Con este nuevo reto queremos enfatizar en la erradicación de los plásticos de un solo uso, teniendo en cuenta que a partir de este 7 de julio se espera la eliminación del primer grupo de los 14 productos que menciona la Ley 2232 de 2022, esperando que para el año 2030, el uso de estos plásticos en Colombia esté completamente erradicado. Esta normativa atrae la atención a una de las problemáticas con mayor impacto medioambiental y se articula con uno de los principales objetivos del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
Los plásticos de un solo uso son aquellos productos cuyo componente principal es el plástico y están diseñados para ser utilizados una sola vez antes de ser desechados. Estos suelen ser de corta vida útil y se utilizan como una «solución práctica» a cuestiones de la cotidianidad que en muchas ocasiones pasan a hacer parte del paisaje, como tomarse un café rumbo al trabajo, empacar unas compras rápidas al final del día o tomarse el jugo del almuerzo, lo que deriva en los 24 kilogramos que cada colombiano produce anualmente.
Los más comunes son las bolsas de plástico y utensilios desechables como cubiertos, vasos platos y pitillos, entre otros. Según Greenpeace, el 74% de los envases plásticos utilizados en el país acaban en vertederos, contribuyendo significativamente al creciente problema ambiental, dado que su característica principal es que no están diseñados para ser reutilizados o reciclados de manera eficiente, lo que se traduce en acumulación de desechos plásticos en fuentes hídricas y ecosistemas marinos.
Una vez que los plásticos llegan al mar, pueden ser ingeridos por la fauna marina y quedarse atrapados en su sistema digestivo. Estos también tienden a flotar en la superficie del agua, permanecer suspendidos en ella, o incluso hundirse hasta el lecho marino, donde pueden quedarse durante años.
La reducción y futura eliminación de los plásticos de un solo uso de nuestra vida cotidiana, comienza con la concientización y la reflexión crítica sobre nuestras prácticas en el día a día. Con preguntas como ¿realmente necesito ese pitillo? o, ¿qué tanto se tardará en degradarse la bolsa que utilizo para empacar la comida?, podemos recordar la importancia de nuestra contribución individual en esta batalla contra el cambio climático.
Acciones cotidianas para reducir el uso de plásticos de un solo uso:
1. Empaca bolsas de tela o bolsas reutilizables cuando vayas de compras en lugar de tomar o comprar bolsas de plástico.
2. Opta por llevar contigo un termo en lugar de comprar botellas de plástico desechables, ya existen muchos lugares comerciales que disponen vertederos de agua para rellenarlos constantemente.
3. Lleva tus propios utensilios reutilizables como cubiertos, pitillos de metal o vidrio, y servilletas de tela para evitar los desechables.
4. Sabemos que no es sencillo, pero trata de elegir productos de uso personal o del hogar que utilicen envases de materiales alternativos como vidrio, metal o cartón, o que estén menos empaquetados en general. Además, a la hora de pedir un domicilio, solicita un menor desperdicio de icopor o plástico.
5. Asegúrate de disponer adecuadamente los residuos plásticos que no puedas evitar utilizar, y anima a otros a hacer lo mismo, enfatizando en las «R» ecológicas: Reducir, Reparar, Reutilizar, Regalar y Rechazar.
6. Realiza cambios gradualmente en tu estilo de vida para reducir el consumo de plásticos de un solo uso, adaptándote a alternativas más sostenibles con el tiempo. Por ejemplo, busca una opción diferente a los globos para decorar tus celebraciones, su impacto contaminante es inimaginable.
El planeta nos necesita y aquellas especies que sufren a causa de los residuos sólidos que terminan en sus ecosistemas, requieren que tomemos consciencia de que el estilo de vida que llevamos puede tener un terrible impacto en la vida de las demás especies con quienes compartimos nuestro hogar, la tierra.
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