EcoGourmet: comercialización justa y consumo responsable

Colombia ocupa el segundo lugar a nivel mundial en biodiversidad y esa riqueza se puede apreciar desde la Guajira hasta el Amazonas, en la frontera con Brasil y desde Nariño hasta Vichada, en la frontera con Venezuela. Nuestro país tiene la fortuna de contar con hermosas playas, inmensas montañas, páramos y hasta nevados. Cada una de nuestras regiones es tan diversa en fauna y flora como en culturas y costumbres. Su acceso a dos mares, el Océano Pacífico y el Mar Caribe, permite que millones de personas tengan el privilegio de vivir cerca al mar y puedan tejer historias fascinantes, como la de Jhon.

Jhon vive cerca al mar, es un pescador que heredó el oficio de su padre, quién a su vez lo heredó de su abuelo. Desde que era un niño, sintió una conexión profunda con el mar. Su padre siempre le mostró lo generoso que es el océano porque les regala una parte de él, como alimento y medio de subsistencia de su familia. Jhon siempre ha respetado el océano y vive maravillado de todo lo que le da a diario: trabajo, alimento, diversión y una vía para transportarse a diferentes lugares. El océano, además de ser mágico, es una parte esencial de su vida, la de su familia y la de miles de pescadores en nuestro país.

Su trabajo, aunque siempre lo ha hecho feliz, con el tiempo se convirtió en un oficio mucho más difícil. En las tardes, él sale de su casa, en su barca, llevando los implementos de pesca, algo de combustible, hielo y un poco de comida, si el dinero le alcanza. En altamar, los pescadores exponen su vida ante tormentas y marejadas, ellos están expuestos a accidentes y, en la mayoría de los casos, completamente incomunicados. Sin embargo, Jhon sale en compañía de otros pescadores y juntos pasan la noche en altamar con la motivación y la esperanza de tener una buena faena de pesca, que le permita llegar al día siguiente a la playa con pescado para la venta y así llevar algo de dinero a casa. Pero eso no siempre ocurre, a veces no tienen capturas importantes y eso convierte su oficio en un arte complejo.

¿Qué esta pasando? Por muchos años, la responsabilidad de la disminución de los recursos pesqueros recayó sobre los pescadores artesanales porque tenían malas prácticas de captura, usaban artes irragelmenatarios y no respetaban las normas pesqueras establecidas. Con el tiempo, eso ha ido cambiando y, hoy en día, se suman a esa problemática actividades como la minería ilegal, la pesca ilegal por parte de extranjeros y la contaminación de los océanos con metales pesados, microplásticos y aguas negras, entre otros.

Los inconvenientes para Jhon y sus compañeros no terminan ahí. Ellos se ven enfrentados a prácticas irresponsables por parte de comercializadores de recursos pesqueros que ofrecen bajos precios por sus productos, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad del pescador que, por lo mismo, no valora realmente su actividad, su esfuerzo y su tiempo.

La historia de Jhon, es el reflejo de muchas historias similares que viven los pescadores en Colombia actualmente. Viven de un trabajo generacional que ha perdido su valor con los años. Lo triste es que esta historia, es la historia que viven cientos de pescadores en Colombia cuyas familias subsisten del océano y sus recursos.

Ante esta problemática, Conservación Internacional y el Fondo para la Acción Ambiental y la Niñez (Fondo Acción), como parte de una alianza estratégica, decidieron fortalecer la cadena de valor de la pesca artesanal, apoyando casos ejemplares que incluyeran un aprovechameinto racional de los recursos pesqueros, un manejo sostenible de los ecosistemas marinos costeros y una comercialización y consumo responsable. De esa forma, podrían impactar de manera positiva a las comunidades locales de pescadores artesanales y a los ecosistemas. Así nace el Programa EcoGourmet.

La primera fase del programa se realizó en el 2012, en el Pacífico colombiano, específicamente en Bahía Solano, en donde se apoyó el fortalecimiento de las capacidades técnicas y administrativas de las organizaciones de pescadores artesanales, mejorando la cadena de frío y la infraestructura de almacenamiento y procesamiento de los productos pesqueros e implementando estándares de calidad para su comercialización. Así, nace la alianza comercial entre la Red de Frío de Bahía Solano y la cadena de restaurantes Wok.

Considerando los resultados de la primera fase del programa, en el 2014, se realizó una segunda convocatoria en busca de organizaciones de pescadores artesanales que se encontraran en proceso de mejorar sus prácticas de captura, con el fin de expandir los alcances del programa de EcoGourmet y ampliar su área de acción. En ese momento, fueron elegidas comunidades ubicadas en Chocó, Valle del Cauca y Nariño, para mejorar sus procesos asociativos, alcanzar el reconocimiento por el uso de buenas prácticas de pesca y el compromiso de conservación ambiental y, por lo tanto, generar alianzas comerciales con restaurantes en los grandes centros urbanos de nuestro país.

En la actualidad, EcoGourmet es un programa de Conservación Internacional que promueve una cadena de valor sostenible que sea mas justa con el pescador, más competitiva para los comercializadores y más sostenible con el medio ambiente. Su objetivo principal es el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades locales, la sostenibilidad de los recursos pesqueros, a través del trabajo participativo con organizaciones de pescadores artesanales, y la sensibilización sobre hábitos de consumo resonsable. EcoGourmet promueve precios justos y equitativos a los productos provenientes de buenas practicas de pesca, con el fin de aumentar los ingresos de los pescadores artesanales.

Para lograrlo, tanto las organizaciones de pescadores artesanales como los socios comerciales dan cumplimiento a los cirterios del programa. Los pescadores se comprometen a). capturar y comercializar especies con tallas adeacuadas y que no estén en veda o en áreas con restricción, b). propender por capruas con artes de anzuelo, c). pescar con artes reglamentarias, especialmente cuando son mallas, d). mejora las prácticas de manipulación, manufactura, trasnporte y cadena de frío y e). implementar moitoreos participativos biológicos y comerciales. Por su parte, los socios se comprometen a a). tener una política de compra y consumo responsable, b). reconocer un precio justo y equitativo, c). diversificar la oferta en el menú, d). implementar la trazabilidad de los productos y e). sensibilizar al consumidor final y divulgar la filosofía de pesca, venda, compre y consuma responsablemente.

En 2019, EcoGourmet continuó su trabajo en el Pacífico colombiano e incursionó, a manera de piloto, en el Caribe. Son 8 y 4 asociaciones de pescadores artesanales respectivamente, las que están vinculadas al programa, después de haber sido caracterizadas con una herramienta ExAnte desarrollada por Conservación Internacional. Así mismo, son varios los restaurantes gourmet vinculados en diferentes ciudades del país

En conclusión, el programa EcoGourmet es una oportunidad para Jhon y sus compañeros, de majorar su calidad de vida y la de sus familias, de cambiar hacia un oficio que sea más amigable con el medio ambiente y sus recursos, de continuar con el legado de sus padres, garantizando que sus hijos puedan ser pescadores y continuén amando y respetando al océano y se conviertan en sus guardianes.