El Polyethylene Terephthalate es uno de los 7 tipos de plásticos que existen y es el que todos conocemos como PET, muy común en botellas de agua o de gaseosas.
Aunque muchos todavía se sorprenden, este elemento es usada como materia prima para la elaboración de camisetas, chaquetas, sudaderas y toallas.
Enka de Colombia comenzó en 2008 a procesar el PET para producir poliéster y en 2013 creó una empresa, Eko Red, que recicla para generar materias primas que sirven al sector textil-confección.
Fotos: Elle, Ekored y Agenda del Mar
“Cuando se hicieron las primeras camisetas a partir del aprovechamiento del PET me decían que no era bueno contar el origen del material porque la gente no iba a querer comprar una prenda hecha con productos que venían de la basura”, recuerda Juan Carlos Gutiérrez, gerente de Eko Red.
La mentalidad ha cambiado y hoy muchas personas valoran el hecho de que se estén produciendo prendas a partir de un modelo de economía circular, pero todavía falta mucho. “Colombia produce 180 mil toneladas de PET al año y solo estamos reciclando el 35%”, explica el gerente de Eko Red, quien agrega que el porcentaje que se recicla del total de plásticos que produce el mundo es mucho más bajo, apenas del 9%.
Con la materia prima creada por Eko Red, los textileros logran confeccionar una camiseta a partir de 5 botellas. “Nosotros recogemos 3 millones de botellas al día y necesitamos el doble”, puntualiza.
Otra iniciativa exitosa de aprovechamiento del PET es la que hace la empresa Mantta, que fabrica y comercializa toallas de microfibra, como las de la Agenda del Mar que vienen con estampados de mar en un tamaño de 130 x 78 centímetros
“Hicimos ensayos con un proveedor que tenemos en el exterior y hasta ahora hemos logrado un producto con 60% de PET, nuestra meta es llegar al 80% de material reciclado”, cuenta Juan José Gómez, quien con su esposa Catalina Mesa está al frente de esta iniciativa desde hace 6 años.
La textura de la toalla de microfibra es muy diferente, liviana y suave. Muchas personas la usan para la playa por la comodidad para llevarla de viaje y porque no se le pega la arena. Además, se seca más rápido y no coge mal olor pues como es sintética, las bacterias en ellas no se reproducen.
Para el uso diario también tiene ventajas, ocupa menos espacio en la lavadora y no necesita suavizante, explica Juan José.
Para la producción de una toalla de este tipo se necesitan 6 botellas PET. Por ahora, la marca Mantta vende en tiendas por departamentos de las principales ciudades, por Instagram a todo el país y está exportando a Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, República Dominicana y Dubai en los Emiratos Árabes.
Empresas como estas están haciendo bien su tarea y cada día la producción de artículos a partir del PET reciclado será mayor. Por eso es importante recordar que todo este sistema comienza en el momento en el que cada persona lanza a la caneca una botella. Hacerlo de tal forma que sea fácilmente recuperada y reciclada es la clave.