“Cuando empezamos a bajar fue como bajar a otro mundo, un mundo donde solo vas a sentir felicidad”, comenta uno de los soldados que no pudo volver a caminar por culpa de una mina antipersonal, pero que en las profundidades del mar, gracias al buceo, sintió que volaba con total libertad.
Como él son varios los profesionales de las Fuerzas Armadas que han tenido la oportunidad de sentir que sí pueden moverse con autonomía, aunque no sea en tierra firme. Ellos, al igual que personas invidentes o niños con síndrome de Down, han gozado y aprendido de una novedosa experiencia de rehabilitación diseñada especialmente para ellos.
Desde hace seis años, el centro de buceo Diving Planet, con sede en Cartagena, comenzó como parte de su labor social un proyecto innovador que vincula a personas con discapacidad y arrecifes de coral en un proceso de rehabilitación integral. Primero empezaron con niños y más recientemente han participado soldados víctimas del conflicto.
“Hemos descubierto que, bajo el agua y por la sensación de ingravidez, las personas con discapacidad tienen un ambiente en el que pueden sentirse libres, no atados a una silla de ruedas, a unas prótesis o unas muletas”, explica Andrés Obregón, director de la Fundación Diving Planet.
El proyecto, que recibe aportes del Estado y entidades como el Centro Integral de Rehabilitacion de Colombia-Cirec, incluye una preparación teórica, luego un entrenamiento en piscina y finalmente en el mar, donde la actividad tiene objetivos adicionales al meramente recreativo: “romper con la resistencia al cambio, aceptar la propia condición y las ayudas, darse cuenta de que la limitación está más en la mente que en el cuerpo; si yo puedo hacer esto, puedo hacer lo que quiera”, como afirma Obregón.
En el buceo siempre se necesita la ayuda de un compañero y es así como las personas con discapacidad se relacionan con el otro como un igual. Ellos reciben y dan ayuda, y al mismo tiempo se convierten en protectores de seres vulnerables como los corales, que tampoco pueden moverse por sí mismos. Por donde se mire, es una experiencia bastante enriquecedora que espera seguir contando con el apoyo estatal para ayudar a muchas más personas.
Fotos: Diving Planet
