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Como desaparecen los pueblos del litoral

Las franjas litorales, esas fronteras entre la tierra y el mar, son las zonas más cambiantes del planeta. Los litorales se forman y evolucionan por interacciones múltiples entre agentes y procesos climáticos, oceanográficos y geológicos.

Las pérdidas de terrenos y la desaparición de pueblos e infraestructura se relacionan también con el hecho de que, durante los tres últimos siglos, las actividades humanas han interferido los procesos naturales y han acelerado el avance del mar sobre la tierra, debido por ejemplo a la construcción de represas, la extracción de arenas y el levantamiento de defensas como espolones o tajamares. El resultado ha sido la erosión o incluso la desaparición de muchas playas y áreas adyacentes, incluyendo a los relieves costeros, los pantanos de manglares, las dunas y arrecifes coralinos, entre otros. La permanencia de los pueblos ubicados en las franjas litorales depende de los balances positivos de sedimentos que permitan la existencia y conservación de las playas y ecosistemas asociados como los arrecifes de coral, los manglares, pastos marinos, etc. Estos balances resultan de numerosas interacciones complejas que tiene que ver con el clima, los procesos oceanográficos costeros, los niveles relativos entre el mar y la tierra y, de la mayor importancia, de los impactos de las actividades e intervenciones humanas en la franja litoral y cuencas de drenajes que aporten materiales al mar. Es importante en este punto precisar que la inestabilidad de los litorales no es sólo cuestión de los últimos años. Hoy sabemos con certeza que los límites tierra-mar nunca han sido permanentes: han cambiado de altura y lugar debido a ascensos y descensos del nivel del mar, asociados principalmente a los cambios climáticos del pasado.

Hermann Traub Pixabay

El nivel del mar se viene elevando, pero no es la primera vez que ocurre. Durante los últimos 140.000 años los niveles generales del mar han cambiado continuamente. La última vez que el nivel del mar estuvo a su altura actual, unos metros más en algunas costas, fue hace 120.000 mil años; desde entonces tuvo siete ascensos y descensos sucesivos hasta alcanzar un mínimo de 120 m por debajo del nivel actual hace unos 18.000 años, coincidiendo con el último máximo glacial. Desde entonces, el nivel del mar subió unos 3.5 mm/año. Durante los bajos niveles del mar, gran parte de las actuales plataformas marinas fueron llanuras costeras cubiertas de vegetación, cruzadas por numerosos ríos. Las playas de ese entonces estaban a muchos km. “mar adentro” de su posición actual. El Golfo de Urabá y las bahías de Cartagena y Santa Marta se inundaron hace unos 10.000 años. Nuestros ancestros asiáticos aprovecharon los bajos niveles de hace 18.000 años para cruzar el estrecho de Behring y alcanzar Alaska y entrar a América fácilmente. Las causas de la desaparición de los pueblos litorales son muy variables, pero en muchos casos son generados o amplificados por intervenciones humanas. Situaciones rápidas y de efectos drásticos se dan en las costas sísmicamente activas a lo largo del Cinturón de fuego del Océano Pacífico. Allí son comunes los terremotos de magnitudes grandes que causan hundimientos súbitos del terreno y maremotos que “borran del mapa” extensas zonas en unos pocos minutos. Esto ha ocurrido en Colombia, Ecuador, Chile, Japón, Tailandia y otros países.

San Juan de la Costa, por ejemplo, fue un poblado de unos 400 habitantes, ubicado a 50 km de Tumaco. El 12 de diciembre de 1979 el pueblo fue impactado directamente por al menos dos frentes de olas de tsunami con alturas estimadas de 2.5 mt. Estas olas literalmente “barrieron” de la superficie todas sus casas de madera y sólo dejaron en pie dos construcciones de concreto, averiadas gravemente. Tumaco se salvó porque el maremoto ocurrió en periodo de marea baja y fue protegida por numerosos bajos arenosos que amortiguaron los impactos de las olas.

San Juan Costa, portada Herd et al, 1981
San Juan Costa, portada Herd et al, 1981

La destrucción de los pueblos litorales también puede ser un proceso lento, asociado a avances graduales del mar hacia tierra. Estos casos son típicos a lo largo de todas las costas bajas del mundo y reflejan generalmente el predominio de déficits de sedimentos durante años o siglos. Es el caso del sector Punta Rey Minuto de Dios, cerca de Arboletes. Este asentamiento sufre desde hace tres décadas una fuerte erosión marina, lo que ha reducido significativamente la franja del litoral.

Se calcula que para el año 2100 el nivel del mar estará 1 mt. por encima del nivel actual, un hecho que cambiará la geografía del planeta y desplazará las franjas litorales hacia el interior, como tantas veces en el pasado. En el proceso muchos pueblos desaparecerán y serán olvidados o relocalizados hacia el interior. Como dicen las mejores síntesis: en los litorales la constante es el cambio; la estabilidad es la excepción.

Por: Iván Corrrea, Ing. Geólogo. Ph.D Geología Marina.

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