En las zonas donde hay presencia del pez león la biodiversidad se ha reducido hasta en un 80%, según estudios realizados en las islas Bahamas. Lo mismo podría estar pasando ahora mismo en el Caribe colombiano, donde esta especie originaria del Indopacífico también se volvió una amenaza seria.
El Pterois volitans fue visto por primera vez en la isla de Providencia a finales de 2008 y hoy en día se encuentra extendido como plaga desde Capurganá hasta la Guajira, pasando por las islas de San Bernardo y del Rosario, y las inmediaciones del Parque Tayrona. En 2010 fue declarado por el Ministerio de Ambiente como una especie exótica invasora y es tal el impacto ecológico y económico que ocasiona, que el mes pasado, en Santa Marta, el presidente Santos ofreció recompensas a quienes lo capturen.
No se conoce todavía el monto de esas recompensas para los pescadores, pero ya el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible puso en marcha el Plan para el Manejo y Control del Pez León en el Caribe colombiano 2012-2014, que incluye coordinación, prevención, detección temprana, respuesta rápida, control, investigación, comunicación y educación. También se promueve la restauración de hábitats en los ecosistemas que han sido invadidos.
El devorador del Caribe
El pez león es un voraz depredador que se alimenta de toda la variedad de peces arrecifales (como los peces loros y cirujanos), con predilección por sus larvas y ejemplares más jóvenes, lo que diezma o aniquila por completo las poblaciones de muchas especies nativas y altera el equilibrio del ecosistema. Las de consumo humano como el mero y la langosta se han visto muy afectadas, y en Capurganá, por ejemplo, aseguran que la pesca del pargo se ha disminuido un 54% en los últimos cinco años debido a este invasor.
A lo anterior se suma su alta tasa de reproducción. Según la bióloga y ecóloga de la U. de A., Adriana Urueta, “cada hembra de pez león puede poner hasta 4 mil huevos cada semana, lo que da un estimado de mil nuevos individuos en ese periodo”.
Y todo es más grave aún porque no tiene depredadores naturales en el Caribe. El mero es la única opción de control biológico, pero desafortunadamente la sobrepesca lo tiene en vía de extinción en Colombia.
Como concluye Lázaro López, gerente del Hotel Almar, el pez león “se reproduce mucho, devora las larvas de otras especies y no tiene quien se lo coma”. En realidad, el único depredador que le queda es el ser humano.
Del arrecife a la mesa
¿Qué se está haciendo para controlar la invasión del pez león? Espere muy pronto un informe especial en El Colombiano, en la sección Colombianos Almaverde.
¿Dónde se extrae el pez león?
- En Santa Marta, con el apoyo del Invemar y la U. Jorge Tadeo Lozano
- En San Andrés, bajo la coordinación de Coralina
- En las islas del Rosario y Providencia, a cargo de Parques Nacionales con el apoyo de Diving Planet
- En Capurganá, con el liderazgo del Hotel Almar
- En el golfo de Morrosquillo, promovido por la reserva natural Sanguaré.
Control en Bonaire
La isla de Bonaire, que también se ha visto afectada por este problema, ha dado un paso importante al levantar la prohibición de pesca con arpón y permitirlo para combatir este invasor. Esta labor solo pueden realizarla las autoridades de Stinapa, la encargada del Parque Marino de la isla. La recomendación que se hace a los buzos y turistas, en caso de ver un pez león, es ubicar el sitio con GPS y reportarlo a la autoridad marina y ambiental.
Fotografías: Shutterstock (superior) y Hotel Almar (centro).