En la actualidad, y sobre todo en época de Cuaresma, encontramos en los supermercados una amplia variedad de pescados y mariscos que parecen inagotables, pero la realidad es muy distinta. Los últimos trabajos e intentos por evaluar el estado de las poblaciones de peces disponibles en los mares del mundo, revelan que un 80% de las especies de interés comercial se encuentran claramente en situación de sobrepesca, y algunos científicos de la FAO estiman que en 30 años muchas de estas especies podrían desaparecer.
Y no hay que ir muy lejos, pues Colombia también se ve afectada. Según la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap), en los últimos años se ha registrado una disminución de producción pesquera, especialmente en especies como el camarón, tanto en las aguas del Pacífico como en las del Caribe; la langosta en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y el Caribe continental; el caracol pala en el archipiélago de San Andrés y la piangua en el Pacífico.
¿Preocupante, verdad? La sobreexplotación pesquera, la falta de información científica sobre las especies, la ausencia de normas de control pesquero, el calentamiento global y la destrucción de hábitats, entre otros factores, han desencadenado un desequilibrio en los recursos que nos provee el mar.
Algunas cifras alarmantes…
Las poblaciones de peces están desapareciendo y, en contraste, son cada vez más los barcos que salen en su búsqueda. Esta situación afecta a 100 mil pescadores colombianos.
El 1% de las flotas pesqueras industriales representa el 50% de la captura total en el mundo.
La cantidad de atunes, tiburones y otros grandes peces se ha reducido en un 90% en las últimas cuatro décadas.
Se estima que un 25 % de las capturas pesqueras mundiales son ilegales, las cuales representan US$ 9 mil millones en ingresos.
¡Una cifra alentadora! En Colombia, cerca de 100 mil pescadores artesanales y de subsistencia viven del recurso y en su mayoría emplean métodos de pesca más amigables y sostenibles que los utilizados por pesquerías industriales.
¿Cómo podemos los consumidores aportar a la conservación de los océanos?
Organizaciones como Conservación Internacional Colombia y MarViva adelantan acciones para promover el conocimiento y la conservación de estos recursos, así como campañas por la pesca y el consumo responsable de pescado de mar.
Los consumidores podemos aportar con la elección responsable de los productos que adquirimos, de estar informados sobre su procedencia, así como de su correcta manipulación. Por ello es importante elegir con conciencia para hacer que la oferta de las industrias también sea también ambientalmente responsable.
Recomendaciones útiles para ser un consumidor más responsable:
- Averigüe qué especie de pescado está comprando o consumiendo y luego remítase a la literatura disponible o las guías de pesca responsable, sobre el estado de amenaza o presión en que se encuentra esta especie. Prefiera pargo muelón, sierra, corvina y dorado en esta Semana Santa, recomienda MarViva. Consulte el estado de conservación de las especies en iucnredlist.org y en fishbase.org
- Si los pescados son muy pequeños, pregúntele el vendedor o consulte en las guías disponibles la talla media de captura de la especie que va a consumir.
- Los pescados pueden provenir de capturas de pescadores artesanales con artes de menor impacto o de la pesca industrial. Infórmese sobre las artes más adecuadas. Prefiera las empresas que pescan con anzuelo.
- Conozca las técnicas y formas de pesca con que se realiza la extracción de los peces. Ya existen clasificaciones sobre las más nocivas y las amigables con el ambiente.
- Hay épocas de veda para determinadas especies que permiten que las poblaciones de peces se recuperen. Infórmese sobre las épocas de veda y evite el consumo o compra durante la misma.
Para ser un consumidor informado visite:
Aplicaciones para smartphones sobre pesca y consumo responsable:
- Applifish: desarrolada por i-Marine, ofrece información sobre más de 550 especies marinas
- Seafood Watch, desarrollado por el Monterey Bay Aquarium
- Fish Phone, del Blue Ocean Institute
*Artículo construido con información suministrada por la Fundación MarViva
