Lith Aurora Elis Paternina, Representante Legal ADIMUJER
Empezamos en octubre de 2010. Somos 25 familias, un promedio de unas 150 personas. Queríamos hacer parte de los comités existentes dentro de la comunidad de los pescadores porque eso lo manejaban era los hombres, pero como los costeños son muy machistas no nos permitieron y de ahí surgió la idea de crear una asociación con mujeres dentro de la comunidad de pescadores pero nosotros no cerramos el género porque tenemos asociados hombres.
Lo que la asociación maneja es una pesca artesanal pero línea de mano y eso hace que se haga una pesca responsible porque no aceptamos capturar especies pequeñas porque sino cuidamos el ecosistema marino que es lo que nos produce para alimentarnos entonces ¿quién más lo va a cuidar? Y eso hace que el pescador se enfoque en pescar especies más grandes. La línea de mano tiene más conservación marina, no es lo mismo pescar con mantas o con chinchorro que son línea de arrastre, eso lo que hace es traer hasta los peces más chirriquiticos porque los huecos son pequeños y nosotros no aceptamos eso.
Nuestro objetivo primordial y prioritario es el conocimiento, es educarnos, porque se dice que los pescadores son analfabetas entonces lo que queríamos era cambiar ese mito de que tu puedes educarte sin importar la edad que tu tienes. Nosotras cuando empezamos ninguna había terminado la primaria y hoy en día, después de 10 años hay algunas que han estado hasta en la universidad, independiente inclusive de la edad, ¡eso no importa!
Entonces empezamos con mujeres para que terminaran su primaria y bachillerato e hicieron un proceso de un técnico, tecnólogo y fueron a la universidad. Lo que mejora tu calidad de vida es la educación, ni siquiera es el dinero, porque el dinero llega y se va pero la educación se queda en el cerebro y tu te mueres con ese conocimiento. Eso no te lo quita nadie. Y es lo que te hace salir de la parte vulnerable porque tu no puedes seguir a otro nivel mientras tu no tengas un conocimiento. Si el pescador se capacita no sólo va estar todo el día montado en una lancha sino que toma cursos de todo lo que tiene que ver con su perfil dentro del mar, que tenga su licencia marina, etc.
Aprendimos sobre las especies marinas, las que están en vía de extinción y las que están en proceso de reproducción. Aprendimos a transformar la carne del pescado para hacer otros productos para ganar dinero de otras fuentes, comercializando el pescado en otra forma no tienes que estar enfocado solo en la pesca. Eso hace que dentro de la organización no se pesque todos los días como para acabar el pescado sino que se pesca a la semana 4 ó 5 días y hay tiempo para hacer los productos y eso ayuda a tener otros recursos aparte. La pesca se desarrolla en el sector de Bello Horizonte a mar abierto de la orilla de la playa a una hora, hora y media a unas 16 brazas de profundidad.
Lo más difícil de esta labor es poder explicarle al pescador, ¡y eso que son nuestros hijos y nuestros esposos! el proceso de lo que nosotros hemos aprendido y hacer que ellos se capaciten para que puedan también mejorar su calidad de vida. Integrar al género masculino a este proceso de capacitación, de tolerancia, y de valorar a la mujer como mujeres emprendedoras y que queremos estar capacitadas para poder trabajar, estudiar, que podemos ser mamás, abuelas, hijas, pero que también podemos hacer parte de la parte económica y poder llevar algún recurso a la casa y ayudar en algo.
Los logros y satisfacciones que hemos obtenido por este trabajo es aprender a valorarnos, al principio éramos unas mujeres sumisas y estar todo el tiempo en la casa y no teníamos un pensamiento de mejorar. Hemos entrado a ser parte de la red de mujeres, crear la política pública, socializar la ley 1257, ser multiplicadoras y decirles que si nosotros pudimos hacerlo porqué ellas no pueden hacerlo. Hacerle un llamado a las mujeres de la experiencia que nosotros hemos aprendido y que estamos en ese proceso. Para nosotros es muy satisfactorio ver que otras mujeres están siguiendo los pasos que nosotras empezamos hace 10 años. Están creando unidades productivas, no solamente de la pesca sino de artesanías, de modistería, de cocina, se están valiendo por sí solas, son madres cabeza de hogar con sus hijos y pueden echar para adelante criando a sus hijos solas, que han aprendido a valorarse.
Hoy en día nos reconocen no sólo en el barrio sino en el distrito de Santa Marta por todo el trabajo social que hemos realizado con las mujeres, los niños, el adulto mayor y que se benefician no solo los asociados sino la comunidad en general. Sobretodo, haciendo jornadas de limpieza en la playa y en el barrio, capacitando a la gente a cómo reciclar todo lo que tu consumes dentro de la casa.
Es como un sueño que yo tuve, encontrar un lugar donde las mujeres podamos apoyarnos y ayudarnos con problemas de violencia intrafamiliar. El liderazgo está en eso, en servir y sentirse bien en ayudar a la gente. Tocando puertas con otras organizaciones y entidades uno va llegando a crear programas y proyectos. Hemos podido conocer otras culturas, otras formas de pesca.
Queremos seguir fortaleciendo la parte econónica, creciendo la comercialización del pescado, capacitándonos con talleres, diplomados, seminarios porque apenas estamos construyendo. Lo más bonito de la pesca de línea de mano es cuando tu sientes el pescado y él lucha por sobrevivir, eso es lo que estamos haciendo.