A media hora de Medellín en avioneta y navegando 15 minutos desde el municipio de Bahía Solano ubicado en el departamento de Chocó, existe uno de los lugares más biodiversos del planeta, un lugar especial y mágico: el Jardín Botánico del Pacífico en Playa Mecana. Cuenta con 170 hectáreas en la serranía del Baudó, entre la selva tropical húmeda y el océano pacífico colombiano. Allí hay un equipo (fundador) que se esfuerza por construir, junto a la comunidad, un espacio seguro para las especies que habitan la zona, demostrando así que los seres humanos y la naturaleza sí pueden convivir de una manera estable y provechosa.
Dentro de este grupo se encuentra Luisa y Sergio, dos hermanos que crecieron en medio de una familia apasionada por la conservación. Sus padres, les transmitieron este espíritu aventurero y desde que eran pequeños, les mostraron lo bonito de cuidar la naturaleza. Llegaron a Bahía Solano porque sus padres practicaban la pesca deportiva y se enamoraron del lugar, así fue como inició la misión de sembrar en las personas el propósito de cuidar el territorio. Tatiana, la última integrante del grupo, por su parte, también tuvo conexión con la naturaleza desde pequeña, es una mujer sensible y observadora, capaz de crear lazos y conexión con la comunidad y lo que la rodea. Aunque la presencia de este equipo no es constante, sus corazones y el espíritu de todos están conectados con ese lugar, pertenecen allí.
Ejercieron el diseño como profesión, pero son apasionados por la ecología y la conservación, por lo mismo, hacen alianzas y convenios en colaboración permanente de investigadores de diferentes instituciones con el fin de inventariar y monitorear toda la fauna y flora del sitio. A estas actividades de investigación, se suma el trabajo educativo que realizan con las comunidades vecinas, estas incluyen capacitación en conservación y manejo de la biodiversidad, ecoturismo y educación ambiental para niños, jóvenes y adultos.
La reserva inició en 2001 pero en 2009 se fundó como Jardín Botánico, dentro del JBP se encuentran los diferentes tipos de bosque que existen en el Chocó, estos incluyen bosques de manglar, bosques pantanosos, bosques aluviales con inundaciones periódicas, bosque primario, secundario y terciario, además, playa, ríos, quebradas y mar. Luego de 20 años conservando este lugar, se ven los frutos de tantos esfuerzos unidos. Cabe mencionar que el JBP nace como una iniciativa privada para proteger el bosque nativo, es una fundación sin ánimo de lucro, dedicada a la protección, conservación, investigación y recuperación de la fauna y flora local, a través de la educación y concientización ambiental de los visitantes y habitantes de la región.
Además de construir en conjunto y aprender a convivir con las comunidades para mostrar la importancia de la conservación y el cuidado de los ecosistemas con el fin de lograr que la propia comunidad se apropie de su territorio. Conservar y cuidar la naturaleza en Colombia implica algunos requisitos y trabas en cuanto a permisos y papeleo, también se debe tener en cuenta presupuestos, logística, gestión y mantenimiento del lugar.
Mecana Ecohotel es el nombre dado al hotel dentro del jardín, donde acogen visitantes de todo el mundo, sus aportes o por lo menos la mayoría son destinados al sostenimiento de la reserva. Hoy, Luisa siente al mirar a su alrededor, que todos los esfuerzos han valido la pena; además, al preguntarle por una palabra para describir todo lo que hacen responde: “amor, amor puro por la naturaleza, todo aquí se hace por amor”. Tatiana, por su lado, considera que las plantas le han enseñado todo, sobre todo el respeto. Ha aprendido a conocerlas y entenderlas, a no creerse más ni menos, a entender que todos somos parte de un ecosistema, “que las plantas nos alimentan, nos dan energía y por lo mismo debemos cuidarlas, es una convivencia en la que yo cuido el territorio y ellas me dan medicina, energía, alimento, techo, todo…”