Durante el primer semestre del 2016, Señalización Marítima del Caribe ha realizado diversos trabajos en el mar relacionados con la renovación y transformación tecnológica, y la instalación de un sistema de boyado en los canales de acceso.
Estas labores forman parte del compromiso de la Dirección General Marítima: salvaguardar la vida humana en el mar, mantener la seguridad marítima y consolidar a Colombia como país marítimo.
El sistema de boyado, conformado por 14 boyas en fibra de vidrio, dotadas de sistema lumínico y dispositivo de monitoreo, fueron instaladas en los canales de acceso de las Islas del Rosario.
Por su parte, la renovación tecnológica se efectuó a través del Grupo de Investigación Científica y Señalización Marítima. Esta inició en el 2013 al incrementar la cobertura y la estandarización de las ayudas a la navegación con los más altos estándares internacionales del sistema de balizamiento marítimo establecido por la IALA (Asociación Internacional de Señalización Marítima) en los principales canales de acceso en los puertos públicos colombianos; con una inversión histórica, que impacta de manera decisiva en el porvenir marítimo y el desarrollo económico del país.
Las ayudas a la navegación que antes estaban fabricadas en acero galvanizado y soldaduras, hoy fueron reemplazadas por elementos de acero inoxidable, flotadores de espuma de polietileno, recubierta por una capa de poliuretano elastomérico, cuyo color se encuentra impregnado en el polímero, de acuerdo a la recomendaciones de la Asociación Internacional de Ayudas a la Navegación y Autoridad de Faros – IALA.
Por sus características, tales como el bajo peso, lo cual es idóneo para la manipulación y resistencia a la corrosión, contribuye a la baja necesidad de mantenimiento frente a las boyas construidas en hierro.
De igual manera, los sistemas lumínicos y acumuladores de energía son autocontenidos, al incorporar en un mismo cuerpo la linterna, paneles solares, baterías y monitoreo satelital; así el sistema es menos vulnerable a los actos de hurto. Adicionalmente la linterna es ajustada a la torre a través de tornillos de seguridad.
Los nuevos materiales absorbentes de energía no solo disipan los impactos y son resistentes a la corrosión, sino que protegen la vida de navegantes de naves menores y en caso de siniestros con grandes buques, evitan daños mayores en las motonaves y mantienen su reserva de flotabilidad, sin perder su funcionalidad.
Un poco de historia
La Señalización Marítima del Caribe apareció inicialmente con el nombre de Faros y Boyas en el año 1926, como una intendencia del Ministerio de Aduana Nacional, institución que en ese entonces era la encargada de dotar a los litorales de las ayudas necesarias a la navegación, iniciando sus labores en Barranquilla para la Señalización Marítima del Atlántico.
Posterior al traspaso mediante el Decreto 1144 del 10 de mayo de 1944, la Jefatura de Faros y Boyas para ser dependencia de la Base Naval ARC Bolívar. Dos años más tarde el Capitán de Fragata Aureliano Castro Sarmiento, Director General de Marina (hoy Armada Nacional), estableció el primer reglamento profesional de servicios técnicos y administrativos de Faros y Boyas.
A partir de 1982 se dan los cambios en los sistemas en las ayudas a la navegación, al introducir en el país las primeras ayudas a la navegación eléctricas, alimentadas por paneles solares y baterías. Con este impulso y avance científico el nombre de la dependencia también cambia. De Faros y Boyas pasa a llamarse Señalización Marítima del Atlántico y a partir del año 2002, a Señalización Marítima del Caribe.
