Las ballenas jorobadas podrían no volver a las costas del Pacífico colombiano, pues buscarían otros sitios, sin presencia ni ruido de barcos, para dar a luz y aparearse. Esta sería una de las consecuencias negativas si se construyera el puerto en el golfo chocoano de Tribugá, aseguran los detractores de este proyecto al que el Gobierno nacional quiere apretar el acelerador.
Preocupados por los impactos que acarrearía este puerto, que sería el segundo más grande del país, un grupo de realizadores audiovisuales adelanta el rodaje de la serie documental Expedición Tribugá, que nace de una necesidad moral por cuidar este pulmón del mundo y evitar que megaproyectos incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo lleguen a este paraíso y lo modifiquen para siempre.
Desde hace 30 años se viene hablando de este megaproyecto, sin avance alguno hasta que en 2006 durante el gobierno de Álvaro Uribe se creó la sociedad promotora Arquímedes S.A. entre cuyos socios se encuentran las gobernaciones de Caldas, Risaralda y Chocó, así como empresas privadas de Antioquia y Chocó.
Puerto Tribugá es una de mis obsesiones en materia de infraestructura, dijo el presidente Iván Duque el pasado mes de septiembre en el taller Construyendo País, en Filandia, Quindío. Y es que para esta región del Eje Cafetero se promete, además del puerto, la construcción de la vía Ánimas-Nuquí, que conectaría la actual carretera entre Risaralda y Quibdó con el mar.
Una carretera que cruzaría la selva chocoana, partiéndola en dos, y que además destruiría buena parte de los manglares del golfo del Tribugá, según advierten los detractores de la obra que no son pocos: científicos, conservacionistas, ecohoteleros y las propias comunidades negras e indígenas de la zona que consideran que en lugar del prometido progreso y desarrollo, lo que traerá el nuevo puerto será un desastre ambiental y social.
Ellos cuentan con el apoyo de congresistas del Partido Alianza Verde como el senador Iván Marulanda y la representante Catalina Ortiz. No hay razones económicas que justifiquen hacer ese puerto porque ya hay muchos y no hay una demanda creciente, sino que hay que aumentar la capacidad de los otros existentes, declaró Ortiz a La Silla, refiriéndose concretamente al puerto de Buenaventura: Hay un puerto con cinco terminales, sin una doble calzada terminada, sin un dragado, acueducto, alcantarillado, y un hospital de tercer nivel, ¿por qué invertir en un nuevo?.
En estos ecosistemas tan complejos y delicados, la construcción del puerto y de las carreteras desataría una reacción en cadena de deterioro sistemático del ambiente donde muchas especies de fauna y flora empezarían a desaparecer, y más grave aún, a extinguirse porque son endémicas: Felipe Mesa, cordirector del documental.
Un documental para llamar la atención
Apoyados por científicos de la Universidad Nacional, la Universidad Pontificia Bolivariana y el CES, los realizadores de Expedición Tribugá quieren mostrar las delicadas y complejas conexiones entre los diferentes ecosistemas del golfo de Tribugá, un lugar único dentro del Chocó biogeográfico donde la riqueza de la selva virgen y la abundancia del océano Pacífico se mezclan para crear un ambiente ideal para la reproducción de muchas especies.
La bióloga marina y docente de la UPB, Paula Zapata, menciona la conectividad del Golfo de Tribugá con el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical puesto que se ha descubierto que los tiburones martillo de la isla de Malpelo también circulan por estas aguas. Así mismo, destaca la importancia de los parches arrecifales para el sostenimiento de la pesca, los cuales se verían directamente afectados por la construcción del puerto.
Pero además, esta megaobra en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Natural Utría va en contravía de los compromisos internacionales que ha suscrito Colombia en temas de biodiversidad y en lo referente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sostiene la investigadora.
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'Expedición Tribugá' se compone de tres episodios enfocados en la selva (Jánano), el mar (Pusa) y las comunidades (Purú). Aunque ya tienen adelantada buena parte del material, aún requieren volver a la zona para grabar el trabajo de los científicos y recoger testimonios de las comunidades.
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Voz a las comunidades
Francisco Acosta, uno de los codirectores de Expedición Tribugá y quien además está vinculado a la zona desde hace mucho tiempo, afirma que cuando se realizan este tipo de proyectos las más afectadas son las comunidades que viven allí porque les cambia el ecosistema, su cultura, su forma de vivir y normalmente lo que traen es miseria y no pueden engancharse a ese sistema.
Otro de los codirectores del documental, el fotógrafo Felipe Mesa, afirma que muchos de los jóvenes están en contra del puerto porque han entendido que esto no va a traer beneficios reales para ellos; allí tienen calidad de vida, tienen el mar para pescar, el bosque para sacar sus productos, pero entienden que con el puerto cambiaría mucho su dinámica y su cultura.
No obstante, parte de la comunidad siente que como en el pasado no han sido escuchados, esta es otra batalla perdida frente a los intereses del Estado y de los grandes empresarios. Lo que queremos nosotros con el documental es decirles que ellos sí tienen poder y que se manifiesten. Que tienen voz y voto, parte de lo que quiere el documental es mostrar las opiniones de ellos frente a la construcción del puerto, anota Mesa.
