El turismo ha sido uno de los sectores más golpeados por el covid-19, especialmente los viajes internacionales. Según la OMT uno de cada 3 países está cerrado para los viajeros extranjeros y solo 5 países han levantado las restricciones por completo. Sin embargo, muchos se resisten a quedarse en casa.
El informe de la OMT (Organización Mundial del Turismo) es enfático en señalar que las nuevas cepas y la aparición de un nuevo pico de contagios en el mundo han llevado a muchos gobiernos a implementar medidas restrictivas de control fronterizo.
Un 32% de los países ha definido un cierre total y un 34% ha aplicado medidas parciales, lo que quiere decir que 142 países mantienen algún tipo de restricción. Eso es el 66% de los destinos del mundo.
La medida de cierre total se aplicó de manera casi unánime en mayo de 2020 cuando 165 prohibían el ingreso de viajeros extranjeros a sus territorios. Luego vino una tendencia a normalizar el flujo de pasajeros y en noviembre del año anterior la medida solo regía en 59 países, pero nuevamente la cifra ha vuelto a subir. Eso coincide con otras medidas preventivas, Italia por ejemplo aplicó una cuarentena total desde el 15 de marzo hasta el 6 de abril y en Francia se decidió que la restricción funcione durante 4 semanas para 16 departamentos, incluido París.
Zurab Pololikashvili, Secretario General de la OMT, dijo que las restricciones deben revisarse sistemáticamente para permitir la reanudación segura y responsable de un sector del que dependen muchos millones de empresas y de empleos.
Esa afectación es una de las mayores preocupaciones de los gobiernos que desde el inicio de la pandemia han tenido que buscar un equilibrio entre la prevención de contagios y la reactivación económica.
En Colombia, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO) ha liderado varias iniciativas para impulsar los destinos nacionales ante las múltiples limitaciones que existen para mantener el modelo de negocio de muchas agencias que se sustentaba en el turismo emisivo y en particular del mercado de los cruceros, los circuitos por Europa, Turquía, Estados Unidos y México, como principales destinos.
«Teniendo en cuenta que la pandemia cambió varias dinámicas del mercado, el turismo interno se convierte en un gran potencial para el desarrollo de la actividad. Hoy hay nuevos destinos que tienen una novedosa oferta turística por mostrar, explicó Paula Cortés, presidente ejecutiva de ANATO.
En esa línea han aparecido como tendencia dos alternativas para los viajeros. Una es el turismo de naturaleza, que se hace en lugares abiertos y con poco contacto físico como el trekking (caminatas por escenarios naturales), el ciclomontañismo o el buceo.
El buceo es una actividad segura, que parte del principio de que se realiza en espacios amplios, no hay que compartir sitios cerrados que es uno de los mayores factores de contagio. Garantizando la limpieza y desinfección profunda de todos los equipos, la gente puede disfrutar del mundo subacuático que además nos ayuda a desconectarnos también de esta realidad que estamos viviendo, explicó Alejandro Alzate, gerente del hotel Punta Faro de Isla Múcura, en el archipiélago de San Bernardo.
La otra opción es el staycation, un término que combina dos conceptos: stay, que significa quedarse y vacation, que quiere decir vacaciones, es decir, hacer turismo sin tener que viajar fuera de la ciudad de residencia. John Freudenthaler, gerente del hotel Hilton Bogotá Corferias explica que son muchas las opciones que ofrecen las grandes capitales y que sus habitantes pueden aprovechar. Comer tu plato favorito, un día de spa, una noche de cocteles o de Karaoke, clases de cocina en familia, entre otras actividades, son algunas posibilidades para vivir una experiencia de vacaciones sin salir de la ciudad.
Los empresarios del turismo esperan que la vacunación masiva que se está adelantando en todo el mundo tenga buenos resultados para que a partir del segundo semestre la actividad aérea empiece a recuperar los indicadores que traía, sin embargo, varias aerolíneas han dicho que la recuperación total del volumen de pasajeros que se movilizaban antes de la aparición del covid-19 solo se dará en un plazo que puede variar entre dos y cuatro años, dependiendo de los posibles rebrotes que se presenten.
