Entre los postulados del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible quedó consignada la importancia del conocimiento tradicional de las comunidades costeras. Hacer ese reconocimiento fue iniciativa de un colombiano que integra el órgano asesor de expertos designado por la ONU.
El Capitán Francisco Arias Isaza es el director del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis –Invemar, de Colombia; y además, es uno de los 16 miembros del EPG (Executive Planning Group), que es el Grupo de Planificación Ejecutiva del Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible.
El EPG es un órgano asesor de expertos para los órganos rectores de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental para apoyar el desarrollo de un Plan de Implementación para el Decenio y la realización de otras actividades necesarias para establecer el Decenio.
El reconocimiento de los saberes de las comunidades que históricamente han habitado las áreas costeras y han vivido de la pesca, propuesto por el Capitán Arias, fue acatado por la comisión.
Ese es un aspecto muy importante, como la democratización de la información, pues hay una inmensa base de conocimiento que nunca llega a la comunidad científica y mucho menos a la gente del común, como los datos que han acumulado las petroleras, por ejemplo, durante más de 50 años de trabajo en los mares.
Otro aspecto que destaca el Capitán Arias, de las consideraciones hechas por el grupo de expertos, tiene que ver la participación de la mujer en los procesos de investigación, particularmente en lo que tiene que ver con las ciencias marinas. Es increíble que todavía existe el mito de que trae mala suerte embarcar mujeres en un buque, eso ha hecho que la participación por género esté muy desbalanceada.
Además del Capitán Arias, en el equipo que viene liderando el plan de implementación del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, hay otras dos personas del Invemar, de Colombia: Paula Sierra, quien lideró uno de los capítulos que se encargaron de estudiar el estado de las ciencias oceánicas, e Isabela Katime, en el grupo de divulgación.
Poca inversión
En un evento público en el que habló de los efectos del covid-19, el Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, había advertido que para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible es imperativo dejar de degradar el medio ambiente del que depende la humanidad; y para lograrlo, la ciencia y la investigación son vitales. Sin embargo, las ciencias oceánicas representan una cantidad minúscula de financiación.
Para dimensionar la realidad mundial sobre este tema, es importante reseñar que el Informe Mundial sobre las Ciencias Oceánicas, elaborado por la Comisión Oceánica Intergubernamental de la Unesco, señala que los países invierten menos del 2% de sus presupuestos de investigación en temas relacionados con los océanos.
Además, según el Capitán Francisco Arias, una de las grandes sorpresas del análisis hecho por la comisión de expertos EPG fue que casi el 90% de la ciencia que se hace sobre el mar se adelanta con inversión estatal. Hay que trabajar para que los privados inviertan en investigación para equilibrar esa balanza, explica.
Y aunque el panorama es complejo, la directora de la Unesco, Audrey Azoulay, manifestó su satisfacción después de que los líderes de 14 países, que representan más del 40% de las costas del mundo, suscribieran un compromiso para impulsar la gestión sostenible de los océanos para 2025.
Se trata de una nueva agenda de acción que podría contribuir a sacar de la pobreza a millones de personas y alcanzar el 20% de nuestros objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, explicó la directora de la Unesco.
Las tareas de investigación que se vienen desarrollando con motivo del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible apuntan a encontrar soluciones a los efectos del calentamiento global y al impacto de las actividades humanas sobre los ecosistemas, como la contaminación de los mares, la acidificación oceánica, la elevación del nivel del agua, la pérdida de especies marinas y la degradación de los entornos marinos y costeros.
Andrés Fernando Osorio, director del Centro de Excelencia en Ciencias Marinas (CEMarin), tener haber definido una década para la investigación de los océanos es muy importante y está en concordancia con las 3 líneas de trabajo del CEMarin: Primero, los cambios globales ambientales; segundo, los recursos marinos y su aprovechamiento sostenible, incluyendo las pesquerías, energías, ecoturismo; y la relación de océanos, sociedad y política. Esperamos en esta década ser un punto de articulación entre investigadores, universidades, tomadores de decisiones empresariales y comunitarios.
Aunque siempre se ha reconocido el valor de los océanos, la verdad es que poco se han estudiado. Según Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, más del 80% de los océanos no ha sido cartografiado ni explorado. Por eso es fundamental profundizar en el conocimiento de los océanos, que representan más de dos terceras partes del planeta, albergan el 90% de la biodiversidad y suministran más de la mitad del oxígeno que respiramos. Se estima que almacenan 15 veces más CO2 que la biosfera terrestre y son determinantes en la regulación de la temperatura del planeta pues absorben más del 90% del exceso de calentamiento global.
Audrey Azoulay, directora de la Unesco, hizo un llamado a los institutos de investigación, fundaciones y ciudadanos en general para que se unan al movimiento. Todos estamos en el mismo barco, necesitamos los océanos y el océano nos necesita, dijo. La Unesco es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El decenio que comienza será definitivo para avanzar en el conocimiento de los océanos y, sobre todo, de sus potencialidades para ayudarnos a recomponer nuestra relación con el medio ambiente.