Dalila Caicedo Herrera, Directora Ejecutiva Fundación Omacha
Empecé en 1988 cuando estaba en la Universidad, había revisado gran cantidad de bibliografía sobre la especie, hice mi primer viaje a la zona de la Ciénaga de Ayapel y me dí cuenta que no era tan fácil estudiarlos, esperé toda una noche para ver una nariz, pero de ahí empezó la pasión de ver que eran animales tan indefensos y he logrado trabajar todo este tiempo, a veces con mucha dificultad pero aquí vamos.
Decidí hacer este trabajo porque estos eran animales indefensos, a la larga la única amenaza es antrópica y es de parte de nosotros, todos los cambios que nosotros hacemos en el ecosistema, adicionalmente que en ese momento estaban muy amenazados por el tema de cacería, porque se enredaban en la maya y la gente decidía no sacarlos, ver que no tienen ninguna forma de defenderse hizo que empezara a trabajar con ellos. Además, revisando todos estos años, nos hemos dado cuenta que son muy importantes en los ecosistemas donde habitan.
Nos motiva la pasión por una especie como el manatí pero la pasión por entender, saber y dejar muy en claro que para las comunidades que habitan en las zonas es más importante conservar una especie para lograr conservar un ecosistema que seguir en el plan de acabar con ella, ver que la gente se concientiza que donde hay manatís hay peces, que donde hay manatís hay agua ha sido un proceso de motivación grande y pues esta motivación es día a día, no hay que desfallecer, a vaces uno se encuentra con grandes dificultades pero siempre siempre logra solucionarlas, a veces no como uno quisiera, a veces no tan fácil pero se hace.
Uno empieza por el amor a la especie y a trabajar el tema de investigación con el animal como tal, en el camino se da cuenta que esto no es así, que para lograrlo no solamente es el animal como tal sino todo lo que hay alrededor desde el punto de vista ecosistémico, social, de autoridades ambientales, de educación ambiental, es como que para lograr este tipo de cosas en el camino son muchos los invitados a trabajar, los actores que uno debe involucrar, hay que involucrar a muchísima gente y toda la gente le puede ayudar a uno a tener los grandes logros y también en algunos momentos se encuentra con grades dificultades pero siempre hay que persistir y seguir y no es fácil pero hay que hacer la tarea.
Se empieza con los directamente involucrados que son los pescadores y los que están ahí, los que los ven por lo general todos los días, los que saben dónde están, los que identifican cómo son los comederos, los que han visto las heces, los que ven a los animales con las crías, los que ven los procesos de reproducción, después de estas personas, vienen los que están detrás de ellos; los que comercializan los peces, los que en algún momento visitan la ciénaga, los que promueven en algunos casos cacería, luego hay que meter a toda la comunidad en general, especialmente a los niños, porque los niños son los que llevan las grandes ideas a sus casas, los que cuentan en la escuela o en el colegio me dijeron esto, miren que es importante hacer esto y los que van sembrando la semillita de cambiar, y luego pues siempre hay que meter a las autoridades ambientales, trabajar con las autoridades policivas pero no para reprimir sino para educar y que son un gran apoyo, la Policía Nacional, la Armada Nacional, para nosotros han sido muy importantes porque están ahí, nos han ayudado a llevar animales de un lado a otro, a retener la comunidad cuando se emociona más de la cuenta, son grandes apoyos, y adicional a eso, los procesos de educación ambiental en las capitales de las ciudades los procesos son grandes. La gente piensa por ejemplo que si está en Bogotá que no pueden hacer nada por los manatís y eso es mentira, desde que uno está en su casa el proceso de reciclaje de uso es importante tenerlo en cuenta, la separación de basuras es ese granito de arena que uno pone desde su casa y en campo pone otros granos de arena diferentes pero son procesos que son conjuntos, que es necesario hacerlos, que la gente debe conocer que están las especies en los sitios, muchas veces a uno le preguntan, ¿cómo así que en Colombia hay manatís? Cuando uno empieza a contar, dónde están, cómo están, qué les pasa, empieza la gente a conocer. Toda la divulgación es muy importante. Ahora el tema de las redes sociales te deja conocer muchas cosas muy rápido, las noticias corren muy rápido, todas esas cosas se aprovechan para grandes cosas en la zona.
El trabajo de conservación está dividido en dos partes, la biológica y la social. En la parte biológica uno mira dónde están los animales, cuáles son los sitios que recorren, cuáles son sus preferencias, cuáles son sus rutas de migración, genética, todos los procesos de investigación, por dónde se mueven, poner los radios para saber dónde prefieren estar, qué comida prefieren, si salen al mar o vuelven a entrar, si se mantienen en los ecosistemas estuarinos, todas esas cosas son un componente biológico. Y luego está el componente social, el trabajo con los colegios, con los pescadores, hemos enseñado a hacer artesanías sobre manatí que ha sido muy emocionante porque cada vez las hacen más bonitas, las hacen en coco, piedra, madera en la zona del Sinú especialmente. Otras personas hacen cosas diferentes en otras áreas del país. Había un señor en Magangué que hacía unos manatís en madera muy lindos. Trabajamos en la campaña no te comas el manatí, cómete la galleta en forma de manatí esa nos da un excelente resultado porque la galleta es muy bonita y ya se pueden hacer cosas muy bonitas en las áreas con la gente. Esto a nivel regional y local, luego está el tema nacional que se puede hacer una gestión en planificación, implementación de planes del Programa Nacional de Manatí que es de 2004 y tiene unas líneas de trabajo claras, la ruta es que se planifica, y desde ahí hemos seguido la ruta en cada área del país; qué es lo prioritario por hacer, es prioritario hacer diagnósticos, saber cómo están, en dónde están. Dependiendo del río, de la cuenca, del humedal se plantean diferentes cosas.
Hay historias muy bonitas por ejemplo en Cimití después de que fuimos y miramos los animales y cuáles eran sus preferencias nos tocó plantear todo un trabajo con la alcaldía porque como lo animales no tienen forma de salir de la ciénaga y en algunos casos se quedan encerrados entonces la comunidad trabaja en llevarles la comida, pero todos son procesos largos, no son mediáticos, no son cortos, es una tarea larga.
Hemos desarrollado actividades en varios sitios, la más contínua ha sido en Córdoba que llevamos desde el 2003 de forma casi que ininterrumpida, pero también formulamos el Plan de Manejo del Río Atrato, el año pasado el de la jurisdición de la Corporinoquía, trabajamos en la actualización del Plan de Manejo en el canal del Dique. Rescatamos animales en el Golfo de Urabá, en el de Morrosquillo, en el Magdalena, en el sur de Bolívar, en la Mujana, en el Cesar, en la Ciénaga Grande de Santa Marta. Hemos hecho ubicación de animales y algunas campañas muy cortas de educación. Es en muchos sitios ir trabajando en este tipo de planificación e ir ejecutando las actividades pero siempre hay animales para rescatar. En este momento estamos trabajando en la rahabilitación de Lluvia que es un animal en el amazonas que lo encontramos en regular estado y está saliendo adelante, todos los procesos de rahabilitación sirven para campañas de educación y esa es nuestra tarea, si damos a conocer lo importante que son los animales en el ecosistema y toda la labor que hay que hacer para lograr devolverlos entonces vamos por un buen camino.
Lo más difícil de esta labor definitivamente es conseguir dinero para realizar las actividades, es una cosa bien complicada, nos cuesta mucho trabajo y a veces muchas antesalas, muchas cerradas de puerta, muchos no se puede, no existe y ese tipo de cosas. Lo otro es que cuando uno pierde la posibilidad de permanecer en un área da reversa al trabajo, entonces eso es triste por eso es la necesidad es estar todo el tiempo en las áreas. Nuestro criterio importante en la Fundación Omacha es que si vamos a trabajar en un sitio, nos vamos para ese sitio a estar, y a veces no tenemos la oportunidad de estar por mucho tiempo y eso hace que se pierda parte del trabajo que hacemos.
La enseñanza más grande es que no podemos perder la tenacidad, siempre va a haber dificultades pero siempre vamos a lograr cosas. Que una especie es muy apreciada pero la utilización de esa especie como sombrilla de conservación en grandes procesos es lo más importante; no hay que enamorarse de un animalito y seguirlo porque el animalito es bonito porque te da ternura porque todas esas cosas, hay que seguirlo porque detrás del animalito hay una cantidad de procesos, los peces, mantener el agua y hay que hacer toda esa relación desde el punto de vista ecosistémico pero siempre tener en cuenta la comunidad.
Los manatíes están en el libro rojo de especies amenazadas de Colombia, conocer el papel de estos mamíferos es salvar todo un ecosistema.
Logros y satisfacciones los tenemos todos los días, desde el pequeño logro hasta el gran logro, son las cosas que nos mueven. Para mí uno de los logros que nos dejó ver que un proyecto estaba siendo exitoso es cuando María del Mar un animal que liberamos tuvo su primer hijo, esta historia es linda porque en el 2009 la rescatamos, nos la entregó la comunidad, en medio de todo el proceso de educación ambiental deciden entregárnosla cuando la encuentra en la playa de San Bernardo del Viento, hacemos toda una rehabilitación, día y noche con ella, cada 3 horas tetero, muchísimos sacrificios, enferma a veces, buscar la plata pero logramos rehabilitarla y comprar el radio para soltarla con otros animales que estaban en semicautiverio y los íbamos a devolver a la Ciénaga Grande de Lorica. Cuando la íbamos a soltar hicimos la prueba de ver si todavía se acercaba a nosotros y por más de que no la mirábamos, la teníamos con otros animales hicimos una prueba final y ella vino, entonces el susto fue mucho al soltarla pero se fue, le echamos la bendición, seguimiento por telemetría, todos los días mirábamos por donde se movía, nadie le hablaba, nadie se le acercaba, tratábamos de que no se acercara a la lancha pero ella se acercaba a la lancha y se quedaba ahí mirándonos entonces dijimos esto va a ser un poco peligroso y empezamos a contarle a la gente que María del Mar estaba ahí entonces la gente empezó a contarnos «me acompañó anoche a pescar, a mí me recibe jugo, entonces empezó otra campaña para que aunque se acercara no le dieran comida porque se podía enfermar. En el 2015 la comunidad empieza a decir que María del Mar había parido, nosotros la habíamos perdido porque al año se le había caído el radio y la mejor comunicación era donde la había visto la comunidad, nos dijeron donde estaba, la esperamos más o menos unas 4 horas y salió con su hijo, logramos la fotografía y la emoción de verla fue muchísima, no supimos si era hembra o macho porque preferimos no tocarlo, cuidó su hijo durante 2 años y siempre los vimos acompañados, ese momento de verla con su hijo fue decirnos que hicimos algo bien; recuperamos un animal y ya tiene su hijo, pasó de ser un animal cero en cautiverio a ser dos muy rápido. Todos los días hay logros pequeños, aprendemos muchas cosas, todos los días en campo son nuevos y nos traen grandes sorpresas.
Cuando los manatís están en la comunidad le dan grandes beneficios a los pescadores de la zona y al ecosistema como tal. Donde hay manatís hay peces porque los peces se alimentan del excremento de los manatís, donde hay manatís hay agua porque ellos con sus aletas mantienen la profundidad y evitan que el sedimento se ponga entonces hay movimiento constante de los sedimentos y no hay procesos de sedimentación. Adicionalmente ellos se comen del 8 al 10% de su peso al día entonces son animales de 300 a 500 kilos donde comen de 30 a 50 kilos de macrófitas acuáticas y estas macrófitas hacen su proceso metabólico y van al excremento y van a los peces, entonces son procesos cíclicos que benefician altamente al ecosistema y a la comunidad.
Este trabajo para nosotros significa pasión, le ponemos el corazón a esto, ver cuando la gente te dice yo era chiquito y la conocí a usted hace 30 años y cambié muchas cosas de pensar en mi casa esas son las grandes satisfacciones y los significados reales que uno recibe de las personas que lo que uno está haciendo está dejando algo. Seguiremos haciendo este trabajo hasta que Dios nos de la oportunidad de hacerlo, nuestro trabajo nos apasiona y llevamos 30 años y espero que lo logremos durante mucho tiempo más y que sirva de ejemplo para las nuevas generaciones que vean que los resultados no se logran a corto plazo sino siempre a largo plazo.