Shopping Cart

No hay productos en el carrito.

Los niños de la mar quieren sus playas limpias

Las basuras en las playas es un problema grave en el golfo de Morrosquillo. La esperanza está puesta en las nuevas generaciones que, como Los Niños de la Mar, aprenden a cuidar su entorno.

El panorama de una playa de Tolú, Sucre, después de un fin de semana no es diferente al de otras de Colombia: la fina y diminuta arena se entremezcla con botellas, bolsas y pitillos de plástico y residuos de todo tipo, hasta restos electrodomésticos.

En este municipio del golfo de Morrosquillo, en particular, los zuecos tipo Crocs abandonados abundan por cantidades. ¿Quiénes los habrán perdido? ¿Los dejaron ahí tirados o el mar se los arrebató de los pies y los trajo de vuelta? Eso nunca se sabrá, pero son preguntas que se hacen Los Niños de la Mar cuando los recogen, uno por uno, y los juntan para llevarlos a un sitio seguro y evitar que lleguen al océano.

En una de esas jornadas de limpieza los encontró la AGENDA DEL MAR. Caminaban por la playa recogiendo todo aquello que no fuera arena, no vaya a ser que se lo trague un ave, una tortuga o llegue al estomago de un pez que luego será nuestra cena.

“En la playa El Charcón recogimos cientos de zapatos Crocs, los sacamos por bultos”, comenta sorprendida María Claudia Termes, la gestora de esta iniciativa llamada Los Niños de la Mar que hace presencia en Tolú (playa El Francés), Coveñas, Santa Cruz del Islote e isla Múcura (Puerto Caracol).

En cada uno de estos lugares tiene conformado un grupo de niños que no solo salen a las playas a recoger residuos, sino que los convierten en obras de arte. “Es un trabajo de conciencia desde la niñez, donde de manera lúdica y divertida les enseño a cuidar y a trabajar con objetos que se consideran basura, pero que pueden ser útiles para el sustento de las comunidades”, explica María.

Ella vive en Coveñas hace un poco más de un año, cumpliendo así el sueño de vivir en esta tierra donde pasaba vacaciones desde que era niña, pues su papá era pescador aquí. Ella ama esta región, ha sido testigo de su deterioro ambiental y justamente ha querido que Los Niños de la Mar sean los hijos y los nietos de los pescadores con los que creció.

María cree que estos niños ya no podrán dedicarse al oficio de sus padres y abuelos porque “la pesca está muy mala y está llena de problemas” como los derrames de petróleo en el Golfo, que los obliga a desplazarse de sus sitios de pesca. Por eso ella quiere que estos pequeños tengan otras alternativas de supervivencia, a partir del reciclaje y creando obras de arte como un enorme mural con tapas de gaseosa.

Esta labor de educación ambiental la desarrolla en el mismo entorno marino, explica, ya sea frente al mar en su casa en El Francés o en los quioscos de las playas, donde justamente se aprecia la contaminación que deja el turismo cada fin de semana. Lo más triste es ver que los propios habitantes tiran la basura a las playas, caños y manglares que están detrás de sus casas, asegura. Y aunque la empresa de aseo recoge periódicamente los residuos y anuncia una gran jornada de limpieza de cara a la Semana Santa, la guerra contra las basuras parece perdida por la falta de cultura ciudadana.

María confía en las nuevas generaciones para revertir este problema y espera ampliar este proyecto de Los Niños de la Mar con la ayuda de más personas, para poder trabajar con cada grupo de niños ya no cada mes, sino cada semana porque “el secreto es que haya continuidad”.

 

Correo de Ultramar

Suscríbete a nuestro Correo de Ultramar

y recibe información mensual sobre deportes náutivos, turismo, medio ambiente, ofertas y mucho más…

Al dar clic en SUSCRIBIRME aceptas nuestros Términos y condiciones

Conoce

Nuestros aliados

Suscribirme

Recibe información cada mes sobre deportes náuticos, turismo, medio ambiente y aprovecha los descuentos que tendrás en nuestros productos.