buzos de aguas abiertas 6 combatientes, 3 de ellos de infantería del ejército, 2 de infantería de marina y 1 policía”. Jorge Herrera, biólogo marino e instructor de buceo en Diving Planet Cartagena.
Sobre el proyecto:
La unión de seres que por su reducida movilidad se encuentran en situación de vulnerabilidad: Los arrecifes de coral y las personas con discapacidad.
En lo social:
Colombia es uno de los países con mayor índice de personas con discapacidad en el mundo. Esto se debe fundamentalmente a que además de las causas «tradicionales» por las que se presentan diferentes tipos de discapacidad como enfermedades, accidentes y condiciones congénitas, hay que sumar el conflicto interno que vivimos por más 40 años en Colombia y el uso de artefactos explosivos no convencionales por fuerzas irregulares.
En el medio ambiente
Los arrecifes de coral forman uno de los ecosistemas más ricos de la tierra y son uno de los más importantes, entre otras cosas, poque aunque ocupan una pequeña parte de los océanos, son el hábitat de más del 20% de todas las especies marinas y sirven como barrera que protege los manglares, las praderas de fanerógamas marinas y el litoral.
Sin embargo, es uno de los ecosistemas más vulnerables por su fragilidad y está expuesto a diferentes factores en los que interviene la mano del hombre directa o indirectamente:
– Calentamiento global.
– Acidificación de los océanos.
– Pesca con explosivos.
– Pesca indiscriminada o con elementos como redes.
– Contaminación del agua con residuos sólidos o líquidos.
– Sedimentación, entre otros.
Si los corales pudieran moverse, podrían «escapar» de estas amenazas… escapar a aguas más frías o apartarse del camino de una red de pesca, o buscar aguas más claras para obtener más luz… sin embargo, su falta de movilidad los expone a todas estas amenazas.
Unión de lo social y lo ambiental
En términos generales, estas dos “comunidades” coralinas y de personas con discapacidad, se encuentran en una situación de vulnerabilidad y tienen algo en común. Su limitación de movimiento:
En definitiva, los arrecifes permiten a las personas con discapacidad vivir una emocionante y divertida aventura en la que las personas con discapacidad pueden “volar” sin necesidad de sillas de ruedas ni prótesis, demostrándose a sí mismos y a los demás que no existen los límites y, a cambio, las personas con discapacidad liderar programas de conservación del medio ambiente. En esta ocasión, van a apoyar las acciones que buscan prevenir y mitigar la enfermedad de pérdida del tejido coralino.
La misión en la que se embarcan estos nuevos buzos es en la de convertirse en guardianes de los océanos, que sean la voz de los arrecifes que contrario a ellos no pueden superar los “límites”.
