En las décadas de 1960 y 1970 la oferta de turismo de Cartagena se enfocó en Bocagrande y El Laguito, pero años después, el destino se transformó y miles de turistas empezaron a llegar atraídos por el centro histórico, que se llenó de color y le dio valor a la historia de conquista, colonización y mestizaje de la que ha sido protagonista durante 5 siglos. Un grupo de amantes del mar buscan generar una nueva transformación del destino.
Andrés Obregón habla con entusiasmo, en el tono de voz se le nota la pasión con la que ha afrontado el reto de convertir a Cartagena en un referente internacional de turismo de naturaleza y buceo. En ese propósito lo acompañan muchas personas y el primer paso que dieron, conjuntamente, fue crear la Asociación de Centros de Buceo Recreativo de Cartagena, conformada inicialmente por 7 empresas que operan en la zona y que, esperan, pase de 10 en el corto plazo.
Las Islas del Rosario y Barú han sido vendidas por muchos años como destinos de sol y playa, desaprovechando su inmenso potencial como reserva natural llena de vida y color en donde un sinnúmero de diferentes tipos de arrecifes, albergan multitud de peces del arrecife multicolores, explica Andrés.
Los líderes del buceo en Cartagena lo saben hace tiempo, pero fue el Covid-19 el que los llevó a tomar la decisión de presentar una iniciativa conjunta para incentivar un nuevo turismo para Cartagena. Ya nos hemos cuidado, ahora es momento de reencontrarnos, dice la presentación con la que están motivando a la gente para disfrutar del destino con otra mirada. Un día nos reunimos y surgió esta iniciativa con la idea de hacer algo para conservar las islas y al mismo tiempo reactivar la economía, cuenta Andrés.
Y no podía haberse presentado un momento más oportuno. Debido a la pandemia los viajeros están buscando lugares abiertos, con poca interacción social, en espacio naturales y en ese sentido, disfrutar de la naturaleza insular y el buceo son excelentes opciones.
Este 4 de diciembre, comenzó una nueva historia
La Asociación de Centros de Buceo Recreativo de Cartagena eligió el viernes 4 de diciembre como fecha simbólica para presentar su iniciativa a manera de preámbulo de la celebración del Día Nacional de los Arrecifes de Coral, que se celebra habitualmente el 5 de diciembre.
Ese día se presentará el concepto bajo un slogan muy llamativo: Cartagena, un turismo de otra naturaleza, y con un propósito que ha sido definido de esta manera: Desarrollo de un turismo ecológico y socialmente sostenible, dando una razón más para quedarse en Cartagena impactando positivamente no solamente el sector turístico sino a comunidades locales medio ambiente.
Para ello se preparó un evento en el que un grupo de buzos y líderes del turismo receptivo harán un recorrido por Barú y las Islas del Rosario, y que cuenta con el apoyo de la DIMAR y la Capitanía de Puerto de Cartagena, Parques Nacionales Naturales, Procolombia, la Corporación Turismo Cartagena de Indias y la PADI (Agencia Profesional de Instructores de buceo, por sus siglas en inglés).
La programación incluyó tres actividades:
- Siembra de boyas de anclaje
Los arrecifes de coral son un ecosistema extremadamente sensible a los impactos externos. El efecto de un ancla arrojada sobre ellos es devastador. Con el ánimo de evitar este impacto, se dará inicio a un programa de siembra y mantenimiento de boyas de amarre: 2 en la zona de Barú y 2 en las Islas del Rosario.
- Caza de Pez león
Con el ánimo de mitigar su impacto, se harán jornadas de caza de pez león, una voraz especie invasora que ha afectado significativamente las especies de peces de la zona, devorando a su paso una gran cantidad de diferentes peces del arrecife.
- Limpieza de playas y submarina
Paralelamente, se harán jornadas de limpieza de playas y submarina como símbolo de la necesidad que tenemos de evitar el uso de los plásticos de un solo uso y destacar el devastador impacto que estos tienen en los ecosistemas marinos y costeros.
El evento del 4 de diciembre fue solo el inicio de una nueva etapa para el destino, que en principio busca posicionar la zona insular de Cartagena como epicentro de turismo de naturaleza, combinada con las otras tipologías de turismo que ofrece la ciudad. Un concepto que sin duda ayudará a generar un flujo de viajeros más consciente y respetuoso del entorno natural y le brindará mayores oportunidades a las comunidades locales.
