Las cámaras hiperbáricas permiten salvar la vida de los buzos afectados por la aeroembolia o embolismo arterial por gas, la cual se produce por la formación de pequeñas burbujas de aire en el torrente sanguíneo producto de un rápido ascenso o de no realizar un debido proceso de descompresión.
El buzo debe ser introducido lo más pronto posible en una de estas cámaras y permanecer allí mientras el personal sanitario aumenta la presión interior para simular las condiciones de la inmersión en el momento del accidente. Luego, esa presión se disminuye paulatinamente imitando la subida del buzo a la superficie, permitiendo que las burbujas de nitrógeno reduzcan su tamaño y desaparezcan de la sangre y los tejidos.
Si no se hace a tiempo este tratamiento, además de inconsciencia, parálisis o apoplejía, el buzo podría perder la vida. De ahí la importancia de contar con cámaras hiperbáricas y personal idóneo para su manejo en las distintas zonas del país donde se realizan actividades de buceo.
Nuevas cámaras en Colombia
A finales del 2014 Fontur contrató con la firma Nauticenter de Cartagena el suministro e instalación de cámaras hiperbáricas para San Andrés, Providencia, Bahía Solano y Santa Marta.
En San Andrés, inicialmente el contrato contemplaba la reparación de la cámara existente en el hospital Amor de Patria, pero después de realizar reuniones con la Agencia Logística de la Armada Nacional se recomendó adquirir una cámara hiperbárica nueva, debido a que la existente presentaba fallas de funcionamiento y la inversión para la reparación era de un costo similar a una cámara hiperbárica nueva, explicó Fontur. Fue entregada oficialmente a la Gobernación de San Andrés el 14 de mayo de 2015 y desde entonces el hospital y la Gobernación son los responsables de la administración, operación y mantenimiento.
La de Providencia fue entregada oficialmente por Fontur el 29 de mayo de 2015, y el hospital y la Gobernación son los responsables de la administración, operación y mantenimiento. Tanto en San Andrés como en Providencia fue necesario adecuar las instalaciones físicas de sus respectivos hospitales.
El proceso de entrega de la cámara hiperbárica de Bahía Solano, Chocó, fue más retardado debido a que las adecuaciones que la Alcaldía debía realizar en el hospital no se realizaron en los tiempos previstos. Fue entregada el 10 de noviembre de 2015 y el hospital y la alcaldía son los responsables de la administración, operación y mantenimiento.
Santa Marta aún no tiene
Con relación a la cámara hiperbárica de Santa Marta, esta se encuentra almacenada en una bodega de Cartagena, según explica Fontur porque en el mes de marzo del presente año, la Alcaldía de Santa Marta manifestó a Fontur no requerir la cámara hiperbárica debido a que ellos adelantaron, con posterioridad, adquisición de cámaras múltiples que suplen esta necesidad.
Los centros de buceo de la zona se muestran sorprendidos con esta explicación, ya que desconocen la existencia de dichas cámaras. En Santa Marta no hay cámara hiperbárica y en ningún momento la Alcaldía nos ha mencionado algo sobre nuevas cámaras, aparte de la de Fontur, comenta Santiago Estrada, del centro de buceo Reef Sheperd.
Agrega este instructor de buceo que en caso de un accidente por aeroembolia les toca trasladarse hasta la cámara hiperbárica de Cartagena, que está a 4 horas de viaje y supone un riesgo alto para el buzo afectado. Y cabe recordar que es en Santa Marta y Taganga donde más buzos se certifican al año en Colombia. Se calcula que son unos 7 mil al año, equivalentes al 60 por ciento del total. De ahí que la cámara hiperbárica sea tan necesaria y se requiera resolver por parte de la Alcaldía su instalación. Al cierre de esta edición, no fue posible encontrar respuesta de esa municipalidad.
Exitosa con fines terapéuticos
Para Antonio Reyes, de Nauticenter, también es preocupante porque en este momento se está perdiendo la oportunidad de tener una cámara que no es fácil de conseguir y que es muy importante para la seguridad del buceo en la zona, pero además se pierde la posibilidad de otros usos en la medicina.
En efecto, el uso de las cámaras hiperbáricas con fines terapéuticos y estéticos es cada vez mayor en Colombia, gracias a los beneficios que ofrece en terapias de cicatrización, antienvejecimiento, tonificación de la piel y hasta mejoramiento de la memoria. Por ejemplo, se ha probado que las terapias de oxigenación hiperbárica disminuyen hasta en un 50 por ciento el tiempo de recuperación en pacientes sometidos a cirugía plástica o reconstructiva.
En ciudades como Bogotá y Medellín se ofrecen estos servicios con éxito y lo mismo podrían hacer las demás localidades que cuentan con cámaras hiperbáricas, que ante todo son cruciales para la seguridad de los buzos.
Fotos: Nauticenter