Aunque comúnmente se piensa que la industria, el transporte y el sector energético son los mayores contaminantes, la alimentación tiene un papel significativo en las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Un estudio titulado The Global Impacts of Food Production reveló que al menos un 25% de las emisiones anuales provienen del sector alimentario, y un 58% de estas corresponden a la producción de productos animales.
Datos:
- Según cifras de la NASA, la temperatura global ha aumentado 1,1°C desde la era preindustrial y las emisiones de CO2 se han incrementado 150% desde 1750. Este gas es uno de los más preocupantes para la crisis climática junto al gas metano.
- De acuerdo con un estudio publicado por el Fondo de Defensa Ambiental (EDF, por sus siglas en inglés), las vacas generan alrededor del 40% de las emisiones globales de metano, debido al metano entérico que eructan las vacas luego de alimentarse.
- El documental de National Geographic «Antes de que sea tarde» alerta que el metano producido por los bovinos es mucho más impactante para el ambiente, ya que una molécula de este gas equivale a 23 moléculas de CO2.
Fotos: Camila Amariles y Daniel Alejandro Cadavid, Fotoconcurso Agenda del Mar
La situación en Colombia:
En Colombia, la producción de carne de res está asociada con la deforestación y el cambio de uso de pastizales, lo que agrava aún más el impacto ambiental. Además, el metano producido por los bovinos es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2.
El reciente archivamiento del proyecto de ley «Ganadería libre de deforestación», que buscaba frenar la deforestación controlando la extensión de zonas ganaderas, es un claro recordatorio de las dificultades que enfrentamos para alinear las prioridades políticas con las necesidades del planeta. Mientras esperamos que las políticas gubernamentales cambien, podemos tomar acción desde nuestros hogares.
Relación tóxica con los arrecifes:
Las vacas y los arrecifes de coral están entrelazados en una relación «tóxica» debido al impacto ambiental del consumo de carne. La ganadería y sus emisiones de CO2 y metano, que contribuyen significativamente al cambio climático. Este calentamiento global, a su vez, provoca el blanqueamiento y la destrucción de los arrecifes de coral, ecosistemas vitales para la biodiversidad marina. Así, al consumir carne, no solo se promueve la deforestación y el uso intensivo de recursos, sino que también se acelera la degradación de los arrecifes, afectando gravemente al planeta.
Acciones cotidianas para reducir el consumo de carne: Para convertirnos en guardianes del planeta, este mes la invitación es a que adoptes diversas acciones cotidianas que tienen un gran impacto en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero:
- Lunes sin carne (Meat Free Monday): No consumir carne al menos un día a la semana.
- Opta por proteínas vegetales: Sustituye la carne por frijoles, lentejas, garbanzos, tofu y quinoa.
- Consume carne de manera moderada: Limita el consumo de carne a 50-100 gramos al día.
- Elige carnes blancas: Opta por pollo o pescado (de prácticas responsables) en lugar de carne de res.
- Compra productos locales y de temporada: Apoya a los agricultores locales y reduce la huella de carbono del transporte de alimentos.
- Reduce el desperdicio de alimentos: Planifica tus comidas y aprovecha las sobras.
- Infórmate e inspira a otros: Aprende sobre el impacto ambiental de tu dieta y comparte esta información.
- Cultiva tu propia huerta: Considera cultivar tus propias frutas, especias y verduras.
- Apoya políticas y empresas sostenibles: Elige productos de empresas comprometidas con prácticas sostenibles.
Implementar estos cambios en nuestra rutina diaria puede tener un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático. Sumémonos a ser guardianes del planeta con acciones cotidianas y concretas para asegurar un futuro más saludable y sostenible para todos.
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Fuente, con información National Geographic.