Las ballenas jorobadas (Megaptera novaengliae) visitan entre julio y octubre las aguas del Pacífico colombiano, y cientos de turistas de Colombia y el exterior acuden a diferentes destinos de la región para disfrutar de su avistamiento.
Es todo un espectáculo ver cómo estos gigantes de hasta 19 metros de largo y 40 toneladas de peso exhiben sus dorsos, exhalan chorros cuando respiran o realizan saltos.
Pero, ¿qué tanto sabemos de estos impresionantes mamíferos marinos? A continuación, cinco datos sorprendentes para apreciarlas con otros ojos:
Una de sus principales características es el inusual tamaño de las aletas pectorales, que son casi un tercio de su longitud total. De ahí su nombre Megaptera: Mega=grande, ptera=alas.
Realizan una de las mayores migraciones de mamíferos: 8.000 km desde los polos, donde se alimentan de krill, hasta el ecuador. Llegan al Pacífico colombiano entre julio y octubre para aparearse y dar a luz a sus crías.
Su canto es el más largo y complejo del reino animal. Los machos emiten notas que van desde bramidos graves hasta agudos chillidos y que, repetidos, forman canciones de hasta 30 minutos y que otras ballenas pueden escuchar a miles de kilómetros.
Generan los sonidos forzando el aire a través de su enorme cavidad nasal. El saco de aire cambia de tamaño para modificar la nota o el volumen.
Se cree que con los cantos les indican su ubicación a los compañeros.
Entre varios ejemplares crean una red circular de burbujas en la que queda atrapado su alimento, principalmente pequeños crustáceos.
Las ballenas saltan para comunicarse, jugar, cortejar y limpiarse los parásitos. Existen cuatro tipos de saltos: de giro, espionaje, aletazos y coletazos.