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Maqroll el gaviero

Desapego de todo lo material, sus principios ajenos a la monotonía, rechazo a los compromisos duraderos y a lo que implique permanencia; leal con los amigos. Es el personaje de siete novelas de Álvaro Mutis reunidas en Empresas y tribulaciones de Maqroll

Por Capitán de Navío (R) Jorge Prieto Diego

“Prefería Maqroll el Gaviero, para relatar a sus amigos, aquellos episodios de su vida adornados con cierto dramatismo, con cierta tensión que podía llegar, a veces, hasta una evidente vena lírica, cuando no desembocar en un misterio con su correspondiente interrogación metafísica y por ende, de imposible respuesta”

 

Al inicio de “Ilona llega con la lluvia”, su autor Álvaro Mutis describe así la afición de contar historias de su personaje, historias que él mismo dice que le escuchó, seguramente acompañado de brandy, ginebra o vodka, también de vino o de whisky, y si todo coincide debió ser en bares de mala muerte, o en bares de hoteles en cualquier lugar del mundo donde coincidían autor y personaje. Alguna historia fue escuchada abordo navegando, en el mar del norte o en el mar Caribe, en el Mediterráneo o en un río. Otras historias salen de relatos de amigos comunes que dicen que lo escucharon, o que estuvieron allí y vieron, o de documentos encontrados en hospedajes y en barcos, y recopilados por el autor para ir armando las novelas y justificar sus poemas.

El apodo de “Gaviero” nos evoca a los barcos, pues de allá viene el oficio en mensión. En escritos sobre el personaje los académicos lo relacionan con el vigía que otea el horizonte desde la cofa, los marinos sabemos que el gaviero en realidad es un contramaestre que trabaja en el palo mayor en las maniobras de las velas de gavia. En ningún libro se rememora el mar romántico de los veleristas, el gaviero siempre está en los barcos humeantes, generalmente destartalados y subestándar, luego el apodo de gaviero debe ser de sus épocas de iniciación en la vida del mar, pero como buen contramaestre aprendió todo tipo de maniobras de abordo, lo que le sirvió para ser timonel, maquinista, fogonero y también experto en pilotear embarcaciones a motor.

“La monotonía de esa rutina era ajena a nuestros principios de perpetuo desplazamiento, de rechazo de lo que pudiera significar un compromiso duradero, una obligada permanencia en no importa qué lugar de la Tierra”.

 

Este fragmento refleja textualmente lo que simboliza Maqroll, su nombre inevitablemente está relacionado con el desarraigada de cosas y personas. El no atarse a ningún lugar es la causa de la cantidad de trabajos desempeñados: celador de astillero, vendedor ambulante de artículos robados, recogedor de basura, portero de burdel, cotero en los muelles, tendero, cuidador de minas.

Su amiga Ilona le dice en un encuentro que es inconfundible su “aire de marinero desembarcado a la fuerza”, y aunque ya pasó los sesenta años no puede durar mucho tiempo en un mismo lugar, siempre está buscando un nuevo negocio por lo general ilegal, costumbre que trae desde sus épocas de marino embarcado, cuando contrabandeaba arte, piedras preciosas, pieles, armas o alfombras. Afortunadamente por alguna ética que tendría que ver con la época en que fueron escritas las novelas Maqroll nunca estuvo en negocios de narcotráfico. Su pasaporte chipriota y su origen desconocido son una muestra de su no querer estar regido por leyes ni normas, claro que por eso ha estado preso en el Pireo, en Kabul, en Kitimat y en el país de los cafetales donde al parecer encontró la muerte.

La lealtad a sus amigos es uno de sus valores sobresalientes y las mujeres suelen enamorarse muy rápidamente de él. Analizando sus palabras debe ser gracias a la permanente lectura de “Las cartas del príncipe de Ligne”, pues él dice que allí aprende a conocerlas, también algún amigo le dice que es por que sueñan con el vagabundo culto cuya filosofía es vivir la vida tal como viene y no se deja atormentar porque cada vez que empieza algo en tierra firme le va mal y por eso siempre termina buscando el mar, que es donde él admite está su salvación.

Maqroll el gaviero es el personaje de siete novelas de Álvaro Mutis: “La nieve del almirante” (1986), “Ilona llega con la lluvia” (1988), “Un bel morir” (1989), “La última escala del Tramp Steamer (1989), “Amirbar” (1990), “Abdul Bashur, soñador de navíos” (1991) y “Tríptico de mar y tierra” Todas reunidas en “Empresas y tribulaciones de Maqroll el gaviero”, edición interesante pues trae el épilogo de Gabriel García Márquez.

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